Mirame Otra Vez - Capitulo 38

Hola. Chicos, Hola, uyyy me quedo bien largo el capitulo en comparacion con los que escribo, ahora solo espero que como esta de largo este de bueno. Recuerden que este finde quiero subir un ONE con personajes ineditos. Dejenme sus comentarios. Besos!!

Summary: ¿Edward quería una zorra?. Una zorra le iba a dar. Todos van a van a saber quien es Isabella Swan. Van a tener que mirarme otra vez a partir de mañana. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.

Capitulo 38

Los labios de Edward se movían sin compasión sobre los míos haciendo que cualquier cordura desapareciera por completo. En un momento, sin saber muy bien cuanto tiempo ya había pasado tuve que afirmarme del cuello de su camisa para aguanta el equilibrio, espere por un par de segundos más que su lengua encontrara la mía pero me quede con las ganas porque ni cuando teníamos 16 años nos habíamos dado un beso tan tierno y casto.

- No quiero que pienses mal – cortó el beso pegando su frente a la mía a la vez que sus ojos se enfocaban en los míos y acariciaba mi mejilla – yo solo… - suspiro sonoramente – necesitaba sentirte – acaricio mis labios dejando un cosquilleo sobre ellos – necesita saber que seguías siendo real

- Soy real – tosí un poco para encontrar el verdadero timbre de mi voz – estoy aquí – ahora yo fui la que toco su rostro para convencerme de que él si estaba a mi lado – pero todo es tan complicado… recién llegaste hoy – reí y lo contagie un poco

- Somos todo un caso – sonrió

- Pero ya no somos los pendejos de antes – reconocí

- Claro que no – suspiro y tomo mis dos manos con firmeza – ahora somos grandes, ya pasamos por toda la mierda posible y ahora vamos a dejar esa mierda atrás

- Pero sí que nos ha servido – reconocí

- Y trajo lo más lindo que tenemos en la vida – lo mire a los ojos sin entenderlo mucho – trajo a Cathy y quiero que sepas que pase lo que pase la quiero como a nada… no me interesa quien sea su padre, es tu hija y eso me basta

- Te amo – hable sin pensar y mirándolo a los ojos

- Te amo

Me tire a sus brazos y me apretó con fuerza a su cuerpo, quizás este “te amo” aun no era suficiente para formar una relación de pareja pero hoy estaba más convencida que antes que solo podría dar ese “si” si era Edward quien me estaba esperando en el altar.

- Me tengo que ir – susurre – Cathy debe estar durmiendo y eso quiere decir que mañana madrugara

- Yo también – sonrió de lado – con Haley le prometimos a Alice llevarla al museo – hizo una mueca rara – la verdad es que me sorprende su fascinación por los dinosaurios, siempre pensé que sería una loca por la moda

- Ya ves – me levante encogiéndome de hombros – la vida da muchas sorpresas

- ¡Ey! – tomó mi mano – solucionaremos esto, hablare con Haley… te lo prometo

- Lo sé – acaricie el dorso de su mano – yo hablare con Emm

- Adiós – me tiro un poco y dejo un hermoso beso en mi frente – cuídate

- Tu también

Sin volverme estaba vez me di vuelta y seguí mi camino hacia mi auto. Conduje a casa quizás un poco mas confundida que antes, pero tanto Haley, como Emmett, Edward y yo, sabíamos que esto pasaría, no por nada Haley y Emm nos habían hablado de esto antes de que nosotros mismos quisiéramos reconocer algo, aunque tampoco me podía negar que era una situación difícil, por Emm siento mucho más de lo que sentía hace 10 años atrás, ha sido el mejor compañero y padre para mi hija que pude desear, nos ama, nos cuida y nos da todo lo que tiene y mas, en fin, es el hombre ideal para cualquier mujer cuerda, pero… solo hay un problema, no es Edward Cullen.

En cuanto a Haley, sinceramente es mi mejor amiga luego de Bree y si sintiera que ama a Edward locamente ni siquiera me atrevería a pensar en que puede aun haber una posibilidad entre nosotros, pero la verdad es que siento que me perdí algo entre ellos, o sea, aun no sé bien como se conocieron, solo sé que se conocieron en el hospital y siempre supuse que Haley había sido paciente de Edward, pero ahora lo dudo, no sé, pero creo que hay que no se.

Llegue a casa y no pude evitar sonreír al ver a Emm con el delantal de corazoncitos que le regalo Cathy para el día del padre, estaba cocinando y como siempre tenía toda la cocina sucia.

- Hola – colgué las llaves en el perchero de llaves y me saque la chaqueta para dejarla en una silla junto a mi cartera - ¿Qué cocinas?

- Un invento de Cathy – rodo los ojos – dijo que uno de sus compañeros le conto que su mamá había hecho un arroz raro con papas, carne, zapallo y choclo – suspiro revolviendo la olla – hablo tantas maravillas que a nuestra hija se le abrió el apetito

- En eso salió a ti – lo apunte con mi dedo índice – aun recuerdo esa vez que me hiciste hacerte esos rabioles con espinaca… ¡Dios! – bufé – odias la espinaca – reí – no sé porque te hice caso

- Me hiciste caso porque soy sexy y te recompensé con la mejor noche que hemos tenido – era verdad, en esos momentos de hormonas alborotadas eran un enorme suplicio para mi

- Lo recuerdo – sonreí con algo de nostalgia a la vez que tomaba asiento frente a él - ¿Cathy?

- Durmiendo – hizo un puchero de lo mas adorable – pero la voy a despertar para que se coma esto – apunto con la cuchara de palo que tenía en su mano la olla que ya estaba hirviendo

- Tú haces eso y le pongo pica pica a tus bóxers – reí ante su cara de espanto

- Pero ella…

- Es una niña – defendí a mi hija – y es idéntica a su padre así que la dejaras dormir porque ya es tarde – rápidamente desvié mi vista al reloj de la cocina y vi que pasaba de las 9 de la noche, había estado mucho tiempo con Edward

- Bien – bufo

Estuvimos unos segundos en silencio hasta que Emm me recordó que mañana teníamos que ir a comprar la mochila de Cathy, se la habíamos prometido y sinceramente se la merecía. Como mañana era domingo también aprovecharíamos para llevarla al cine y a comer afuera, era tradición hacer algo los tres el día domingo, después de todo era el único día que nos juntábamos, ya el lunes nosotros iríamos a trabajar y ella al colegio así que era mejor aprovechar nuestro tiempo en familia… familia, por lo menos sabia que nunca dejaríamos de ser una, Cathy nos mantendría unidos aunque no lo estuviéramos.

- Como – Salí de mis pensamientos para ver un plato con muy buena pinta delante de mí

- Gracias – cuando me lleve el primer bocado a la boca me di cuenta del hambre que tenia y no me había dado cuenta – esta exquisito – lo alabe, el sabor era distinto pero de verdad que está muy rico

- Gracias – también comió de su plato hasta que decidió comenzar la conversación - ¿Cómo fueron las cosas con Edward?

- Fueron – me encogí de hombros – hablamos algunas cosas que pasaron hace tiempo y aclaramos uno que otro mal entendido – tome un sorbo de agua para acortar mi charla

- ¿Y en que quedaron? – aunque Emm se veía relajado frente a mi podía sentir su nerviosismo

- Quedamos en… nada – suspire – saber que todo es muy complicado

- Me mudare – declaro – creo que es lo mejor, no nos hace bien vivir juntos, te confunde y no quiero que te sientas presionada por el hecho de que compartimos la cama

- Emm…

- Trate – me miro a los ojos y vi como estaba conteniendo sus lágrimas – llevo más de 10 años tratando de enamorarte y no he conseguido nada

- Te amo – hable con sinceridad – eres lo mejor que me ha pasado en el último tiempo y me diste el mejor regalo de mi vida

- Lo sé, y créeme cuando te digo que nunca te libraras de mi – aunque su tono de voz y su rostro reflejaban alegría yo sabía muy bien que solo estaba fingiendo – ni creas que dejare a mi hija sola

- Y es por eso que me odio tanto por no poderte dar lo que tanto te mereces

- ¡Ey! – se levantó y llego a hincarse a mi lado – yo siempre lo supe, y creo que es justo que ahora se den una oportunidad, no quiero echarme culpas de mas, pero siento que es por mi y por lo que paso esa noche de tu cumpleaños que ustedes no están juntos hoy

No quise decirle lo que me había contado Edward, ya me sentía lo suficiente mierda con Emm como para echarle más leña al fuego.

- No es necesario que te vayas

- Si lo es – sonrió – y no me iré aun, necesito buscar un buen lugar y tenemos que hablar con Cathy

- Algún día conocerás a la mujer perfecta para ti

- Solo espero que esta si me ame – me quede muda sin poder reaccionar

Cuando lo hice fue por el frio que había dejado el beso de Emm en mi frente, busque por la cocina pero ya no estaba. Me hubiera gustado refutarlo pero tampoco tenía caso, Emm se merecía a alguien que si lo amara como yo nunca pude hacerlo.

Resignada me quede limpiando la cocina, dudaba que Emm estuviera en el cuarto pero prefería darle tiempo para que sacara sus cosas si es eso lo que iba a hacer.

Casi no pude dormir, eran demasiado emociones para un puto día y creo que hasta el más cuerdo terminaría un poquito desquiciado con tanta información.

- Mami

Abrí los ojos a regañadientes para ver a mi hija saltando en mi cama, sabía que tenía que levantarme, hoy era día en familia y lo cumpliría como mi hija y Emmett se lo merecen.

Nos paseamos todo el día en el centro comercial, compramos la mochila para que Cathy, que aunque la tenia vista aun así se probó todas las que habían para quedarse con la primera. Fuimos al cine y vimos “Rio” porque por supuesto era la película que Cathy había escogido, antes de que tuviera edad para venir al cine era feliz sin ver estas películas animadas, pero ahora era un suplicio, no les encontraba vuelta pero por hija aguantaba esas dos horas con mucha entereza, o sea, no me ponían a llorar o a dormir. Para terminar la tarde Emm nos invito a comer helado y como ya era costumbre compartimos una copa familiar.

En fin, fue el perfecto domingo en familia.

- Tengo sueño – se quejo mi hija cuando nos subimos al auto

- Ya vamos llegando – le respondió su padre

- No quiero ir mañana al colegio –se volvió a quejar Cathy y vi lo que venía, una de sus típicas pataletas producto del sueño

- Yo no quiero ir a trabar pero tenemos que hacerlo – la interrumpí antes de que abriera la boca – y ahora mejor piensa en que quieres para comer mañana porque vas a ir igual al colegio

Se cruzó de brazos y bufó. Tan malcriada pero linda, mi hija era única.

- Eso te pasa por hacerle todos los gustos – reprendí a Emm en un susurro

- Lo dice la madre que cocina tres platos distinto y a pedido – rio mientras seguía mirando el camino

- Feo – le saque la lengua y pronto estábamos riendo, no sé porque pero Cathy se nos había unido

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El día en el trabajo había estado agotador, ni siquiera había tenido tiempo en pensar en los problemas que tenia y en que no hablaba con Edward desde esa tarde en el parque, eso sí, la sensación de sentir que se había arrepentido me embargo sin mi permiso, peor así que esos pensamientos vinieron se fueron, Edward ya no era el pendejo de antes y si se arrepintiera vendría y me diría en la cara, de eso estaba segura.

Como de costumbre, Esme era la encargada de recoger a Cathy del colegio ya que iba al mismo que Alice, de ahí pasaba un par de horas en su casa y Emm o yo nos encargábamos de recogerla, hoy tendría que haberlo hecho Emm pero dijo que tenía algo que hacer y sinceramente prefería no pensar en que era porque me intuición me decía que tenía que ver con su mudanza.

Había cocinado para los tres como de costumbre y hacia dejado el puesto listo para que cuando Emmett llegara todo estuviera listo para que comiera. Tendría que hablar con él igual hoy porque mañana se me haría imposible recoger a Cathy, hoy nos había llegado un nuevo caso al bufet que aunque no me agradaba para nada me había visto obligada a tomar, era un padre que estaba demandado la custodia de su hija, alegaba que la madre de la pequeña se había vuelto a casar y la tenia descuidada, mientras leía el caso y mi jefe Eleazar me comentaba datos aparte no pude evitar imaginarme mi propio caso aunque sabía muy bien que yo NUNCA descuidaría a mi hija y mucho menos Emm me demandaría por su custodia, aun así no pude evitar que mi loca cabeza pensara cosas sin sentido.

Quise alejar cualquier pensamiento idiota y concentrarme el los platos que estaba lavando, por mi acostumbrada torpeza ya no nos quedaban vasos así que me convenía concentrarme solo en eso por ahora.

- Mami – saque un poco mi vista de los platos que estaba lavando para ver a mi hija

- Dime cariño – le sonreí y volví a mi labor

- ¿Es verdad que Eddie va a ser mi segundo papá?

Y por supuesto que el vaso que tenía en mis manos se me resbalo haciéndose trisas en el lavaplatos, uno menos, quise levantar los trozos por instinto pero roce una punta y logre que me saliera un poco de sangre de mi dedo índice, aun sin reaccionar por completo a la pregunta de hija me lleve el dedo a la boca y con muchas más calma de la que tenia me gire para por fin encararla.

Ver sus ojitos expectantes me hizo aun más difícil la tarea de contestarle, después de todo ella aun es una niña de solo 4 años y es poco lo que le puedo explicar, la situación está demasiado complicada, ni yo misma la entiendo por completo y no puedo pedirle más a mi hija, así que suspire y llene mis pulmones de aire para por fin animarme a hablar.

- ¿Quién te dijo eso?

- Alice – se encogió de hombros – dijo que escucho a sus papis hablando y algo de que Eddie iba a ser como mi segundo papá si las cosas salían – puso su pequeño dedito en su mejilla y supe que estaba buscando en su cabecita las palabras adecuadas – como tenían que salir o algo así – se encogió de hombros riendo pero al segundo se puso completamente seria y me miro con sus ojitos azules directo a los míos - ¿Es verdad?

- Mira amor – me agache a su altura – hay cosas de grandes que no puedo explicarte – la vi con intenciones de replicar así que me apresure a tapar sus palabras – ya va a ser el momento de explicarte todo, mira – suspire y cerré los ojos a ver si mágicamente venían a mí las palabras correctas pero nada, así que volví a abrir los ojos y fui sincera – no sé qué va a pasar hija… pero acuérdate de algo, Edward te va a querer no importa lo que pase, tu papá SIEMPRE va a ser tu papá independiente de si vive aquí o no y yo NUNCA voy a quererte menos, de hecho… cada día voy a quererte más… ¿Esta claro?

- No – negó rápidamente con su cabecita – pero yo también los quiero mucho a todos

- Bien – suspire – ahora por favor, cualquier duda que tengas aunque te parezca tonta vienen y me lo dices, yo tratare de aclararte las cosas

Sabía que eso era medio mentira, porque la verdad es que ahora no le había aclarado nada pero tampoco podía dejarla carcomiéndose la cabeza porque en eso es igual a mí y se cómo se debía de estar fundiendo su cerebro.

Iba a agregar algo mas pero el timbre me interrumpió y antes de que pudiera levantarme Cathy salió corriendo, ahí me apresure a alcanzarla, no podía dejarla abrir la puerta a cualquier extraño y últimamente me había dado cuenta que lo hacia así que tendría que ponerle ojo a eso.

- ¡EDDIE! – cuando llegue a la puerta Edward tenia a Cathy sobre sus hombros - ¿Es verdad que vas a ser mi segundo papá?

Esperaba que Edward dejara caer a mi hija de la impresión para después desmayarse pero se Edward cagón ya no existía, este era un hombre que parecía tener mejores explicaciones que yo.

- Supongo que la lengua de mi hermana no puede quedarse quieta – rio acariciando y revolviendo los cabellos de mi hija – pero supongo que tu madre ya te aclaro todo

- Pero es que no entiendo mucho – se quejo

- Yo menos – rio Edward – ahora ve a traer a Teddie que quiero saludarlo

Edward dejo en el suelo a Cathy y ella no tardo en salir corriendo a su cuarto para buscar a su peluche favorito.

- Hola – me hablo

- Hola – le sonreí pero creo que me salió mas como una mueca

- Siento no haber podido hablar contigo antes pero tenía que resolver algunas cosas – se disculpo

- Llegaste hace dos días – me encogí de hombros – es obvio que ibas a estar ocupado

Le di la espalda y me dirigí nuevamente la cocina.

- ¿Quieres algo? – le ofrecí

- Nop – remarco la “p” y se sentó frente a mi – quería hablar contigo… hay algo que tienes que saber antes de que tomes cualquier decisión

- Edward…

- Acá esta – Cathy nos interrumpió para dejar a Teddie en manos de Edward – te extrañaba

- Yo también – note un brillo especial en sus ojos – ahora porque no vas y me haces un lindo dibujo para que me lleve hoy

- Bien – que fácil era para Edward mandar a Cathy, ni a mí me hacía caso como a él

Mi hija se giro y sentí sus pasos subir la escalera rumbo a su cuarto, ella no lo sabía pero mantenida su monitor de bebé encendido siempre en su cuarto, aunque ahora fuera más grande no podía dejar de preocuparme por ella, así que le di la espalda a Edward y lo saque de arriba del refrigerador. Lo puse frente a nosotros en la mesa y me senté para escuchar lo que Edward tenía que decirme.

- Te escucho

- Bien – apretó los labios con fuerza y cerró los ojos por un segundo – no quería que lo supieras pero…. Es necesario, hable con Haley y ella cree que mereces saberlo – sentí como mis manos comenzaban a sudar así que respire hondo y prepare para escucharlo – cuando me fui a estudiar la segunda vez, y conocí a Haley… nos conocimos en un hospital peor no porque ella haya sido mi paciente – maldita intuición mía, sabía que había algo ahí – nos conocimos en un hospital porque ella estaba junto a mi cama cuando abrí los ojos… Bella, yo estuve a punto de morirme y Haley fue quien me salvo

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Besos, Joha!!!