Caminos Encontrados: Capitulo 4

Hola!!. Chicos, aca esta el nuevo capitulo, quiero darles las gracias por el recibimiento a esta historia, algunas de las otras estan terminando, peor no les dire cuales :) . Besos!!!

Summary: Dos almas perdidas se encuentran. ¿Será para bien o para mal?. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.

Capitulo 4

- ¿Lo sientes cariño? – su tibio aliento golpeo en la parte trasera de mi cuello - ¿Sientes como me tienes de duro y húmedo por ti?

- Lo siento – medio gemí – pero…

De un solo golpe me separe para darle un apretón en su pene, debería haberle dado una buena apretada pero me dio pena así que lo hice más suave, solo lo justo para que le doliera.

- … No acostumbro a comerme pollas tan chicas – baje la vista y le di una mirada despectiva – lo siento, quizás tenga que buscar a otro para disfrute de esto – saque la lengua y le mostré mi tierno aro

Haciendo uso de todo mi autocontrol logre darle una palmadita en el hombro y entrar a mi cuarto que estaba a mis espaldas, si yo no estaba muy bien, dudaba demasiado que él lo estuviera.

Eso había sido demasiado difícil y la blasfemia más grande de la vida, su polla era putamente perfecta y yo la había menospreciado.

Ya había ganado mucho y por lógica pensaba que pronto me tocaría perder, después de todo era una cosa más bien matemática ¿no?

Entre al cuarto y me dio algo de cosita la mirada que me dio Alice, era una extraña mezcla entre pena y asco, recordé sus palabras sobre Edward así que supuse que no tenía la mejor opinión de él y era demasiado probable que haya escuchado gran parte de lo que acaba d ocurrir en el pasillo. Por alguna extraña razón no quería estar mal con Alice, si fuera otra la habría ignorado y dicho que se metiera en sus problemas, pero ella se preocupo de tenerme una buena, más bien decente cama para dormir, así que mínimo se merecía una explicación de mi parte.

- No es lo que parece – me senté sobre su cama y me fije que estaba llena de apuntes

- Yo… - levanto la vista y vi que usaba unos enormes anteojos, demasiados grandes para su pequeño rostro – no sé de qué…

- No soy como ellos – apunte a la puerta. Mentira, yo quizás era hasta peor que ellos – lo que quiero decir – con mis manos aleje el cabello que caía sobre mi rostro – es que no soy tan mala, solo… yo…

- Lo sé – me dio una extraña sonrisa – has estado más de cinco minutos conmigo y no me has hecho sentir como basura – suspiro y me dio algo de pena verla así – es mucho para mi

- No soy una blanca paloma… he hecho muchas cosas malas… y lo más probable es que las siga haciendo, pero nunca le haría algo a una potencial amiga

- ¿Somos amigas? – sonreí ante su evidente entusiasmo, por su rápido sonrojo me di cuenta que no era algo de costumbre en ella

- Espero que lo seamos – nunca había tenido amigas

Las chicas me rodeaban por distintas razones, para que no me tirara a sus novios, porque querían tirarse a alguien o porque eran lesbianas, pero no había podido contar realmente con alguien que me pusiera el hombro cuando llegaba a casa y Renée estaba drogada o cuando llamaba a Charlie y ni siquiera reconocía mi voz, lo peor de todo es que quien más sabia de mi era Phil, quizás por sus consejos y su apoyo es que accedí a seguir en esa enferma relación, pero ahora todo ya estaba jodido y esperaba no verlo nunca más.

- Ellos son peligrosos – se saco sus lentes y los puso sobre su cabeza

- ¿Quiénes? – a penas las palabras salieron de mi boca vi la estupidez de mi pregunta – ya me di cuenta – conteste mas para mi

- Solo… ten cuidado… Edward es el sobrino del director y lo tiene totalmente engañado, él piensa que su sobrino es una blanca paloma y nadie se atreve a desenmascararlo… todas andan detrás de él y todos quieren ser sus amigos

- ¿A ti te gusta?

- ¡No! – hizo una mueca de asco – el año pasado arrojo todos mis libros por el inodoro, sabía que no tenía dinero para comprar mas y por mas que le rogué de todas formas lo hizo

Ahora que analizaba sus palabras vi que era el momento ideal para preguntarle disimuladamente sobre su situación económica, aunque tenía que hacerlo con mucha sutileza porque no era un tema para preguntarle a alguien a quien recién estabas conociendo.

- Una pregunta Alice – ella inmediatamente puso toda su atención en mi - ¿Cómo puedes estudiar aquí si acabas de decir que no tenias dinero… y…?

- Soy becada – admire mucho la confianza en su voz

- No tenía idea de que habían becados… es bueno saberlo… ¿Y porque estabas becada?

- Por el club de informática – bajo sus lentes y los volvió a acomodar en sus ojos – lamentablemente debo mantener un promedio y tengo que estudiar mucho para eso

- ¿No eres muy buena estudiante? – eso me pareció raro, siempre pensé que los que estaban relacionados con la computación eran algo nerd

- Soy muy buena en matemáticas, pero literatura y biología no se me dan demasiado bien y necesito u promedio alto para seguir con mi beca

- Bueno – me encogí de hombros y saque mi sonrisa socarrona pero tierna – yo podría ayudarte

- ¿Eres buena estudiante?

Ok, eso debería haberme ofendido pero no lo hizo, yo tampoco pensaría que una chica como yo tiene un promedio perfecto.

- La mejor – alce la vista – y si necesitas ayuda en cualquier cosa no dudes en pedírmela

- Creo que te toparas con Edward en algo más

- Si, eso creo, pero no por él ni por nadie bajare mi promedio perfecto de 10

- ¿!10 en todo!?

- En todo

Le sonreí y me levante para seguir ordenando las cosas que me faltaban. No había traído mucha ropa pero la que tenia era suficiente para llenar el closet, aunque nada se asemejaba con la cantidad de cremas y maquillaje que tenia, pero aun así no demore mucho en acomodar todo, el espacio del cuarto no era demasiado para dos personas pero creo que me terminaría acostumbrando en un tiempo.

Cuando tuve todo en su sitio vi que lo único que quedaba sobre la cama era mi uniforme, así que lo saque y vi con una mueca de disgusto que la falda era demasiado larga y la blusa demasiado suelta, nada que yo usaría y menos sin tener que ocultarme de mi madre. En New Haven tenía que mantener ropa en mi auto para salir con una tenida y cambiarme después, ya que para Renée las faldas cotas y las blusas entalladas son mandadas por el diablo, aunque si debo agradecerle a ella que haya encontrado mi vocación, como nunca me compraba ropa de mi talla, sino mucho más grande, aprendí desde pequeña a amoldar la ropa a mi cuarto y ahora sin toda un as de la tijera y aguja, aunque claro que después con el dinero de mas que me enviaba Charlie y con el que me daba Phil, podía mantener mi segundo armario, pero ahora, mis habilidades de costura me servirían mucho. Lamentablemente no tenía ni hilo ni aguja.

- ¿Pasa algo?

- ¿Eh? – mire a Alice que me miraba algo preocupada

- Es que te quedaste como tildada y te pregunte si te pasaba algo

- Si, es que este uniforme no va conmigo y no tengo los implementos para arreglarlo – tome el uniforme y lo deje caer en la cama

- Espera – se levanto y comenzó a rebuscar en su cajón hasta que tendió delante de mí una cajita con unos extraños dibujos y algo oxidada – puede que esto te sirva – la recibí – mi madre me la mando por si necesita arreglar algo de mi ropa – vi como se sonrojo y supuse la razón – lamentablemente me manejo con una computadora pero no con una aguja

- Creo que también podría ayudarte con eso

Quizás esa era mi forma de ayudarla, ya que de lo poco que la conocía dudaba que me dejara comprarle ropa nueva, si podría ayudarla a arreglar la que ya tenía.

Tome la cajita y la abrí con mucho cuidado, me dio miedo que se fuera a romper, adentro había una gran variedad de hilos y agujas, así que sin perder tiempo me puse a arreglar mi uniforme, mañana teníamos clases temprano y ya era tarde así que no tenía mucho tiempo para dejarlo usable.

No sé bien cuanto tiempo estuve cosiendo, pero solo se escuchaba en el cuarto una suave música de fondo y el tecleo en el computador de Alice además de los cortos que a veces hacia yo con la tijera.

- Es hora de cenar

- Lo siento, pero debo terminar esto – señale la blusa que estaba totalmente desarmada

- Si quieres te puedo traer algo

- ¿De verdad lo harías? – le sonreí y ella asintió – gracias – me estire y alcance mi cartera de donde saque mi billetera, saque un billete de 20 dólares y se lo tendí - con un sándwich está bien

- Yo… - miro el billete algo extrañada

- Tenlo – lo batí en su rostro y cómprate algo para ti también – no acepto un no por respuesta… tómalo como una novatada por ser nueva

- Bien – lo tomo algo reticente – voy a comprar y vengo para que comamos acá

Dicho y hecho, Alice llego con la cena y comimos en el cuarto, me di cuenta que además del encuentro con Edward y sus zorras no había visto a nadie más, pero creo que mañana ya habría tiempo para eso.

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Ya estaba lista poniéndome solo los pendientes que era lo último que me faltaba cuando entro al cuarto Alice, la escanee por completo y de verdad me di cuenta que necesitaba un poco de mi ayuda, no para cambiarla ni nada, pero las mandas del chaleco que llevaba le quedaban larguísimas y estaba segura que la incomodaban.

Cuando estuvimos listas nos encaminamos al comedor, y debo añadir que ame las miradas que recibí por parte del cuerpo femenino del colegio, miradas de odio y admiración eran solo algunas de las que me percate.

- Veo que sigue acá zorrita – detuve mi paso para voltearme y ver a quien acaba de cometer el peor error de su vida

- Sera mejor que te alejes de Eddie – hablo estaba vez la que si mal no recuerdo se llamaba Ángela

- ¿Quién me llamo zorrita? – mi voz fue tan dulce que hasta yo misma me asuste

- Bella, mejor nos vamos… - Alice tomo mi codo y quiso empujarme un poco

- Rata… ¿sigues viva?... ¿no te han comido tus amigos robots?

- Estúpida – bufe mientras Alice bajaba la mirada – creo que necesitas que alguien te enseñe una lección

Me acerque con mucho sigilo al trió de zorras y mantuve mis manos en mis caderas para ensanchar un poco mi presencia.

- ¿Qué está pasando acá?

Todas nos volteamos para ver que nuestro director estaba mirado sin mucha gracia la situación.

- Señor Aro – inmediatamente cambie mi voz y mi rostro – que bueno que llega…

- ¿Qué estaba pasando acá señorita Swan?

- No se – me encogí de hombros y seguí con mi mirada de lastima – solo le estaba preguntado a mis compañeras donde estaba el comedor y ellas comenzaron a decir que me alejara de Edward… ¿Es su sobrino no?

Sabía que esto más que un problema con Aro les generaría un problema con Edward, ya que en cuanto viera que su tío sospechaba que estaba involucrado con estas zorras las haría pagar… por lo menos eso haría yo.

- Señoritas – miro a las trillizas operadas – espero que mantengan una compostura digna de la Academia Volturie´s ya que la señorita Swan no creo que este acostumbrada a las mismas cosas que ustedes

Las tres sin poder decir nada más que bufar se giraron y siguieron su camino, claro que no sin que antes yo les diera una de mis “dulces” sonrisas.

- Muchas gracias señor – me aproxime al director y me mordí el labio de la forma más sensual que pude

- No hay de que señorita Swan – me hizo una pequeña venia, algo antiguo, pero creo que iba acorde a su edad – déjeme agregar que el uniforme la sienta muy bien

- Muchas gracias

Le sonreí tímidamente y él se alejo por donde había venido.

- No me mires así – le sonreí a Alice – no hay que dejarse pisotear

- Pero…

- Ya aprenderás a defenderte sola

La tome del brazo y nos encaminamos de vuelta al comedor pero no alcance a dar dos pasos cuando otras voz me llego a los odios.

- Cada vez me convences más de ser mi justa competidora

Solo sonreí ante la voz de Edward, lo mire de pie y apoyado en una pared, pero no le respondí nada y menos aminore mi paso. En unos minutos atravesamos la puerta del comedor y volví a sentir todas las miradas sobre mí.


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Besos, Joha!!!