domingo, 24 de abril de 2011

Princesita - Capitulo 19

Hola!!. Chicos, en cuanto pueda subire MOV, estoy donde mi abuela y me es muy dificil escribir. Besos!!!

Summary: Isabella Swan es una princesa bastante fuera de lo normal... generalmente son los hombres los que tienen muchas amantes, por eso ella no se quiso quedar atras. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.

Capitulo 19


Esta había sido la noche mas corta de mi vida, algo dentro mío me decía que era porque el estar entre los brazos de mi esposo hacia que el tiempo pasara demasiado rápido, pero otra parte, muy pequeña eso si, me decía que me sentía un poco mal por Ángela.

Me puse la bata que descansaba a un lado de mi lecho, ya con mi cuerpo cubierto por la seda me gire y vi a mi amado durmiendo placidamente, sonreí ante la sola imagen de su cuerpo desnudo tapado solo con las suaves sabanas.

Me apresure a salir antes que se despertara, había algo que tenia que hacer sola, algo por mi, la razón por la que había iniciado todo esto.

Afuera de nuestros aposentos estaba redoblada la guardia, mire a los cuatro y ninguno de ellos eran Demetri ni James, así que supuse que al ser los hombre de mayor confianza de mi padre, estarían custodiando a el calabozo.

En cuanto llegue frente a la puerta del calabozo Demetri me quedo viendo, no tuve mas que hacerle un gesto con la cabeza para que abriera la puerta, él sabia muy bien que yo estaba dentro del cuarto anoche cuando paso lo de Ángela y Edward, se que ellos estaban al tanto de que todo esto no era mas que un plan mío, y así como se que nunca dijeron ni nunca dirán nada sobre lo que paso con ellos, se que tampoco nunca de sus labios saldrá una sola palabra sobre lo que en realidad sucedió anoche, creo que después de todo no puedo ser tan mala si puedo contar con este nivel de confianza de parte de mis empleados.

- Hola – mantuve la mirada en alto y solo baje los ojos ante el estropajo que estaba frente a mi

- ¿Qué mierda quieres? – vi la mueca de dolor que le debía causar el hablar, después de todo su rostro era un verdadero asco

- ¿Por qué? – me cruce de brazos esperando por mi respuesta

- ¿Por qué que? – una sonrisa, más bien, una mueca de sonrisa, cruzo por su rostro

- ¿Por qué me enviaste esa carta?

- Ahhh – se quiso acomodar pero solo logro que un chillido de dolor se le escapara - ¿Por qué no? – se encogió de hombros

- Habla claro – su actitud solo estaba haciendo que me fuera mas fácil verla en las condiciones tan deplorables en las que se encontraba

- Bien – logro encontrar una postura cómoda – después de todo estoy condenada a ser decapitada

- No – fue mi turno de reírme – no vas a ser decapitada

- ¿Me vas a perdonar la vida?... ¿Quizás quieras otro trío? – de verdad que solo me estaba facilitando todo lo que iba a hacer

- No – me agache sin importarme que se me viera algo através de la bata o que me pudiera ensuciar – te van a lapidar – la mire directamente a los ojos esperando su expresión

Y claro, su primera reacción fue querer tocarme, pero de un solo paso hacia atrás la deje con las ganas, las cadenas se lo impidieron, la mire de arriba a bajo y me dio menos pena que antes, ahora solo quería su respuesta a la pregunta que le había hecho para poder cerrar este capitulo de mi vida.

- ¿Contesta lo que te pregunte? – mi voz sonó tranquila y parsimonia

- Bien – al ver que no podía alcanzarme volvió a su lugar – desde chiquita que soñaba con vestidos vaporosos y joyas – lo mire y tenia los ojos cerrados – mis padres eran muy pobres y no podían darme todo lo que yo quería… ¡Yo nací para cosas grandes! – abrió los ojos de golpe y vi la ira en ellos – así que como ellos no podían darme lo que quería los deje – se encogió de hombros – llegue a Volterra por mi cuenta… tuve que vender mi cuerpo mas de una vez para sobrevivir – miro sus uñas tan despreocupada que me sorprendió – cuando el burdel de la ciudad se dio cuenta que ya tenia varios clientes “particulares” – trato de hacer las comillas en el aire – me invitaron a formar parte de ellas… y ahí – su rostro se suavizó pero inmediatamente se endureció – conocí a Edward – se largo a reír tan fuerte que no pudo seguir hablando

- Continua – dije con los dientes apretados

No es que me gustara escuchar con cuantas se había acostado mi esposo antes que yo, así como a él tampoco le interesaba.

- ¿Le molesta no? ¿Le molesta saber que se acostó más mujeres de las que puede imaginar?

- No – mentí a medias – eso lo se – me encogí de hombros – así como él tiene su pasado yo tengo el mío

- ¿Es una perra? – me pregunto – es una perra – afirmo – apuesto que no llego virgen a la noche de bodas

- Apuestas bien – no tenia caso mentir – me acosté con todo el palacio… pero no es de eso de lo que estamos hablando… así que sigue…

- Cuando vi a Edward por primera vez fue como si el mundo se detuviera – ahora estaba soñadora – me enamore inmediatamente, ya me podía ver como la princesa de Volterra… mis sueños crecieron hasta el cielo, solo tenia que hacer que se diera cuenta de que él también me amaba porque yo lo sabia – la mire directo a los ojos y vi que de verdad tenia problemas – él me ama… es que no se da cuenta… por eso es que yo… yo tenia que hacer algo, así que un día fui a buscarlo a uno de los cuartos, lo encontré con una de las meretrices, estaban muy acalorados, ella gritaba mientras el la cogia por atrás – por su sonrisa supe que estaba tratando de enfurecerme pero no lo iba a lograr – pensé que era mi oportunidad… ¡Un hijo del príncipe! Ja – rió irónicamente – así que lo espere esa noche y cuando paso por mi lado ni me miro, me enoje tanto que me puse a llorar, la ramera que estaba con él salio y se burlo de mi, me contó que el príncipe se iba a casar y que ella iba a ser su amante oficial – respire hondo, sabia que habían muchas posibilidades de que eso fuera verdad – me dijo que no le gustaban las mujeres de pelo oscuro, ella era una rubia escultural… ¡NO TENIA DERECHO A DECIRME ESO! – ahora si que vi su vista perdida

- ¿Qué le hiciste? – la mire con los ojos entrecerrados

- Nada – se balanceo un poco – ella accidentalmente rodó por las escaleras… ¡EDWARD ERA MIO!

- Tu plan no consistía solo en la carta… ¿Cierto?

- No – negó con la cabeza – con la carta solo esperaba buscar contacto con la Princesita… quería que me trajera acá para…

- Matarme – termine por ella

- Exacto… pero estaba esperando… a que estuviera embarazada…

- ¿De que estas hablando?

- Una hierba… una hierba abortiva que mata – sus palabras sonaron tan tranquilas que me entro algo de miedo

- Estas loca – y eso que pensé por un momento que yo era la loca

- Lo se – se rió y sonó aun mas como loca – estas embarazada

- ¿!QUE!? – me levante de golpe

- ¿No lo sabia?

- ¿De que mierda estas hablando? – le hable tan cerca que casi mi nariz tocaba la de ella

- El té ya se estaba infucionando, lo deje preparando antes de ir a sus aposentos… si todo hubiera seguido su curso hoy en la noche la estaríamos velando… la ruda no falla

- Yo… yo no estoy embarazada – tartamudee

- Si lo esta – sonrió – y lamentablemente lo va a tener… así que puede estar contenta… a mi me van a lapidar y usted tendrá a su bebé

- Estas mas loca de lo que pensé… querías matar a un ser totalmente inocente

- No importa – se encogió de hombros - ¡YO TENIA QUE DARLE SU PRIMER HIJO A EDWARD!

Se comenzó a mover de tal forma que las cadenas que la detenían empezaron a hacer ruidos, sus gritos tampoco ayudaron, ya que en un segundo Demetri y James entraron.

- Princesita… ¿Esta bien?

- Si – enderece mi postura y enfrié mi expresión

- Felicidades… por su embarazo – se burlo Ángela

- Demetri… James – los tuve a los dos a mi lado - ¿Les gusta la perra? – jamás pensé verme en una posición tan dura pero una cosa era Edward y otra muy distinta un retoño de ambos

- Claro Princesita – James entendía a la perfección a lo que me refería

- Bueno – me gire a mirarlos – hagan con ella lo que quiera – vi sus sonrisas crecer – pero… que no disfrute nada

- Por supuesto Princesita

No dije una sola palabra mas y salí del calabozo, caminé sin saber a donde iba, tenia muchas cosas en mi cabeza, pero lo mas importante era que saber si las palabras de Ángela con respecto a mi embarazo era verdad, mis pies solos me llevaron a donde sabia estaba la única persona capaz de darme la respuesta que necesitaba, caminé pero en cuanto cruce la puerta del cuarto de Carlisle me pare en seco.

¿Estaba lista para ser madre?

¿Edward estaba listo para ser padre?

Un miedo desconocido me invadió y lagrimas por montones comenzaron a brotar de mis ojos, mire por el cuarto pero no había nadie, me tuve que resignar a dar media vuelta y salir, casi como un zombi me dirigí a mis aposentos a prepararme, Jessica ya estaba ahí y me ayudo, busque por el cuarto pero no había rastros de mi esposo.

- Jessica – hable en voz baja – ¿Ángela dejo alguna infusión en la cocina?

- Ahora que lo pienso si – apretó aun mas los lazos de mi corsé – dijo que era para usted… que era muy importante no tocarla – volvió a tirar de los lazos

- ¡Para!

- ¿Le hice daño?

- No – negué aun un poco ida – solo no apretes tanto los lazos y por favor bota cualquier cosa de ella que este en el palacio

- Claro Princesita

Si estaba embazada no iba a dejar que nada le hiciera daño a mi bebé.

Cuando termine de arreglarme me encontré con toda mi familia lista para dirigirnos a la plaza a presenciar la lapidación de Ángela.

- ¿Estas bien? – en cuanto Edward me vio corrió hacia mi – cuando desperté ya no estabas

- Tenia algo que hacer – trate de sonreírle

- ¿Vamos hija? – mi padre extendió una de sus manos hacia mi

- No – negué con la cabeza – no voy a ir – aguante de todas formas por retener las lagrimas – no quiero verla nunca mas… ni siquiera quiero verla morir

- Bella… - Edward me miro y vi preocupación en sus ojos

- Bien – dijo Lizzie – yo si quiero… esa ramera pagara por lo que le quiso hacer a mi bebé

Bebé, lleve inconcientemente mis manos a mi plano vientre.

¿Había vida ahí?

- Vayan – la voz de Edward me saco de mi ensoñación – yo me quedo con Bella

- Bien – hablo el padre de Edward – vamos

Los vi a todos perderse, y sentí la mano de Edward sobre mi vientre, las lágrimas se agolparon en mis ojos de tal forma que no pude hacer nada más que soltarlas y agarrarme de él para sostenerme.

- Amor – acaricio sus cabellos y me beso la frente - ¿Qué te pasa?

- Ángela – solloce – ella… me dijo que…

- ¿Qué mierda te dijo? – me miro y vi furia en él

- Que hoy iba a matarme a mí y a mi bebé – me apreté a su pecho y llore con mayores ganas

- ¿Qué bebé?

- Dijo que estoy embarazada – me solté para verlo a la cara y en vez de ver furia en ahí solo vi una gran sonrisa

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Besos, Joha!!!

4 comentarios:

  1. wiiiiii como va a estar enojado si la ama?? ahh q lindooo!!!

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  2. dios un bebe que lindo ..............Besos...

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  3. BEBE????....YOHOOOOOOOOOO!!!!!

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  4. Aaahhh!!!!! y yo que empezaba a sentir mas pena por Angela. Todavía no puedo creer que plan tan elaborado tenia, de verdad esta loca. De todos modos me alegro que ya no podrá hacerles daño a Bella, Edward o al bebe aaaww un bebe, me encanta esa parte.
    Así que seguiré leyendo para saber mas acerca de la sonrisa de Edward ante la noticia. Cuídate Joha que estés bien.

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