Summary: Isabella Swan lo tiene todo, poderosa, fría y calculadora, acostumbrada a vivir en un mundo de hombres aprendió a tener el control sobre los demás… ¿Que pasará cuando un joven y tímido Edward Cullen llegue a su empresa y despierte su curiosidad? ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.
Capítulo 36
- No, lo siento mucho Bella, pero no puedo ceder en esto.
- Edward, el tiempo de bromear ya pasó – los ojos de
Isabella se estrecharon bastante, quería ver si de esa forma conseguía
intimidarlo. Falló -, súbete al auto y deja de retrasar a Thomas.
- Cariño – el joven ignoró el malestar de su novia, tomó su
rostro y besó suavemente sus labios, cuando se separó puso su mano derecha
sobre su aun plano viento y lo acarició a penas con la punta de sus dedos -, ya
hablamos de esto, lo mejor para los dos es que yo no vuelva a Swan S.A., pero
te prometo – volvió sus manos hasta el rostro de la chica y la acercó un poco
más hacía él -, que voy a encontrar un buen trabajo… voy a mantenerte a ti y a
nuestro hijo, eso te lo juro.
- Edward… - Isabella solo alcanzó a rodar una vez los ojos
antes de que el padre de su bebé la besara con tal delicadeza que se le olvidó
incluso lo que estaba replicando.
Ella entrecerró los ojos pero relajó sus hombros - ¿Sabes
que odio que me lleven la contra no?
- Lo sé, pero también sé que esto será para mejor… para
nuestra familia. Y ahora – el joven le dio una rápida mirada a Thomas antes de
volverse a su novia -, creo que será mejor que te vayas antes de que se te haga
más tarde.
- Hablaremos de esto cuando vuelva – él solo sonrió ante la
tibia amenaza de su chica y asintió porque sabía que lo mejor era no seguir
contradiciéndola.
- Lo haremos, lo prometo.
- Yo creo que lo que a ti te hacen faltan son un buen par de
nalgadas, ha pasado mucho tiempo desde la última vez – la entrepierna de
Isabella se humedeció del solo pensar a su chico rendido ante ella.
- No sé si…
- Nada de excusas, hoy en la noche quiero que te prepares,
por tengo un buen castigo preparado para usted señor Cullen.
Edward lo meditó y sabía que no tenía caso contradecirla en
esto también – Entonces será mejor que me prepare – le dio por fin la razón.
- Otra cosa más – la sonrisa pícara de Isabella se
transformó en una mueca de preocupación -. ¿Hablarás con tu padre hoy?
- Sí… ¿o prefieres que lo hagamos juntos?
La castaña negó rápidamente con la cabeza – No, yo hablé
sola con mi papá, tu puedes hacer lo mismo.
- Si quieres…
Isabella subió sus manos y las puso a cada lado del rostro
de su novio – De verdad, está bien así amor, sé que también quieres hablar
otras cosas con él ¿no?
- Exacto.
- ¿Cómo de tu renuncia a mi empresa?
Edward rodó los ojos pero le sonrió a su novia – Ya es tarde
amor… ve antes de que se haga aun mas tarde.
- Bien… pero recuerda lo de esta noche – lo amenazó y él
solo asintió.
Con un último beso a su novio, Isabella se subió al asiento
trasero de su auto mientras Thomas sostenía la puerta para ella. Solo cuando su
chofer estuvo en el asiento del conductor, le echó una disimulada sonrisa a su
jefa, era tan parecida a su padre que incluso él, se sentía como un padre para
ella.
- Ya llegamos Isabella – solo cuando estaban solos, él se permitía
esas informalidades.
- Oh, bien – estaban en el estacionamiento cubierto y ella
ni siquiera se había dado cuenta de que ya no entrara luz por su ventana -,
gracias Thomas.
- Tengo que ir donde el señor Charlie, pero estaré acá en
dos horas aproximadamente.
Isabella asintió pero aun así le pareció extraño – Claro,
dile que más tarde lo llamó.
- Por supuesto señorita.
Aún algo desorientada por los últimos acontecimientos de su
vida, Isabella entró a su imperio. La gente la miró mucho más que otras veces,
pero aunque trataron de ser disimulados, no lo consiguieron, la castaña sintió cada
mirada que recaía sobre ella, pero no tenía nada que hacer al respecto así que
solo cuadró los hombros y se subió al ascensor que la llevó en nada al segundo
piso en donde una Jane, bastante impactada la vio entrar.
- Oh, señorita… yo estaba tan preocupada – los ojos de la
rubia se aguaron, porque no solo estaba verdaderamente preocupada por su jefa,
sino que también se sentía malditamente culpable por haber acompañado a Edward
al hospital, se sentía una traidora y esperaba con la cabeza gacha su despido.
- Estoy bien Jane – dar sonrisas no era cosa de Isabella,
por eso que ni siquiera lo intentó -. Pero ahora me gustaría mucho que entraras
conmigo a mi despacho y me pusieras al corriente de lo que ha pasado en mi
empresa estos últimos días.
- Por supuesto.
La chica, ya tenía todos los papeles necesarios para
informar a su jefa sobre los últimos acontecimientos, así que juntó todo y la
siguió de cerca.
- ¿Quiere que te traiga su café?
Aunque el primer instinto de Isabella fue asentir,
rápidamente desistió y negó con la cabeza – No, creo que será mejor cambiar el
café por un vaso de leche… aunque no sé – cuando se dio cuenta que estaba
divagando, negó con la cabeza y se sentó en su silla -. No quiero nada… y será
mejor que empecemos luego con esto.
- Sí – Jane se sentó frente a su jefa y con las carpetas en
sus piernas sacó la primera -. Ya comenzó la construcción del hotel de Las
Vegas, aunque aún no tenemos nombre ya que usted dijo que lo cambiaria.
- Cierto – asintió Isabella sin saber aun como llamar -,
tengo que pensar un poco más sobre el nombre.
- Bien, sigo… el departamos de Recursos Humanos ya comenzó
con la preselección del personal, parece que tienen una muy buena base de datos
y están con los estándares bien altos.
- ¿Estas buscando gente en Nueva York también?
- Sí, en Nevada está algo difícil, pero aun así hay buenos
candidatos.
- Necesito que me reserves un pasaje a Nevada, quiero ver cómo
van las obras por mí misma.
- ¿Para cuándo? – la chica comenzó a anotar por eso no vio
la expresión de desconcierto de su jefa.
Tenía control con su ginecóloga al día siguiente en la tarde
por lo que no podía viajar – Reserva dos cupos para el miércoles en la mañana.
- Claro – aunque Jane trató de que no se notara su titubeo
al pensar en que el asiento extra era para Edward, no estuvo muy segura de
lograrlo.
- ¿Y qué pasa con los Hoteles de Dubai?
- Hay un problema… están dispuestos solo a vender el sesenta
por ciento.
- Quiero el cien – declaró la castaña -, así que comunícame
por conferencia con Jamay en cuanto terminemos acá.
- Ahora… - Jane, revisó sus anotaciones y vio un par de
puntos extras -, hay muchos papeles que debe firmar, unos cuantos contratos del
nuevo personal que se ha ido contratando y Garrett dice que necesita hablar
contigo por el balance comercial, dice que cambio unas cosas pero que necesita
explicártelas.
- Dile a Garrett que bajé en cuanto terminé mi conferencia
con Jamay – saber la utilidad real de su empresa era tan importante o incluso
más, que otras tareas, por eso, aunque no quisiera ver a Garrett tenía que
hacerlo.
- ¿Qué sigue?
- Eh… Edward Cullen renunció – el murmullo de Jane a penas y
fue audible pero Isabella alcanzó a escucharla de lo más bien -, ya tienen
firmado su finiquito pero como a usted siempre le gusta saber estas cosas antes
de hacer cualquier cosa…
- Sí – Isabella solo asintió -, yo… está todo bien, que Recursos
Humanos se encargue de ello.
Le dolía mucho saber que su novio ya no estaría trabajando
para ella pero no tenía un Doctorado por su belleza, aunque él aun no le
confirmaba nada, ella tenía serias sospechas sobre lo que escondía esa renuncia
y pese a todo, lo entendía. Sabía lo difícil que debía ser para un hombre vivir
bajo la ala de su chica, pero le agradecía que no manifestara su incomodidad
frente a ella, y más que eso, se le inflaba el pecho de orgullo de saber que él
estaba haciendo lo que consideraba correcto, porque si de algo estaba segura
Isabella, es de que la decisión tomada por Edward, se basaba principalmente la
vida que se estaba formando en su vientre.
- ¿Algo más? – cambió el tema lo más rápido que pudo.
- Sí, este… llamaron de People
y Forbes, ambas revistas quieren entrevistarte.
La castaña puso el lápiz que tenía en su boca, ese era un
gesto innato que acostumbraba a realizar cada vez que meditaba algo que la ponía
nerviosa. Esta vez no era la excepción, ni siquiera había pensando en la
posibilidad hasta que escuchó a Jane.
- ¿Quién llamó de Forbes?
- Sebastian – contestó la rubia -, pero le dije que no te
molestara, no te preocupes.
- Bueno, entonces llama a Sebastian y dile que me mandé la
lista de preguntas antes de la entrevista y que no quiero sorpresas.
- ¿Qué?
Que la boca de Jane no haya llegado al suelo se debió solo a
que su mandíbula era muy pequeña.
- Eso, que antes de la entrevista, necesito revisar las
preguntas para que no hayan sorpresas.
- Pero… ¿eso quiere decir que harás la entrevista?
- Muy perspicaz Jane – se burló la castaña del desconcierto
de su secretaria.
La chica rubia asintió pero solo por instinto, rápidamente
volvió a su estado de negación, de alguna forma, llegó a pensar que habían
cambiado a su jefa por otra persona.
- ¿Estás segura?... Isabella, tu nunca has estado a favor de
esto y si te lo comenté es porque estaba en la agenda, pero…
- ¡Jane! – la castaña cortó el discurso de su secretaria.
Cuando obtuvo su atención le sonrió -, ya te dije que quiero hacerlo.
- Bien, hablaré con Sebastian entonces.
Isabella volvió su vista a la carpeta que estaba frente a
ella pero solo por un segundo – Una cosa más Janes… dile a Sebastian que no
solo le daré la entrevista, dile que también le tengo una exclusiva.
- Bien – Jane asintió mientras tomaba notas - ¿Sobre Swan
S.A.?
- No – la castaña negó mientras aumentaba la sonrisa en su
rostro -, es una noticia de mi vida personal.
- ¿En Forbes?...
Isabella… ¿estás segura de esto? – pese a todo los últimos acontecimientos, la
rubia seguía estimando a su jefa y este cambio de actitud en ella la estaba
comenzando a preocupar.
- ¿Qué? – la chica se encogió de hombros dejando de lado un
poco de su buen humor -, ¿prefieres que le dé una entrevista a People?... no, ese no es mi mundo… mi
mundo es este y Forbes se llevará la exclusiva de mi embarazo.
Como la castaña había agachado la vista hacia sus papeles,
no notó como el rostro de su secretaria se desencajaba por completo - ¿Qué
dijiste…? – la rubia tuvo que pasar saliva por su garganta la cual se secó
mientras sus lagrimas se agolpaban en sus ojos -, ¿estás… embarazada?
- Sí.
Aunque Isabella no tenía intenciones de sentirse mal por
Jane, aún así no pudo evitar hacerlo, sabía que la joven tenía una especie de
enamoramiento por su novio pero no había nada que ella pudiera ni quisiera
hacer. Lo lamentaba, pero no era un mártir para renunciar a su felicidad tan
bien correspondida y ganada.
- Bien… entonces hablaré con Sebastian. Eso ya lo dije – lo último
solo lo murmuró mientras anotaba palabras que ni ella misma entendía en su
libreta.
- Jane – la chica levantó la vista para ver a su jefa -, de más
está decirte que por el momento la noticia es confidencial, solo nuestra
familia está al tanto.
- Por supuesto señorita Swan, no diré nada.
- Gracias. Y ahora, por favor, comunícame con Jamay y dile a
Garrett que bajé.
- En seguida.
Cuando la chica ya iba en la puerta, Isabella la llamó –
Jane – la chica rubia se volteó rápidamente -, muchas gracias por todo.
Como parecía ser el día de las sorpresas, esta vez, Jane
supo contener su sorpresa y atinó a sonreír con rapidez.
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.
.
Edward Cullen nunca había dejado de llegar a dormir a su
casa sin avisarle a su padre y anoche había sido la primera vez, así que estaba
algo reticente sobre la reacción que tendría su padre cuando lo viera llegar.
Solo bastó que metiera la llave en la cerradura para que su
padre terminara por abrir la puerta.
- Oh, Edward, por fin – Emmett se acercó hasta su hijo y lo
guió hasta la sala -, menos mal que llegas, me tenias muy preocupado.
- Lo siento, fui a ver a Bella a la casa de su padre y…
- Sí, Charlie me llamó anoche y me puso al corriente sobre
algunas cosas pero me dijo que habían un par que solo tú me podías decir… ¿es
algo malo? – el rostro de Emmett se retorció mientras esperaba la respuesta de
su hijo.
Solo cuando Edward sonrió con timidez, el hombre relajó sus
hombros – No, de hecho es algo muy bueno.
- ¿Volviste con Bella?
- Sí – la sola mención del hecho lo hizo sonreír -, pero hay
algo más, algo importante. Bella está embaraza.
La agilidad de Emmett había aumentado desde que comenzó a
tener mayor actividad en su día a día, por eso, no tardó nada en llegar hasta
donde su hijo y rodearlo con sus brazos. Ninguno dijo nada, solo disfrutaron de
un abrazo bien apretado que demostraba todo lo que estaban sintiendo.
- Vas a ser papá… y yo voy a hacer abuelo – se separaron
solo para poder verse a los ojos -. Rosalie estaría tan orgullosa de ti hijo…
no, estoy seguro de que lo está, ya verás como ella se encargará de cuidar de
Bella y su hijo.
Edward tragó el nudo emocional que se le formó en la
garganta – Hay más… quiero aceptar el trabajo del que me hablaste.
- ¿En el banco? – Emmett frunció el ceño demasiado
confundido en el momento -, Edward si te lo mencioné fue solo por compromiso
con el señor Larson, yo sé muy bien que trabajas en Swan S.A.
- Ya no más – habló el cobrizo -, renuncié ayer.
- ¿Qué…?
- En cuanto me enteré del embarazo de Isabella y salí del
hospital, me di cuenta que necesitaba comenzar a tomar ciertas decisiones y una
de esas era dejar de trabajar para ella, sé que soy capaz de muchas cosas y si
mi relación con ella sigue como ahora, algún día volveré a trabajar ahí. Pero
antes, necesito demostrarme que puedo trabajar para alguien con quien no estoy
involucrado sentimentalmente.
- Hijo, ese trabajo ni siquiera es seguro. El señor Larson
lo mencionó porque yo le hablé de ti, pero nunca dijo que fuera seguro… de
hecho, sabes muy bien que él no tomará la decisión, solo le está haciendo un
favor a un amigo que le preguntó por posibles postulantes.
- Y eso es lo que quiero – señaló el joven -, un trabajo en
donde no conozca a nadie, en donde pueda destacarme por mi mismo.
Emmett suspiró y negó con la cabeza - ¿Te das cuenta que muy
pronto el embarazo de Isabella estará en todos los periódicos?, la gente querrá
saber quién es el padre y eso te pondrá a ti en el ojo del huracán.
- Y en cualquier lado estaré mejor que bajo su protección
padre - Edward descruzó sus piernas y
apoyó sus codos en sus rodillas -, no quiero que ella lea cosas sobre como soy
un mantenido y se vea obligada a defenderme.
- Tu sabes muy bien que te has ganado tu lugar en Swan S.A.,
más allá de quien sea tu novia.
- Padre… necesito hacer esto, de verdad – Emmett suspiró
pero siguió negando con la cabeza -, ¿me ayudarás?
- Sabes que lo haré – el hombre se puso de pie y rebuscó en
su libreta que estaba al lado del teléfono hasta que encontró la pequeña
tarjeta de visita que estaba buscando. Llegó al lado de su hijo y se la dio -.
Ese es el número al que tienes que llamar para pedir la entrevista.
- Gracias.
Edward se levantó y fue hasta el teléfono de red fija a
discar. Desde que el médico entró en la habitación de Isabella para informarles
sobre su embarazo, él supo que necesitaba cambiar ciertas cosas y quizás el
cambiar de trabajo no era lo mas importantes en esos momentos, pero iba a ser
padre y necesitaba demostrarle a su hijo que era capaz de obtener las cosas por
sí mismo, sí, sabía que el trabajo en Swan S.A. lo obtuvo con merito propio,
pero también sabía que las oportunidades que se le había dado venían
condicionadas por el hecho de quien era su novia.
Cuando le contestaron el teléfono, habló con Mitchell Green,
el Director Comercial del Banco de Nueva York, estaban a la búsqueda de alguien
que se encargara de la sección de cuentas personales, alguien con experiencia
pero no con tan altas expectativas ya que era un trabajo bien remunerado pero
también bastante monótono. Hablaron por unos minutos en los cuales afinaron
algunos detalles de la entrevista que se llevaría a cabo esa misma tarde, el
señor Green llevaba bastante tiempo buscando a alguien adecuado para el cargo y
Edward le había parecido un buen candidato aunque aun tenía que pasar su
entrevista.
Esta vez, Edward tuvo un poco más de donde elegir mientras
se preparaba para su entrevista, su única camisa roída y sus zapatos que no le
calzaban bien ya eran cosa del pasado. Por eso mismo, necesita demostrarse a él
que esos cambios se los había ganado, por algo más que por su sumisión en la
cama.
- ¡Dios!
Se sentó al borde de la cama y todas las dudas volvieron a
caer sobre él. No le molestaba de ninguna forma su sumisión natural, él sabía cómo
era y aceptaba que Isabella fuera quien llevara los pantalones en esa relación,
pero eso no quitaba que se le hiciera difícil como hombre aceptar que también
tenía que ser ella quien le pagara el sueldo y proveyera a la familia que
estaban comenzando a formar.
Quería comprarle un anillo pero de ninguna maldita forma en
este mundo iba a permitir que el dinero saliera de su bolsillo, por más que él
se lo hubiera ganado.
- Un hombre se define por quien realmente es y no por lo que
los otros ven en él – murmuró para infundirse ánimos.
Terminó de arreglarse y aunque estaba nervioso, no lo estaba
tanto como hace casi un año cuando fue a su primera entrevista de trabajo. En
la sala, lo esperaba su padre quien, pese a que se trató de hacer el loco,
entendió bastante bien el origen de los temores de su hijo.
- Hijo, quiero que sepas que pase lo que pase Isabella sabe
muy bien quién eres y lo que vales y además… eso de que es el hombre quien debe
proveer es cosa del pasado, ahora las cosas se comparten así como también los
deberes y las responsabilidades.
- Lo sé… pero necesito comprobarlo también.
- Y lo harás.
Con una palmadita de ánimo en su espalda, Edward salió de su
casa rumbo al Banco de Nueva York.
- Hola – le habló a la recepcionista -, tengo una reunión con
el señor Mitchell Green.
- ¿Su nombre?
- Edward Cullen – respondió él mientras paseaba su mirada
por todo el lugar.
La recepcionista comprobó que el nombre del chico estaba en
un recado del señor Green así que lo hizo pasar – Es la tercera puerta del lado
izquierdo.
- Muchas gracias.
Con los nervios a flor de piel, Edward entró a la oficina de
Mitchell Green, él era un hombre un tanto bajo, con muy poco cabello y que debía
rondar los sesenta años. Pero pese a su apariencia algo aventajada, tenía una
sonrisa que lo hacía ver de confianza.
- Buenas tardes Edward – le tendió la mano y el joven la
aceptó.
- Buenas tardes – respondió él.
El señor Green apuntó la silla frente a él – Toma asiento y cuéntame
alguna cosas… ¿Cuál fue tu último trabajo?
- Trabajé en Swan S.A., es un Holding y…
- Sí lo conozco – Edward quiso rodarse los ojos, todo Nueva
York sabía de Swan S.A. -, ¿y por que dejaste de trabajar ahí?
¡Rayos!, Edward se quiso golpear, se había preparado para
muchas preguntas, llevaba una carpeta con referencias de sus habilidades e
incluso habia conseguido una carta de recomendación del señor Scott, estaba
preparado para todo… menos para explicarle a un extraño los motivos de su
renuncia a Swan S.A.
- ¿Personales?
Aunque su idea no era que su respuesta sonara como una
pregunta, no pudo evitarlo.
- ¿Personales?... ¿a qué te refieres?
Luego de una respiración profunda, Edward comenzó a relatar
una versión resumida de su vida desde que había sido aceptado en Swan S.A.,
para cuando la entrevista concluyó, no solo el señor Green había llenado el
cargo que tanto le urgía, sino que Edward había encontrado la forma de
demostrarle a todos que podía hacerse caso de su familia…
Y que muy pronto juntaría el dinero para ese anillo que
deseaba poner el dedo de su novia.
Besos, Joha!!!
omg!!! eso es una bomba, mejor dicho un arma de doble filo, por ke ke es lo ke pasará cuando sus enemigos se enteren ke la cobra está embarazada????v obvio se volverá un blanco vulnerable
ResponderEliminarOMG, que habrá hecho cambiar a La Cobra, será Ed??
ResponderEliminarYo quiero es saber que pasó con Renné :@
awwww.... no quiero hacerme ilusiones...
ResponderEliminarAaaaahhh!!! Lo gritará a los cuatro vientos, qué bueno!! No me la imagino en otra revista, en todo caso.
ResponderEliminarsolo espero que esto no se convierta en un problema por que de seguro va a ser un arma para sus enemigos
ResponderEliminarla cobra esta feliz!!!!!
ResponderEliminarAhhhh bella soltaraaaa la noticia de que está embarazada..estará cambiando por que está nuevamente con edwardd mmmm...veremos que sucede cuando leamos el capitulo completo tu siempre nos sorprendes...jajajaja!!!!!besos que tengas una buena semana!
ResponderEliminarWhooo yo creo que estar bien con Edward y que la mama no esta viva creo que por eso...
ResponderEliminarsu estado la hace vulnerable y cambiante!!!!!!, espero q edward este detrás de todo esto!!!!! ellos deben de estar juntos no??????? espero el cap pronto!!!!
ResponderEliminarMierda mierda mierda, donde esta esa mala noticia de la que habla charlie?? Algo me huele muy mal por aca. Solo espero que la entrevista no se vuelva algo negativo para todos u.u
ResponderEliminarAme este cap!!! Me encanta que Edward tenga esta actitud!!
ResponderEliminarKarla cullen hale
muajajajaja, gracias!!!!!
ResponderEliminarHola Joha me encanta que las cosas vayan mejorando con Edward y Bella que bueno que Edward consiguio el trabajo espero que pronto pueda comprar ese anillo que quiere darle a Bella y en cuanto a Renne mero por saber que fue lo que realmente paso con ella por favor hasta el siguiente capitulo
ResponderEliminarsaludos y abrazos desde México
Me encanta cuando las cosas van bien entre ellos y entiendo perfectamente la actitud de Edward al querer buscarse un trabajo ajeno a Swan S.A porque siempre ha sido ambicioso y el conseguir las cosas por sí mismo en este momento es importante para él
ResponderEliminarLa cobra ya no es tan cruel me encanta aun que tambien puede ser una debilidad
ResponderEliminarHolaaa Joha excelente que puedo decir edward me encanta como quiere cambiar de trabajo por que le va a hacer bien así mismo aparte que no quiere que piensen que es un mantenido y demás está haciendo algo por el mismo y lo veo perfecto me alegro por edward me gusto el capitulo...y Ahh cuando salga en las noticias el embarazo de la cobra uff se armara un terrible revuelo...!!!!!! Gracias Joha...que tengas una buena semana...! Besos! Y queeeee maravillosoooo que estenn juntoss siiiii!!!
ResponderEliminarOhhhhhhhhhh que lindooooo Edward ojala salga todo bien en el capitulo que viene xD
ResponderEliminarme encanta parece que estos dos por fin ya estan juntos... la actitud de edward me gusta es muy valiente y la cobra debe de estar orgullosa... quiero leer el proximo capitulo yaaaaa... es emocionante comova avanzando la historia.
ResponderEliminarun besito y cuidate
Me encantó! muy buen capitulo.... Besos Joha!
ResponderEliminaray!! cristo santo!!!!!!! la bella cobra esta en la cima de la felicidad!!! un hijo del amor!!! del amor q ella se había negado!!!!!!!!! ahora esta a flor de piel!!!, ed luchando por su familia!!!!!! dios como amo a ed!!!!!!!, esto esta maravillosamente intenso!!!!!!, ya quiero una noche de sumisión total!!!!! se lo merecen este par de enamorados!!!!!, publico!!! todo se hará publico!!!!!!!, bella estará vulnerable, pero tiene a su gladiador q luchara por ella y su hijo!!!!!!!!!, un cap endemoiniadamente apasionado!!!!!!!! mil besos bella Jo!!!!!
ResponderEliminarLa actitud de Edward la encuentro fascinante y esa característica suya de hombre luchador, uff me enamora y no se porque, sera un gran impacto que La Cabra anuncie su embarazo va a dejar a muchos con la boca abierta.
ResponderEliminarGracias por el cap.
sumiso y luchador, dos polos opuestos en un mismo hombre! fascinanteee! me encanto el cap!! graciasss!!!
ResponderEliminarbesitosssssssssssssss
morireee.... esperando la sublime negativa de acompañarla al viaje... ajajaja sera divertidooo....
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