Summary: Una fría noche en Forks lleva a la despreocupada e inmadura Bella Swan directo a un destino que no eligió, una búsqueda que no quiere realizar y a un chico mucho peor que ella. Solo juntos podrán luchar contra los Lounders. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.
Capítulo 12
Tomé el jamón y lo puse sobre el pan para después ponerla la
tapa encima, pese a que el sándwich se veía rico, estaba seguro de que no sería
suficiente para el almuerzo pero la verdad es que no había nada más, ayer nos
la pasamos todo el día en la casa descansando que nadie se dio cuenta que la
despensa estaba vacía hasta ahora.
- Yo voy a ir a hacer las compras – rezongó Emmett al llegar
a la cocina.
- Sí, creo que es lo mejor.
Lo miré servirse un vaso de jugo, vació el cartón en su vaso
y lo botó a la basura – Creo que mejor me visto y voy ahora, me da miedo morir
de inanición.
- No seas exagerado – envolví ambos sándwich en toallas de
papel y los dejé a un lado. Volví a abrir el refrigerador con la esperanza de
encontrar algo más pero eso era imposible -, no puedo creer que ninguno
nosotros se diera cuenta que estábamos sin comida.
Movió varias veces las cejas, solo Emmett era capaz de
hacerme reír en un momento como este.
- Emm, trata de no decir cosas como esas en frente de Bella,
por favor.
Él hizo una mueca que no me gustó nada, casi como si lo
estuviera ofendiendo – Por supuesto que no Eddie, lo prometo – dejó el vaso
ahora vacío en el lavaplatos y me miró fijamente.
- ¿Qué? – pregunté al ver que no sacaba su mirada de mi.
- Nada – se encogió de hombros pero no se movió.
Iba a volver a preguntar pero escuchamos a Bella acercarse,
le di una mirada más a Emmett para que se comportara pero no me gustó porque
volvió a encogerse de hombros y a sonreí, eso no era buena señal de ninguna
forma.
- Emm…
- ¡Buenos días! – Bella ya venía con su uniforme, lista para
el trabajo.
En un principio no nos vio porque estaba terminando de
abrochar su chaqueta, pero en cuanto levantó la vista se quedó quita en su
lugar, la sonrisa de Emm había aumentado.
- ¡Bellita!... ¿Muy cansada?... ¿sabes?, no hay nada para
comer porque parece que ustedes dos estaban tan cansados ayer que no se
pudieron levantar para ir por algo de comida…
- ¡EMMETT! ¡cállate la boca!
- No – Bella puso una mano frente a mí a modo de detenerme
-, Emmett tiene razón, ayer estábamos tan cansados después de foll…
- ¡EY! – me puse en medio de los dos -, se acabó, es tarde y
nosotros tenemos que trabajar – miré a mi novia -, y tú – apunté a Emm -,
tienes que ir a hacer las compras así que será mejor que todos nos comencemos a
mover.
- Sí, claro…
Bella y Emmett se dieron una miradas que no me gustaron
mucho, esta parecía ser una pelea secreta entre ellos dos que no me daba muy
buena espina ya que de alguna forma me ponía a mí al medio.
Con algo de esfuerzo conseguí sacar a Bella del departamento
y guiarla hasta el metro, tomábamos líneas distintas pero aún así llegamos
hasta el andén, juntos. Antes de separarnos no pude evitar abrazarla con
fuerza, no nos habíamos separado desde que habíamos hecho el amor por primera
vez y ahora que había llegado ese momento como que no me estaba gustando esto.
Afiancé mi agarre a su cintura, quizás si fuéramos “normales” podría hacerle algún daño
pero sabía que su cuerpo era capaz de aguantar mi desesperado abrazo.
- Amor… necesitamos ir a trabajar – murmuró ella.
- Lo sé – murmuré sobre su cuello -, pero es difícil separarme
de ti.
Ella rio y me separó un poquito de su cuerpo – Para mí también…
¿sabes? – tomó mi chaqueta con sus manos haciéndolas un puño -, nunca pensé que
hacer el amor con alguien me hiciera tan dependiente de esa persona es como… no
lo sé – me miró y sus ojos parecían buscar alguna respuesta en mi rostro -,
¿siempre se siente así, Edward?
- No lo sé… yo estaba acostumbrado a tener sexo y aunque era
satisfactorio, muchas veces era solo una forma de descarga, pero nunca tuve esta
sensación de dependencia – tomé sus manos y las llevé a mi pecho para que
sintiera como mi corazón latía por ella.
- ¿Será… por lo que somos?
- Puede ser, puede que no… nunca he estado enamorado pero
creo que es normal sentir que si no estás con la persona amada es como si no
tuvieras aire.
Ahora fue ella quien me abrazó con fuerza – No quiero
separarme de ti – su voz salió amortiguada por tener su boca tan cerca de mi
pecho.
- Yo tampoco.
No me importó que estuviéramos en el metro ni la cantidad de
gente que estaba pasando cerca de nosotros, arrastré a mi novia hasta la pared más
cerca en donde la apoyé para poder atacar sus labios sin ninguna contemplación.
Bella me dio la bienvenida abriendo sus labios y sacando la punta de su lengua
para que rozara la mía, cuando sentí que mi entrepierna comenzaba a despertar
me separé de ella, con mucho esfuerzo eso sí.
- Podríamos escaparnos – murmuré una vez que apegué mi
frente a la suya.
- Sí, podríamos pero no podemos… tenemos que ir a trabajar –
odiaba ser responsable, pero en estos momentos no podíamos darnos el lujo de
perder nuestros trabajos.
- Es verdad – suspiró antes de volver a darme un casto beso
en los labios -, pero en la noche…
- Sí, en la noche.
Respiré hondo inhalando todo su ahora antes de retroceder un
paso.
- Ten – le tendí la bolsa de papel en donde había puesto su sándwich
-, no había nada más así que solo te hice un sándwich.
- Muchas gracias amor, es perfecto.
Tomé su rostro entre mis manos y le di un último beso. La vi
subirse en su vagón y después caminé hasta el mío.
Mi momento con Bella me retrasó un poco y por eso me había
ganado una reprimenda en cuanto llegué, habían varios papeles que ir a repartir
y yo ya iba en contra del tiempo, así que no bien dejé mis cosas en mi pequeño
casillero, me puse a recorrer las calles de Nueva York, gracias a mi condición física
tenía mucho más aguante, por lo que no tardé tanto como era de esperarse.
El último encargo que tenía era algo más personal del señor
Davis, ese maldito hombro estaba siéndole infiel a su esposa con una estudiante
de la Universidad de Nueva York, así que yo, como era su junior, tenía que ir a
pagarle la mensualidad a la chica, me daba pena sin conocerla, pero por lo
menos sabía que él no la estaba obligando a nada, ni haciendo nada malo con
ella, o si no ya hubiera sentido alguna vibra sobre él, quería pensar que esta
chica… Jane, era solo alguien joven que estaba tomando muy mala decisiones.
Cuando pagué todo lo que el señor Davis me había mandado a
pagar de su colegiatura, me vi con mucho tiempo libre y con una muy buena idea
sobre lo que quería hacer con él. Un restaurant chino estaba a la vuelta de la
universidad así que me apresuré a pedir un menú para llevar, miré mi reloj y si
quería estar a tiempo debía darme prisa.
Cuando entré a la tienda de ropa me sentí algo incomodo,
estar rodeado de tantas prendes intimas de mujeres no era mi lugar favorito de
ninguna forma, pero era donde trabajaba mi chica.
Algo perdido por no ver a Bella por ningún lado, me acerqué
hasta un colgador en donde había una pequeña braga, era demasiado pequeña para
que cobraran un por ella, por eso la tomé para verle el precio y como lo
supuse, costaba más que, incluso, un par de zapatos.
- ¿Buscas algo para tu chica? – solté la tela que tenía
entre mis manos y di media vuelta -, si quieres yo puedo servirte de modelo.
- Tengo novia – la miré con los ojos entrecerrados y sin una
pizca de humor.
- Pues yo no veo a ninguna chica a tu lado.
Quiso acercarse pero yo me anticipé y retrocedí, aunque no
mucho ya que un colgador lleno de bragas se me enterró en la espalda. Hice
contacto visual con la chica pero no pude hacerla detenerse.
- De verdad, mi oferta sigue en pie… puedo probarme lo que
quieras… de hecho, si quieres puedo meterme en un probador sin nada.
Bien, no era un experto en esto de los “poderes”, pero sí
estaba muy seguro de que cuando deseaba que alguien hiciera algo, podía
hacerlo. No grandes cosas, pero el que estaba chica se retirara,
definitivamente se incluía como una de esas pequeñas cosas.
- Puedo incluso masturbarme y…
La zamarreé intentando que reaccionara pero no lo hizo, en
ese momento me di cuenta que algo estaba mal en ella, algo que no era cien por
ciento natural. La miré con los ojos entrecerrados y viendo bien adentro supe
exactamente qué era lo que le pasaba.
- Bella… deja a la chica y sal de donde estás escondida –
hablé bajito para que nadie más me escuchara.
La chica seguía frente a mi pero sin moverse – Silvia… hay
una mujer esperando que la atiendan… ve.
La tal Silvia, salió de su aturdimiento y se dio media
vuelta sin siquiera mirarme, detrás de ella apareció mi novia que me miraba
mientras se mordía el labios inferior, podría enojarme con ella pero necesitaba
saber qué es lo que había hecho con la chica, la intriga podía más que
cualquier cosa.
- ¿Cómo hiciste eso?
Ella se encogió de hombros y terminó de llegar a mi lado –
Sabes que podemos influir en los sentimientos de los otros.
- Lo sé, pero esa chica parecía poseída – Bella mordió aún
más fuerte su labios y agachó la vista -, ¿Qué hiciste con ella?
- Yo… hace un tiempo que pensé que quizás podíamos hacer
esto, ahora… solo lo comprobé… yo no quería hacerle daño ni nada, te juro que
estaba en completo control.
- Sí, lo sé pero amor… esto no está bien, no podemos ir por
ahí controlando las acciones de las personas.
- ¡Pero Edward! – se me acercó más cuando se dio cuenta que quizás
había hablado muy fuerte -, ¿no quieres saber exactamente que somos capaces de
hacer?
- Sí, pero…
- No, Edward, mira – ella llamó mi atención -, creo que hay
cosas de las que ni siquiera somos consientes y si nos mantenemos en la
ignorancia lo único que vamos a conseguir es darles ventaja a ellos y eso es lo
que nos queremos.
Bella estaba moviendo sus manos y su boca a un mismo compás
que por un segundo dejé de escucharla solo para concentrarme en ella.
- ¡Edward!, no me estas escuchando.
Pestañeé para volver a concentrarme – Lo siento pero…
- ¿Dónde rayos tenías la cabeza?
Miré a mí alrededor y nadie parecía vernos así que la tomé
de la cintura y la apegué a mi pecho – En ti.
- Edward… - murmuró cuando mis dedos masajearon la porción
de piel en su espalda que quedaba al descubierto.
- ¿Qué pasa amor?
Me acerqué más a ella y disfruté al sentirla temblar – Ven.
Tomó mi mano y tiró de mí, no opuso resistencia ni dije nada
luego de que traspasamos la puerta de “No
entrar”, tampoco dije nada cuando me quitó las bolsas de comida china que llevaba
ni cuando me empujó hasta que mi espalda chocó contra una pared helada.
- ¿Vamos a tener sexo en tu lugar de trabajo?
Ella sonrió – Sí, vamos a tener sexo en mi lugar de trabajo.
Sus manos fueron directamente hasta mi cinturón y con gran
agilidad consiguió desabrocharlo, libero mi polla que ya estaba lista para ella
en cuestión de segundos.
- Bella…
Ella no dejaba de darme besos en mi cuello y yo necesitaba
concentrarme un poco más, así que con un poco de esfuerzo pude darnos la vuelta
y pegarla a ella a la pared, cuando la tuve así, la hice enrollar sus piernas
en mis caderas, su falda se alzó, así que lo único que tuve que hacer fue mover
sus bragas a un lado, comprobé que tan húmeda estaba y me sentí complacida al
sentirla completamente húmeda para mí.
- Edward… rápido… duro.
La penetré de golpe, llevé mis manos a su culo y la afirme
de ahí para poder arremeter contra ella sin ninguna contemplación.
- Oh mierda… te siento más apretada aún.
Saqué mi lengua y lamí desde la base de sus pechos hasta su
cuello, cuando sentí su pulso debajo de mis labios no me pude contener más y le
di un tímido mordisco que la hizo gruñir y al mismo tiempo apretar sus paredes.
No tenía donde más afirmarme por lo que la tomé con más fuerza de las caderas,
su coño estaba ordeñándome por completo y mis rodillas me amenazaban con dejarme
caer en cualquier momento así que si no quería que nos diéramos el culo contra
el suelo necesitaba concentrarme.
- Jodida mierda… ya me queda poco.
- Te siento… siento como estas más grande dentro mío… vamos
amor… déjalo ir.
Rugí al dar mis últimas embestidas y correrme dentro de ella,
antes no acostumbraba a hacerlo, siempre usaba condón pero ahora con Bella ni
siquiera recordaba hacerlo.
- Amor – aún estábamos unidos después de nuestros orgasmos
-, lo siento… me corrí adentro y…
- Sí, debemos tener más cuidado Edward… un bebé ahora no es
buena idea.
- ¿Pero no estás tomando la pastilla?
- Sí, pero…
La tomé del rostro para verla mejor - ¿Te parece si vamos
junto a un medico?, creo que sería bueno que nos hiciéramos un chequeo, ahora
que somos pareja única.
- Bueno, no es como si yo tuviera a alguien más en mi lista.
- Yo… - no quería reconocerlo pero mi lista era demasiado
grande, en los últimos años he follado tanto que ni siquiera me atrevería a dar
un número aproximado -, lo siento pero…
- Lo del médico me parece una buena idea… si tú estás de
acuerdo.
- Yo estoy de acuerdo con cualquier cosa que pueda ser buena
para nosotros y si tú tienes dudas sobre mis… experiencias anteriores – hice una
mueca por ello -, no dudes en decírmelo, yo lo único que quiero es hacerte sentir
bien.
- Me haces bien… muy bien, Edward.
- Bien, porque eso es lo que quiero.
Nos besamos un poco más y a regañadientes, conseguí salir de
su interior, mientras nos acomodábamos la ropa, recordé la comida que traía y
como nos quedaban solo un par de minutos para comer.
- Traje comida china – apunté las bolsas que habíamos dejado
a un lado -, pero necesitamos darnos prisa.
- Lo sé, parece que eres una distracción bastante grande
para mi trabajo.
Le sonreí y serví nuestras comidas en los platos de cartón
que me habían dado cuando compré la comida. Casi tragamos pero cualquier cosa valía
la pena por estar un poco más de tiempo con Bella y si era dentro de ella,
mucho mejor.
Cuando terminamos la comida se me hice menos difícil dejarla
porque ahora quedaba menos tiempo para tenerla toda la noche entre mis brazos,
ella misma me fue a dejar hasta la puerta de la tienda.
- ¿Por qué me trajiste comida?
Me encogí de hombros – Estaba cerca, tenía tiempo y no quería
que solo te comieras un sándwich.
- ¿Solo eso? – me miró con los ojos entrecerrados.
- Bueno… eso y que me moría por verte.
- Eres un tierno.
Con un último beso, me fui de vuelta a mi trabajo, ahora con
ánimos renovados, por eso no me afectó cuando lo primero que me dijeron al
entrar al edificio es que el señor Davis necesitaba hablar conmigo.
- ¿Dijo algo más?
Sofía, la secretaria me dio una mirada que no me gustó
mucho, era casi como de pena – No, lo siento Edward… pero él no se veía muy
feliz.
- Oh, bien…
Caminé hasta el ascensor y subí hasta el piso de la
presidencia casi sin respirar, no me agradaba el hecho de que pudiera perder esta
mierda de empleo pero necesitaba pensar en un plan de respaldo.
La secretaria del señor Davis se veía incluso peor que Sofía,
pero ella no me dijo nada, me apuntó directamente a la puerta así que solo pude
murmurarle un “gracias”.
- Permiso – hablé mientras abría la puerta.
- Edward… entra, jovencito.
No me agradaba que me dijera así pero omití ese hecho y
terminé por entrar a su despacho – Me dijeron que quería hablar conmigo.
- Sí – se sacó los lentes y los tiró lejos para después
masajear sus ojos. Era verdad, no se veía para nada feliz -, siéntate por
favor.
- Gracias – tomé asiento frente a él y no me di cuenta que
estaba tan rígido hasta que mi espalda comenzó a dolerme.
- Edward… ¿fuiste a la Universidad?
Hice una mueca con mis labios antes de abrirlos – No, señor.
- Lo supuse, y llevas en Percy Co. ¿Cuánto? ¿Un mes?
- Un poco más, señor.
- Bien y en este mes… ¿has entendido lo que hacemos?
Quise rodar los ojos pero me contuve - Percy Co. es un
Holding, se encargan de manejar una serias de empresas más pequeñas… pero por
lo que he visto, la principal fuente de trabajo es Crystal una aseguradora.
- ¡Exacto! – la sonrisa que puso no me gustó nada -, me
agrada saber que te has interiorizado en esto y es por eso que te quiero dar
una oportunidad, quizás no es mucho pero es un poco más de responsabilidad de
lo que estás haciendo.
- No entiendo.
- Hoy me acabo de enterar que mi asistente ha estado
vendiendo información calificada a la competencia… como podrás imaginarte lo
primero que hice fue despedirlo, ahora comenzaré un juicio en su contra pero lo
que más me preocupa es que dejó muchos papel en pésimos estados, ya que esta
situación venia desde hace un tiempo.
- Oh, lo siento.
- Sí, bueno, y aquí es donde entras tú… tú conoces muchos de
los documentos de los que hablo ya que tu eres quien los traía o los iba a legalizar
así que quiero que te hagas cargo de ello.
- ¿Me está ascendiendo? – creo que la emoción en mi voz se
notaba a leguas.
- No exactamente… quiero ponerte a prueba, ya has estado en conocimiento
de muchos de estos documentos y no has hecho nada con ellos así que prefiero
probarte a ti para el cargo que traer a cualquier desconocido… además – se acerco
un poco más en la mesa -, también aprecio mucho tu discreción en otras cosas.
- Oh – asentí cuando entendí lo último de sus palabras -,
bueno… la verdad es que esto es una oportunidad que no pienso desaprovechar
señor Davis, así que le aseguro que puede contar conmigo para cualquier cosa.
- Bien, me alegra oír eso porque necesito pedirte un favor…
personal.
Traté de no hacer ninguna mueca al respecto porque sabía
haciendo estaba yendo el señor Davis – Claro, dígame.
- Jane… necesito que hoy la vayas a recoger a la Universidad
y la lleves a esta dirección – me pasó un papel con una dirección que no
conocía -, para estas cosas usaras el mercedes de la compañía, tiene un GPS
incluido.
- Bien, gracias… entonces… ¿tengo que ir ahora?
- Sí, ahora.
Me levanté para darle la mano al señor Davis, el muy maldito
podía ser un cabrón a veces pero tenía que agradecerle esto, no cualquiera
hubiera tenia esta deferencia conmigo.
- Oh, y Edward… espero que sepas que tu sueldo también va
aumentar.
- Muchas gracias señor.
Caroline, la secretaria del señor Davis ya estaba en
conocimiento de todo por lo que rápidamente me dio un sobre con varias cosas,
entre ellas las llaves del auto que iba a usar, tal parecía ser que todos
estaban con mucho trabajo luego de lo que descubrieron pero yo no me podía
quedar a ayudar en nada porque ahora tenía que hacer de niñero de la jovencita
amante del señor Davis.
Me fui a la Universidad de Nueva York por segunda vez en el
día y me estacioné afuera, no conocía a la tal Jane pero supuse que ella iba a
reconocer el auto, así que solo me estacioné y esperé porque alguien se
subiera. No pasó mucho tiempo hasta que una chica rubia, bastante bonita pero
demasiado joven para mi jefe, se subió.
- Oh… tu eres el nuevo mandado de Aro… bien, por lo menos
eres más guapo que el anterior.
La sonrisa que me dio la chica no me gustó para nada por eso
traté de ignorarla, puse la dirección que el señor Davis me dio en el GPS y
comencé a manejar.
- Claro, ignórame ahora, pero ya verás como después no lo harás
– me asusté un poco cuando sentí su aliento a centímetros de mi cuello -, me
encantan los chicos difíciles.
Apreté el volante y me mantuve lo más que pude en mi posición.
Tal parecía ser que este nuevo cargo venía con más de un extra.
_____________________________
Besos, Joha!!
Una louder o algo similar a los dos que los acorralaron y prometieron que los dejarían en paz pero sabemos que no es así
ResponderEliminarEstán intentando separarlos!!
ResponderEliminaruna louder... ahhh... no sé!!! quiero cap ya!
ResponderEliminarO.o Drogas? Manipulación por parte del gobierno?La raptaron los extraterrestres y le borraron el cerebro? Porque obvio la bitch esa no entiende que mi Ed tiene dueña!!
ResponderEliminarestan intentando romper su vinculo para hacerlos vulnerables.
ResponderEliminarestará poseída por algo o alguien, no sé, jejeje
ResponderEliminaruhh que dificil adivinar que le pasa a la chica ya que siempre nos sorprendes Joha... pero bueno espero el capitulo con ancias...
ResponderEliminarPienso igual que todos los comentarios anteriores, o una lounder, los quieren separar o cualquier cosa que cruce por esa cabecita tuya johita igual se que disfrutaremos el capi....gracias por el adelanto
ResponderEliminarOhhh que adelanto o es una lounder o sino los quieren separar aaa edward alejalaaa me re gusto el adelantoo ...uff tu siempre me sorprendes JOHA..besos!
ResponderEliminaruna intrusa loca!!!!! q puedes ser parecida a ellos!!!, pero creo q es un problema para esta parejita!!!!!!!
ResponderEliminaryo creo saber !! wahaha pero no lo direee :P
ResponderEliminaratt miri
jOHAN COMO SIEMPRE SORPRENDES CON CADA CAPITULO QUE ESCRIBES ME ENCANTO ESPERO QUE NO DEMORES CON EL OTRO CAPITULO.
ResponderEliminarUN ABRAZO CUIDATE. PILI.
ahhhhhhhhhhhhhhhh q pasara con esta Jane espero q no les de mucho problema, amo tu fic
ResponderEliminaruy uy uy a ver sí esta niñata de jane no le trae problemas a edward ahora que le van bien las cosas en el trabajo y con bella
ResponderEliminarAh bueno.... espero que esta perra no interfiera en su relación.... por que te estrangulo Joha! te quiero ;)
ResponderEliminar:O Bella lo hizo??? No me lo imaginaba!!! Me gusta que descubran sus poderes!!
ResponderEliminarAmo la relación de estos dos :3, pero si es incomodo que todo suceda frente a Emm...
Me fascinó la visita al trabajo de Bells *_*
Y en cuanto al ascenso de Ed, ojala no se gane problemas con Bella por culpa de Jane!! :@
Excelente cap Joha :)
Holaaa JOhaa buenoo está jane seguro que querrá traer problemas entre edward y bella pero mmm ellos tienenn una relación fuerte por mas que sea reciente se da cuenta como edward la quiere y es tan tierno con ella ...bueno fueraaa janee vete a molestar a otro lado brujaaa!!! Ajjaajaj me encanto el capitulo...y era bella la que le estaba haciéndose ese control a la chica guauuu eso no me klo esperabaa!!! Besos y nos leemoss!!!
ResponderEliminarNo... esta se le quiere meter por lo Ojos a Ed... NoooOOOOOoooo
ResponderEliminar