martes, 4 de enero de 2011

Rescatame - Capitulo 10


Hola!!!. Mañana subo Resiste. Besos!!

Summary: Vivo un infierno y ruego porque algún día llegue un ángel a rescatarme, pero se que es imposible, así que es mejor escapar a mi lugar. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.

Capitulo 10


Desperté sintiendo pequeñas mariposas por mi espalda, se sentía tan bien que me quede quietita dejándome consentir.

Me tomo unos cuantos minutos el darme cuenta que no eran solo mariposas, eran besos, besos de Edward que recorrían mi desnuda espalda.

- Se que estas despierta – el murmullo de sus labios me provoco una pequeña risa

- Mmm – me removí un poco

- ¿Estas bien?

Sentí la perdida de su cuerpo sobre el mío, así que a mi pesar me gire y abrí los ojos para encontrarlo mirándome con algo de preocupación tatuada en su rostro. Pensé un momento sus palabras y las analicé junto a su rostro, él pensaba que me había hecho daño… ¿Cómo Emmett?

- No entiendo – me senté un poco para quedar mas a su altura

- Es que – bajo la mirada como si estuviera avergonzada - ¿sabes que hablas dormida?

- Si – fui cautelosa al contestar porque algo me decía por donde venia

- Bueno – suspiro – es que en un momento cuando te quise abrazar como que comenzaste a sollozar

- Lo siento – me apresure a contestar

- ¡No!... es que solo me asuste

- Edward – tome su rostro en mi manos – esto es difícil para mi… son muchos años… yo – respire hondo – pero te juro que entenderé si es mucho para ti…

- Bella – esta vez él tomo mi rostro entre sus manos – no es eso… solo quiero que tu estés bien y si hay algo de lo que paso anoche que te hizo sentir incomoda solo dímelo

- No es nada de eso… es que… es difícil – cuando escuche mi voz quebrada en la última palabra me di cuenta que lagrimas estaban saliendo de mis ojos

- Bella… yo jamás… escúchame bien… ¡Jamás! querré estar lejos de ti… se que la situación es muy difícil, porque estas casada y por… por lo que has pasado pero créeme que siempre estaré ahí

- Lo voy a dejar – hable con firmeza

- Lo se… yo te voy a ayudar

- Estando conmigo lo hacer – le sonreí mientra acariciaba su cincelado rostro

- No me refiero a eso – por su tono note que se refería a algo muy importante - ¿Recuerdas que te conté sobre mis estudios?

Lo pensé por un momento y recordé ese día cuando en el jardín me comento que estaba en su último año de leyes…

Edward va a ser abogado…

- Ahhh

- Si – tomo mis manos entre las suyas – y estoy especializándome en familia… yo te voy a ayudar a salir de todo esto… te divorciaras y libraras para siempre de él

- No – comencé a negar frenéticamente – no quiero que te enfrente a Emmett – puse mis manos en sus mejillas – no es una buena persona – trague – es un monstruo

Ya a estas alturas las lágrimas estaban cayendo a mares por mis ojos.

- Mi amor estamos juntos en esto así que juntos lo superaremos

Se acerco a mi hasta unir nuestros labios en un beso mucho mas fiero de los que habíamos estado compartiendo hasta esto momento, Edward se había estado conteniendo conmigo, eso era mas que claro, amaba como me cuidaba pero también este lado mas pasional estaba ganando muy buena acogida.

Me senté a horcajadas sobre él y comencé a mover mis caderas, habían tantas cosas que siempre desee hacer y probar y jamás había tenido la oportunidad, así que creo que ahora podría empezar a descubrir mucho más del sexo… del sexo con amor.

.
.
.

Emmett llego a casa entrada la madrugada, pero como lo había supuesto, había estado con Edward solo hasta la tarde, de todas formas se tenia que ir a estudiar, por como me había comentado, no estaba muy concentrado con nuestro distanciamiento.

Me quede quieta en mi cama, bajo las mantas cuando sentí como el aroma de mi esposo inundaba mi habitación, llego a mi lado y en un gesto totalmente extraño para mi acaricio mi cabello y mi frente, di un respingo pero lo disfracé murmurando algo como lo hacia cuando estaba dormida.

Rápidamente deje de sentir su roce y más rápido aun sentí que la habitación volvía a quedar sola.

Me aferre a mis sabanas con algo de miedo de que volviera o que nuevamente estuviera con sus tan desconcertantes estados de ánimos y bipolaridades.

La mañana llego bastante rápida, aunque debo reconocer que fue muy poco lo que descanse, pero me levante con el mejor ánimo que encontré ya que aunque fuera por unos momentos podría ver a Edward y eso bastaba para hacer sentir bien.

- Hola Esme – salude apenas entre a la cocina

- Mi niña – Esme llego a mi lado y me apretó muy fuerte en un muy cariñoso abraso – por favor – rogó – ten cuidado… yo… no quiero que nada malo pase… por favor

Me separe de ella y la quede mirando sin entender que era lo que estaba diciendo.

- Esme… ¿De que estas hablando?

- Lo se – acaricio mis mejillas mientras lagrimas salían de sus ojos

- ¿Qué es lo que sabes?

- Lo tuyo con Edward

- Yo…

- Tranquila – me sonrió – estoy muy feliz por ustedes pero…

- Lo se – baje la mirada

- Sabes que esto es muy difícil

- Lo se pero estamos juntos… se que podremos contra esto

- Tengan cuidado por favor

- Le pediré el divorcio a Emmett… ya estaba decidida desde ayer y ahora con mayor razón

- Solo tengan mucho cuidado

- Lo tendremos

- Es un muy buen muchacho – me sonrió – me alegra de que se encontraran

- A mi también… aunque hubiera deseado que hubiera sido antes

- Eso no importa mi niña – me sentó en la mesa y dejo frente a mi un plato de fruta – lo que importa es el futuro

- Un futuro juntos – sonreí

- Un futuro juntos y felices

- ¿Sabes? – comente mientras llenaba mi boca de manzana

- Dime – me dio la espalda para comenzar a sacar cosas del refrigerador

- Edward estudia

- Lo se… me lo comento

- Estudia leyes… será un abogado y me ayudara con todo esto del divorcio

- Ay mi niña… me alegra tanto pero de verdad que no puedo dejar de preocuparme

- Lo se… si yo también estoy preocupada… sobre todo si Emmett se entera de que tengo algo con Edward

- ¡Ni lo digas! – se giro de golpe – nunca… escúchame bien, nunca le digas eso… solo cuando le pidas el divorcio dile que es por ti… que te cansaste de los malos tratos y eso peor no lo digas que hay alguien mas

- Seria capaz de matarnos – hable segura

- Si

Ambas conocíamos muy bien a mi esposo para saberlo.

Como a las siete de la tarde llego Edward y en cuento sentí su auto llegar corrí a su encuentro.

- Te extrañe – choque mis labios con los de él

- Yo también – me aferro con firmeza de la cintura

- Te amo – deje un casto beso en sus labios - ¿Cómo te fue?

- Bien – me dejo en el suelo – ya me falta poco… solo unos exámenes más y seré oficialmente un abogado

- Me alegro… se que te has esforzado mucho en lograrlo

- Te podré dar un mejor futuro ahora

- Eso no me importa

- Lo se… eres muy sencilla pero aun así… quiero que tu y nuestros hijos tengan lo mejor

- Ahh – me senté en una silla de la cocina – ya piensas en tener hijos – se sentó a mi lado y me sonrió - ¿Y cuantos quieres tener?

- No se – se encogió de hombros

- Bueno… yo quiero tener tres… ojala unos mellizos

- ¿Mellizos? – vi algo de pánico en él

- Si – me puse seria

- Pero no seria como mucha carga para una sola pasada

- No – negué frenéticamente – creo que al contrario seria mas fácil… así podríamos crear un sistema para hacer todo mas fácil… además Esme estará con nosotros para ayudarnos

- ¡Claro! Obvio… se me olvidaba Esme

- Si – asentí – de hecho ella espera el momento en que tenga hijos… creo que ya no quiere cuidarme mucho porque estoy grande

- Mentira – beso mi mejilla – para Esme siempre serás su niña

- Ella es como mi madre ¿Sabes? – lo mire algo melancólica – mi madre muy pocas veces se preocupo por mi… Esme siempre estuvo conmigo

- Se nota todo el cariño que te tiene

- Yo a ella también

Me iba a acercar a él para besarlo mejor pero justo sentí la puerta de calle cerrarse con fuerza y eso solo indicaba una cosa.

Emmett estaba en casa.

- Llego Emmett – le susurre a Edward

- Ve mejor

Me acerque a él y deje un pequeño beso en sus labios para después acercarme a la sala.

- ¡Cariño!

Me percate del cambio de Emmett y me asuste

- Ven que quiero que conozcas a alguien

Me comencé a acercar a la voz de Emmett y me lo encontré a él junto a una rubia deslumbrante.

- Mira… ella es Rosalie y será nuestra nueva mucama

La mire y era obvio que la chica no era mucama, su manicura perfecta y su ropa de diseñador lo declaraba, así que esto solo podía significar algo.

Emmett tenía nueva amante.


____________

Besos, Joha!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Image and video hosting by TinyPic