martes, 19 de abril de 2011

Rescatame - Capitulo 25


Hola!!!. Aca esta el capitulo completo. Besos!!!

Summary: Vivo un infierno y ruego porque algún día llegue un ángel a rescatarme, pero se que es imposible, así que es mejor escapar a mi lugar. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.

Capitulo 25


- ¿Me veo bien?

Alise un poco las mangas de mi chaqueta que a pesar de haberla planchado con mucho cuidado sentía que seguía arrugada, pase nuevamente mi mano y me arrepentí, estaba tan nerviosa que las manos me sudaban, mismo sudor que quedo marcado en mis mangas, me frustré tanto que unas pequeñas lagrimas se me escaparon de los ojos, no sé que me pasaba pero últimamente estaba demasiado bipolar, Esme decía que era por el embarazado pero yo pensaba que era la cantidad de emociones resentidas.

- Mi niña… - Esme tomo mis manos y me las sostuvo con firmeza para que no las moviera – estas hermosa así que quédate tranquila


- Bien – respire honde y trate de sonreírle a Esme pero no me salió más que una mueca algo rara

- Ahora será mejor que bajemos… Edward esta hace mucho esperando por nosotras

- Quiero que esto salga bien – me agache un poquito para tomar mi bolso el cual me colgué en el hombro – esto es muy importante, de verdad quiero agradarles

- Toda saldrá perfecto

Salí por la puerta e inmediatamente me tope con el pasillo, no voy a negar que era algo extraño vivir en un lugar casi 20 veces más pequeño de lo que estaba acostumbrada desde que nací, pero a pesar de ser tan chico el lugar el amor era enorme, tenía toda la razón el dicho “la casa es chica pero el corazón grande” jamás había tenido tantos días de alegría pura y sincerara.

Al principio no estaba muy convencida de mudarme, temía que Emmett usara cualquier cosa para alegar lo que fuera y librarse de los cargos que recaían en él, pero gracias a Kate, la cual ahora adoro, se pudo demostrar que el ambiente de la mansión solamente estaba perjudicando mi salud mental y era verdad, tantas paredes sin sentidos, silencios profundos, obras de arte con inimaginable valor, tantas cosas que para muchos podían valer fortunas pero para mí no eran más que cosas que se aculan con los años y es que después de todo eso es lo material, productos que se aculan con el paso del tiempo, cosas que si tienes dinero puedes comprar, pero de valor sentimental nada.

Solo saque unas cositas que había comprado para mi bebé, las joyas de mi abuela Marie, las fotos que había logrado sacar cuando me fui de casa y que por muchos años me mantuvieron cuerda, ver que mas de alguna vez reí con sinceridad, aunque eso haya sido hace 20 años atrás era esperanzador ya que si una vez reí con sinceridad podía volver a hacerlo, y eso estaba haciendo, hoy estaba sonriendo porque ya todo había quedado atrás. Mis documentos personales estaban todos reguardados bajo llave así que en una maleta me cupo todo, solo procure cerrar bien la casa y mandar a los pocos empleados que quedaban a casa con una buena liquidación de sueldo, por supuesto que eso salió de mi herencia, tenía las cuenta de Emmett a mi entera disposición los primeros días pero aun así no toque nada, y de todas formas Edward me había dicho que las cuentas se bloquearían hasta que terminar la investigación.

Cuando presione el candado que cerraba la casa me sentí libre por milésima vez en tres días, todo se estaba dando de la mejor forma.

Anduve los pocos pasos que separaban nuestro cuarto con la sala y sonreí al ver a Edward mirando la televisión en nuestro sofá de segunda mano… ¿Esto es lo que hace el hombre mientras una se arregla no?, el cuadro perfecto para la familia que estábamos formando con Edward.

- Estoy lista – llame su atención

- Menos mal – apago la televisión con el control remoto y se giro a mirarme – bueno, creo que valió la pena la espera

Se me acerco hasta que pudo besar mi cabeza, simple gesto pero hermoso.

- Bueno tortolitos… - ambos giramos para ver a Esme - ¿Están seguros que quieren que los acompañe?

- Es una reunión familiar – le recordó Edward riendo y pasando su brazo por sus hombros – así que tienes que estar ahí… es lo que correspondo – la movió un poco hasta que logro hacerla sonreír

- Ya hablamos de esto la regañe… necesito a alguien de mi lado ahí – le guiñí el ojo y Esme ensancho su sonrisa

Los tres nos encaminamos hacia el pequeño y modesto auto de segunda mano que Edward había adquirido ya que por más que le quise regalar el volvo que sabia que quería él se negó y dijo que era feliz con su viejo Nissan del 90, por lo menos andaba bastante bien y que el color estuviera degastado era lo de menos, sé que no se sintió muy bien cuando lo vi, quizás pensó que le había ofrecido el volvo para mi propio placer pero estaba muy equivocado, lo amaba mas por ser empeñoso y no un mantenido, él quería darnos a nuestro hijo y a mi todo lo posible pero también aceptaba mi ayuda y con eso volvía a amarlo mas, así que en resumen dudo mucho que algún día deje de amarlo más que el día anterior.

El camino hacia la casa de Edward no fue muy largo, parece ser que nuestro departamento estaba en un barrio cercano a la casa de los padres de Edward, buen punto que nunca estaba demás.

- Ya llegamos – Edward estaba estacionado y sacando la llave del contacto

- Bien – respire un par de veces antes de prepararme para bajar

Con Esme nos quedamos unos pasos atrás mientras Edward tocaba el timbre de la casa, no se veía muy grande pero para nada pequeña, creo que del tamaño justo para una familia con dos hijos, bueno, ahora uno porque Edward vivía conmigo.

Vi como la espalda de Edward se perdia al interior de la casa y como Esme me animaba a seguir, no me quedo otra que entrar a la casa hasta que me tope con unos ojos negros y profundos pero que a mi parecer a simple vista eran tan dulces como los de Esme, ella era mi suegra.

- Hola – estire la mano rezando porque no notara lo sudada que estaba

- No se saluda de mano a la suegra – me encogí ante el tono tan frio de la mamá de Edward

No quiero sonar como una mártir pero han sido tantos años de malas palabras hacia mí que una mas no es más que normal, solo Esme y Edward me han tratado con cariño. Mire mi mano extendida y en seguida la retire quería empezar con el pie derecho, amaba a Edward con el alma y tendríamos un hijo, esto era por siempre y tener mala relación con su madre solo complicaría las cosas así que si tenía que agachar el moño ahora lo haría.

Mire a Edward y le sonreí, se veía demasiado relajado con todo y bueno él conocía a su madre mejor que nadie, ni siquiera me había percatado de las otras dos presencias en la sala, estaba demasiado preocupado por agradar a mi suegra.

- Yo… - iba a disculparme pero no sabía como

- Oh niñita – de pronto que quede tiesa porque sus brazos me estrujaron como nunca nadie lo había hecho – somos familia… la familia se abraza para demostrar su cariño

¡Malditas hormonas!

Cuando me vine a dar cuenta estaba llorando como una magdalena, en los meses anteriores casi no había tenido síntomas del embarazo, creo que mis preocupaciones eran demasiado alejadas del embarazo en si para si quiera disfrutarlo, puede que para algunos suene a locura pero sentir nauseas, antojos y hasta ponerse a llorar porque el sol está muy grande y cerca de la tierra es algo lindo, porque uno sabe que son parte del mismo embarazo.

Sentí como el abrazo de Lizz comenzaba a tornarse más como un consuelo que como otra cosa, masajeo mi espalda y poco a poco los espasmos comenzaron a pasar.

- Bueno… creo que mi nieto va a salir un poco llorón – ahora me estaba riendo como desquiciada por un simple comentario, aunque tengo que reconocer que no era la única, toda la sala estallo en carcajadas

¡Benditas hormonas!

¡Bendito embarazo!

- Dejen tranquila a mi niña que esta sensible – Esme me sonrió y me sentí mucho más relajada aun

- Bueno… quiero presentarte a mi novia Alice – estire la mano a la chica pero ella si me miro con algo que no era simpatía

- Hola – rápidamente recogí la mano que no tomo para que no se notara pero aun así fue evidente su desaire

- Perdona a Alice – me sonrió el padre de Edward – pero cree que eres como las típicas niñitas ricas de las teleseries

Tuve que sonreír ante eso, era normal para una chica de 13 años comparar todo lo de su vida con lo que veía y leí, por lo menos yo lo hacía hasta que descubrí que la realidad es siempre lo opuesto a lo que imaginas.

- Esta bien… y si te soy sincera – me dirigí a la chica – yo también pienso lo mismo de las chiquillas ricas – y sip, estaba siendo totalmente sincera

- Yo…

- Tranquila – Edward le sonrió mientras rodeaba mis hombros con sus brazos – ya tendrán tiempo para conocerse

- ¡Claro! – habló mi suegra – ahora es hora de que comamos

- Menos mal – se levanto de golpe Jasper del sofá – ya siento un hoyo en mi estomago

- Modales – murmuro su padre

- Bien… yo te ayudo a poner las cosas en la mesa – se apresuro Esme

Y ahí me di cuenta que yo también podía, ya no tenía que quedarme en la sala fingiendo una sonrisa y buena pose mientras todos hablaban de temas frívolos y que no me interesaban en lo mas mínimo.

Emmett no tenía sus padres vivos y por eso nunca pase por esta sensación pero creo que hasta conocer a mis suegros era algo normal y natural porque deje detrás de la puerta cualquier temor infundado que traía.

- Yo voy con ella – me apresure a seguir a las dos mujeres

Llegue a la cocina y estaban todos los muebles ocupados con platos con comida y todo se veía exquisito y casero.

- ¿Llevo esto a la mesa?

Señale las ensaladeras que estaban perfectamente ordenadas.

- No… le falta aliño – me sonrió Lizz mientras la veía exprimir unos amarillos limones

Mire a Esme sin entender mucho, ella siempre ponía los aliños en la mesa y cada uno sazonaba a su gusto.

- Es mejor así – me guiño el ojo – de esta forma queda todo mucho más rico

- ¿Y entonces porque lo hacía tu de la otra forma?

- Porque a tu madre no le gustaba el aceite y a tu padre le hacía mal la sal… además – sonrió negando con la cabeza – Renée decía que no entendía cual era el sazón justo

- Mi madre está mal – ya por lo menos no me causa tanto daño recordarla

- Bueno… acá al que no le gusta se aguanta – declaro Elizabeth

- Me parece – reí – y espero que Edward no sea regañón porque solo se cocer pasta por el momento… y creo que el libro que me regalo Esme lo hará probar muchos errores que tendré en la cocina

- Hombre que no come carne quemada sin chillar no es hombre – rio mi suegra

- Toda la razón – coincidió Esme

- ¿Y tú no tienes novio? – Lizzie miro a Esme

- Yo…

- ¡Esme! – chille, no tenía idea de que tuviera algo con alguien

- Bueno… yo conocí a alguien – inmediatamente sus mejillas se colorearon – más bien es alguien con quien me reencontré

- ¡Ahhh que felicidad! – deje todo de lado para correr a abrazarla

- Se llama Félix y es el cuñado de mi hermano

- Algo así como un concuñado ¿no? – la interrogó Lizz

- Algo así

Después de la pequeña declaración llevamos las cosas a la mesa y servimos la comida, me encanto poner los platos mientras todos los demás hacían otra cosa. Cuando entre todos tuvimos todo listo nos sentamos a comer.

- Bueno… quiero proponer un brindes por las nuevas integrantes de la familia – Carlisle alzo su copa con gaseosa y todos los seguimos

- Y por el novio de Esme – la aludida se sonrojo ante las palabras de la dueña de casa haciéndonos a todos reir

El resto de la tarde paso de lo mas amenas, todos querían que mi bebé hiciera alguna gracia como moverse pero aun estaba muy pequeño y por mas que le hablaron y hablaron no lograron nada. Después de unos cuantos minutos pasada la cena Alice se logro relajar y ya no me miraba con tan mala cara, era chistosa la chica pero demasiado madura y aunque suene feo algo amargada pero creo que era totalmente comprensible ya que casi gracias a su trabajo era que podía estudiar porque sus padres no le daban nada y era solo una chica de 13 años.

Cuando ya se hizo lo suficientemente tarde decidimos retirarnos, íbamos a pasar a dejar a Esme donde su hermana, por ahora se estaba quedando ahí y no dudaba que pronto decidiera mudarse a la casa de al lado más precisamente a la de Félix.

- Bueno mis niños… muchas gracias por tan lindo día – nos dio un beso en la mejilla a Edward y a mí y se bajo

Edward emprendió camino a nuestro departamento y por fin sentí que era el momento de intentar pasar a algo mas con Edward, hace poco que habíamos vuelto pero aun no había pasado nada, o sea que desde hace meses que no hacíamos el amor y sentía que hoy era la noche en que volvería a ser mujer entre sus brazos.

Entre yo primero al departamento y espere hasta escuchar la puerta cerrarse, justo en ese momento me gire con toda la determinación que encontré en mí y me subí a las caderas de Edward para tomar sus labios entre los míos, moví mi boca y saque a jugar mi lengua para excitar a mi… ¿novio cierto? Quien no demoro en llevar sus manos a mis nalgas para apretarme con su prominente pene erecto.

- Vamos al cuarto – susurre en su oído

- Vamos a inaugurar el departamento – me sonrió y corrió por el pasillo


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Besos, Joha!!!

7 comentarios:

  1. me encanto el capi ..... un abrazo gandote.

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  2. Muy buen capitulo, era justo que algo le pasara bien a la mensa esta!

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  3. seguiras con la historia, o ya termino??? si seguiras con ella avisa cuantos capitulos faltan

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  4. genialllllllllllll me gusto mucho el capi!!!!!!!!!!!!!!!!!!! besotes johaa

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  5. por finn!
    Espero que ahora ia le vaya mejor, uff despues de todo lo q paso ..
    bueno el papa de Edward es carlisle??
    besiitoss johitA!

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  6. si bella se va a llevar bien con la familia de ed estuvo

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  7. Pienso que si, todo dependará de que cómo tengas pensado que forma darle al carácter de Elisabeth, pero personalmente creo que no habrá problema, al menos con ella. Con el resto veremos...

    Muacsss

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