Resiste - Capitulo 25

Hola!!. Aca esta el capitulo como se los prometi. Chicos, les pido por favor que comenten los post que dejo, porque necesito saber sus opiniones, de eso se trata el Blog.

Ahora una pregunta... ¿Tanya es buena o mala en este fic?

Summary: Sin esperar nada mas le dio una rápida apretada a mi entrepierna, la que aunque no se puso dura comenzó a reaccionar, enseguida se giro como si no hubiera pasado nada y salio de mi casa… Creo que si tendré que aprender a Resistir. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.

Capitulo 25

Siempre me había considerado una persona respetuosa de las leyes del tránsito, calmada para manejar a pesar de que disfrutaba de la velocidad, en fin, una de las muchas personas que maneja con gusto pero porque tiene que hacerlo.

Mi cabeza solo se preocupo de reproducir una y otra vez las palabras de Tanya, ella quería alejarme de Bella y eso no lo podía permitir, mire de reojo el velocímetro y se me debería haber salido el alma al ver que ya rebasar los 150 kilómetros pero en vez de sacar el pie del acelerador, pise el embriague y pase un cambio más para aumentar un poco más la velocidad, necesita llegar cuanto antes a mi destino y eso era lo único que de verdad me importaba.

Me pase un rojo sin asco alguno y sin siquiera disminuir la velocidad, iba ensimismado y hubiera seguido así si no se me hubiese cruzado una pareja en el camino, frente de tal forma que hasta vi una especia de humo alzarse por las ventanas, seguramente había quemado los neumáticos.

Apoye mi frente en el manubrio y alce mi vista para ver a una joven de cabello caoba demasiado similar a ese que me quitaba el sueño acompañada de un chico que la abrazaba y me veía demostrando que era capaz de dar su vida por ella.

- Lo siento mucho – hable a través del vidrio de mi lado que estaba abajo – de verdad que lo siento

- Tranquilo – la chica me sonrió y aunque le costo movió al que supuse era su novio de mi camino

Aunque me costó un poco retomar la marcha lo hice pero esta vez más calmado, entendí que no le servía a Bella muerto.

Parece que una vez que baje mis revoluciones el camino se me acorto bastante, porque me pareció una nimiedad de tiempo lo que me tomo terminar mi recorrido hacia la casa de los padres de Bella.

Con mucho ánimo baje de mi auto y toque el timbre, no sabía si lo que Tanya había dicho o si tenía algo que reclamar en caso de que Carlisle y Charlie si hubieran prohibido que siguiera viendo a Bella, ante que todo ella era menor de edad y yo como padre entendía mejor que nadie que lo primero siempre es la salud y el bienestar de nuestros hijos.

- Señor Edward – la mucama tenía una expresión que me indicaba que estaban esperando por mi – los señores lo recibirán en el salón

Me incito a que dejara mi saco y así lo hice, sentía calor y no necesitaba peso extra alguno.

Cuando estuve listo seguí a la chica hacia el salón, recordaba perfectamente donde estaba así que el camino se me hizo corto, aunque en cuanto entre al cuarto todas mis peores suposiciones se volvieron realidad.

Solo hacía falta ver el rostro de los que un día considere como los mejores suegros para darme cuenta que algo andaba mal.

- Buenas tarde – aunque tuviera ganas de gritar en algún lado de mi logre recordar mis modales

- ¿Cómo estas Edward? – Charlie estiro su mano hacia mí la que no dude en tomar

- Creo que el como estoy dependerá de mi charla con ustedes

La mirada que se dieron me dio un estirón en el corazón, no me gusto para nada, pero tal parecía ser que tendría que acostumbrarme.

- Siéntate Edward – hablo esta vez Carlisle

Sin decirles nada tome asiento en el sofá que me indicaron, quede frente a ellos y esto cada vez se estaba pareciendo mas a un juicio.

- ¿Es verdad…? – el resto de las palabras se me atoraron en la garganta, tenía que ser un hombre así que respire y volví a buscar mi voz - ¿Es verdad lo que dijo Tanya?

- Si

Cerré inmediatamente los ojos ante las palabras de Carlisle, ellos eran de los pocos que veían con buenos ojos mi relación con Bella y para ser realistas, su opinión era la única, junto con la de Deme, que me importaba de verdad.

- Creemos que es lo mejor… por ahora

Aunque lo ultimo debería haber sido un sedante a mi dolor, no fue suficiente para tan grande sentimiento que estaba sintiendo en mi pecho.

- Ustedes no saben lo que es mejor para ella – se que no debería haberlo dicho así

Supe que había cometido un error cuando vi las caras de terror que pusieron al escucharme.

- Perdón – apresure mi disculpa – es que no la vieron hoy… ella me necesita así como yo la necesito también

- Estamos enterados de todo – Charlie puso una de sus manos sobre la rodilla de Carlisle cuando lo vio con ánimos de interrumpirlo – Tanya nos informa de todo lo que tiene relación con nuestra hija

- ¡Tanya está loca! – me levante de la rabia – ella lo único que quiere es separarme de Bella

- Edward – Charlie me indico el sofá para que volviera a tomar asiento

Ya me había descontrolado mucho para algo que tenía que ser una charla tranquila, así que sin chistar hice caso.

- Ustedes no entienden – apoye mis codos en mis rodillas para estar mas cómodo – Tanya está tomando malas decisiones

- Edward – Carlisle esta vez tenia lagrimas en los ojos así que me erguí un poco – lo único que queremos es el bienestar de Isabella y…

- Bella – lo corregí en un murmullo

- Tanya nos pidió que usáramos su nombre completo, dice que los diminutivos la disminuyen a ella también – la justifico Charlie

Cerré por enésima vez los ojos y conté hasta diez, la doctorcita Denali ya me estaba llenando, se creía que sabía lo que era mejor para Bella y estaba tomando las peores decisiones.

- Como te estaba diciendo – retomo Carlisle – como queremos el bienestar de nuestra hija es que por ahora haremos lo que consideramos mejor para ella

La decisión y determinación tanto en sus palabras como en su rostro me indicaron que replicar no serviría para nada.

- Lo sentimos mucho, pero por ahora ambos tendrán que resistir sin el otro – concluyo Charlie, en él por lo menos vi un poco mas de pena por mi

- Esta bien – con toda la calma me levante – mañana mismo tendrán mi renuncia

- ¡Eso no es lo que queríamos decir! – ahora fue Carlisle el que se levanto con mucha fuerza

- No estás despedido Edward, no queremos mezclar las cosas… eres un excelente profesor y no creemos que lo que pasa con Bella sea suficiente para que dejes tu trabajo

- La amo – declare – pensé que lo sabían y lo entendían

- Ella aun es tan joven – si por algún tiempo había considerado a Carlisle una muy buena persona, rápidamente estaba haciendo que cambiara mi parecer – y aun le queda mucho por vivir… por conocer

- Los entiendo muy bien – les di mi mas cínica sonrisa – dejare mis clases listas y a mi sustito en el puesto y me marchare

- Edward… si quieres alejarte de todo lo que tenga relación con Bella no necitas…

- Oh no – les sonreí pero ahora con mas sinceridad – me alejare del colegio pero no pienso rendirme con Bella, algún día ustedes se darán cuenta que mi amor por ella es sincero y no quiero que tengamos mala relación, por eso renuncio… ustedes no lo ven ahora pero Tanya no está haciendo lo mejor para Bella

Sin esperar ninguna respuesta me gire y apresure a salir de ahí, menos mal que mi abrigo estaba colgado al lado de la puerta así que lo tome y sin mirar atrás me subí a mi auto y comencé a alejarme de la que una vez considere como al casa con las personas más comprensibles que había conocido.

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- ¡Tengo una cerveza fría en la cocina! ¡APURATE!

No me sorprendió que mi hijo estuviera esperándome o que ya se hubiera enterado de algo de lo que paso, así que solo sonreí y me encamine a la cocina.

- Gracias – tome la fría cerveza que me tendió

- Así que ahora eres cesante… deberíamos comenzar a racionalizar la comida – murmuro al abrir el refrigerador

- No seas idiota

El Edward antiguo se hubiera sentido ofendido y se hubiera molestado, pero este nuevo Edward lo tomo como lo que era, una broma de parte de mi hijo.

- Supongo que cocinaste algo – le arroje una servilleta al rostro

- No te acostumbres – me apunto con la cuchara de palo que estaba revolviendo la olla – como ahora eres cesante, serás tu quien me tenga la comida caliente cuando llegue a casa

- ¿Sabes que no tenemos problemas de dinero no?

Preferí hablarlo ahora antes de que Demetri comenzara a pasarse historias que no eran tales.

- Lo sé – se encogió de hombros – además mi madre me manda una mensualidad – alzo ambas cejas juguetonas, eso yo no lo sabía – creo que Aro aun piensa que tiene que pagarle por sus servicios

Aunque no me gustaba para nada que Deme hablara así de su madre, no tenia como defenderla, Rosalie fue una mierda con él cuando más la necesitaba así que su odio por ella estaba totalmente fundado.

- Quizás ahora cambia – aligere el ambiente

- Ya veremos – se encogió de hombros

Demetri sirvió la cena en la mesa de cocina, nunca usábamos el comedor, no le veíamos sentido para dos personas.

Mientras Deme termina de ordenar un poco, yo fui al refrigerador y saque otras cervezas, no debería tomar entre semana, pero creo que por hoy me lo merecía.

Había preparo pasta con salsa blanca, no era un plato muy complicado pero la verdad es que sabia riquísimo, así que casi no hablamos mientras comíamos. Cuando me levante a servirme el segundo plato me di cuenta que después del almuerzo no había comido nada, ya eran más de las nueve de la noche así que mi hambre era totalmente justificada.

- ¿Bella está embarazada?

Fruncí el ceño ante la repentina y estúpida pregunta de mi hijo.

- ¿De dónde saco tu mente algo como eso?

- Es que comes como una embarazada y hoy nos pasaron ese síntoma extraño en donde el hombre tiene los síntomas de las mujeres – se encogió de hombros

Desde que supo que quería estudiar medicina y comenzó a leer sobre el tema, es que relacionaba todo lo aprendido con la vida cotidiana, antes lo encontraba tierno pero ahora ya no lo era tanto.

- No lo está – rugí

- Pero podría – sabía que no era un tema agradable para mí pero aun así siguió picándome

- No – le sonreí con arrogancia – yo siempre uso condón… ¿TU?

Por su rostro supe mi respuesta, lo mío no era totalmente cierto pero eso él no tenía porque saberlo.

- Bien – bajo la mirada avergonzado – supongo que todavía tendré que guardarme los juegos que me aprendió

Deme siempre había querido un hermano y quizás lo tendría en un tiempo, pero aun así me sentía mal por no haberle dado una juventud más normal.

- Así que – corrió su plato para apoyar sus codos en la mesa - ¿Cuánto quieres ver a Bella?

- Mucho – suspire y también corrí mi plato – pero creo que después de hoy mi presencia está un poco – ironicé ese “poco” – restringida en el lugar

- ¿Y si te dijera que hay otra forma de entrar?

Ese movimiento de cejas lo conocía muy bien y sabia que no venia algo bueno de él.


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Besos, Joha!!!