Summary: Isabella creía tener todo seguro, una chica sencilla con una novio que la ama y un bebé en camino… ¿Qué puede salir mal?... mucho, un trágico accidente puede arruinarles la vida. M por lemmons ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.
- Creo que esta es la última – Edward dejó la
caja en el suelo y se apresuró a abrazarme, yo lo recibí con una enorme sonrisa
-, parece que tenías más cosas de las que pesabas.
- Eso es culpa de mi madre – me estiré lo
suficiente para pasar mis brazos por su cuello y acercarlo un poco más hacía mi
-, ella saca mi veta consumista.
Sus manos se acomodaron mejor en mis caderas y
me acercó más a su cuerpo – Pues a mi me gustas de todas las formas, así que si
quieres sacar tu veta consumista y redecorar un poco el departamento, aparte
del sofá, por mi no hay problema.
- Me gusta como está, además – respiré hondo,
no quería soltar el tema tan seguido pero una vez no haría daño -, dijiste que
el departamento solo sería temporal y…
- Sí, con respecto a eso – me soltó dejándome
inmediatamente con un vacío -. Estuve viendo y creo que es mejor contratar a un
Agente de Bienes Raíces – me entregó una hoja en donde salían anotados varios
nombres con sus respectivas direcciones -, ahí hay un par, pero tenemos que
seleccionar uno.
- Ya veremos… pero ahora quiero inaugurar
nuestra habitación.
Tiré la hoja a un lado y me enganché del
cuello de mi novio, busqué sus labios y los encontré listos y dispuestos para
que jugara con ellos.
- Amor… los niños – se quiso separar de mí
pero no lo dejé.
- Mi mamá los va a traer más tarde, dijo que
no quería que estuvieran entre cajas y polvo.
Ahora su sonrisa preocupada estaba llena de
fuego - ¿Eso quiere decir que te tengo para mí solo?
Me mordí el labio inferior y fingí pensar –
Mmm, creo que sí…
- Bueno, dado que acabo de traer tu última
caja – apuntó al suelo, donde estaban las cosas que aún no desempacaba -, creo
que oficialmente podemos decir que estamos viviendo juntos y que este es
nuestro cuarto.
- Así que… - lo animé a que siguiera.
Él me ignoró – Además, han pasado ya varios
días desde el parto y Eleazar dijo que estabas bien.
- Y… - lo animé nuevamente
- Creo que tu idea de inaugurar la habitación
es muy buena – sus labios ahora atraparon los míos en un beso que prometía
mucho.
Me aferré a sus cabellos e intensifiqué el
momento, mis hormonas post embarazo se habían revolucionado, los días que había
pasado sin poder tocarlo por miedo a que algo anduviera mal conmigo ya habían
quedado atrás, Eleazar me había dado oficialmente el alta y pensaba aprovechar
el momento con mi novio… en nuestro cuarto.
- Con cuidado – murmuró sobre mi cuello
mientras bajaba sus besos y me depositaba en el centro de la cama.
- Como quieras.
Sí, parecía que estaba necesitada y lo estaba,
un poco, no, la verdad es que mucho. Abrí mi boca y atrapé la de mi novio de
vuelta, esperé a que estuviera un poco distraído y nos hice girar para quedar
yo arriba, amaba montarlo, tener el control y que él enterrara sus manos en mis
costados, que me guiara pero que a la larga solo yo decidiera que tan rápido
ir.
- Mmm… parece que estas decidida.
- Más que eso – desabroché su camisa pero no
la saqué, me gustaba la visión de él acostado debajo de mi y con el pecho semi
desnudo -, estoy apurada.
- ¿Quieres un rapidito? – sus manos subieron
por mis muslos levantando lo justo y necesario mi vestido -, pensé que ibas a
querer algo con más… calma.
Negué con la cabeza mientras comenzaba a
desabrocharle los pantalones – No, mi madre debe llegar con los niños en una
media hora…
- Amor – sus manos se posaron sobre las mías
deteniéndolas -, quizás deberíamos esperar hasta la noche, no quiero que lo
hagamos solo…
- ¿Por qué queremos? – lo interrumpí -, amor…
una de las cosas maravillosas de hacer el amor es que no está mal hacerlo solo
porque queremos.
- A veces me siento como un marica.
Estiró su brazo de una forma que me
sorprendió, alcanzó mi nuca y me acercó lo suficiente para besarme, yo,
mientras pude, terminé de bajarle los pantalones, no se los saqué, solo los
bajé lo suficiente para que su polla saltara feliz frente a mí, la punta
brillaba pidiéndome algo que no podía negarle así que me separé de él y bajé
mis labios por toda su longitud, estaba igual de sabroso que siempre.
- Oh, amor… se siente tan bien.
Murmuré sobre su polla, quería decirle que él sabía
bien, pero dejarlo no era una opción. Como mi boca no alcanzaba para abarcarlo
con completo, utilicé mis manos, una como tope y la otra para acariciar sus
testículos que también pedían atención.
- ¡Mierda!... eso se siente bien – sonreí, le
gustaba.
- ¿Y si los chupo? – manteniendo un contacto
visual con él obvié su pene y me fui directo a sus testículos –, se ven tan
apetitosos.
- ¿Quieres volverme loco?
- Un poco – sonreí y exhalé airé sobre toda su
hombría.
- Entonces si… quiero que me los… - me los
metí adentró lo mejor que pude.
Sus testículos sabían tan bien como su polla
pero por más que adoraba lo que le estaba haciendo sabía que no teníamos mucho
tiempo, por lo que llevé una mano hacía mi coño y corrí hacía un lado mis
bragas, cuando sentí que era suficiente, solté sus testículos y me volví a
encaramar sobre su cuerpo. No lo dejé reaccionar, tomé la base de su polla y la
dejé firme para poder dejarme caer sobre ella.
- ¡Jodida mierda!
El primer contacto fue bastante impresionante
por lo que cerré los ojos con fuerza y abrí la boca esperando por mi grito.
- Te extrañaba tanto… como te sientes dentro de
mí, es…
Las manos de Edward fueron a mis caderas, me
tomó con fuerza y me alzó para dejarme caer nuevamente sobre él, yo lo ayudé
porque si era un rapidito así tenía que ser.
- Vamos amor… ¿no lo querías rápido?, muévete
y déjame sentirte… quiero sentir tus líquidos escurriéndose por mí.
Prácticamente enterré mis dedos en su pecho
para darme soporte y comenzar a balancearme, estaba segura que mi culo y mis
muslos saldrían resentidos, pero no me importó, seguí moviendo hasta que casi
perdí la conciencia, cuando mi orgasmo amenazó con salirse, procuré apretar mis
paredes internas, no quería irme sola.
- Vamos Edward… ven conmigo.
- Yo… casi, ya me falta…
No sé de donde salió la idea pero me agaché lo
suficiente para agarrar uno de sus pezones con mis dientes, traté de no
morderlo muy fuerte pero no puedo estar muy segura de haber sido suave.
- ¡MIERDA!
- ¡Vamos Edward!, quiero sentirte… ¡Córrete!...
déjame sentir como tu leche…
Ahora fue él quien me interrumpió, me alzó su
suficiente para dejarme caer una vez sobre su polla, se corrió ni bien mi coño
lo recibió. Mi orgasmo se dejó ir mientras su semen se desparramaba por mi
interior consiguiendo que nuestros líquidos se mezclaran por completo.
No sé si fue un rapidito o no, pero cuando me
rendí sobre su pecho estaba más que satisfecha.
Sé que pasó un buen tiempo mientras nos
acariciábamos, pero el sueño comenzó a vencernos antes de lo esperado. Estaba
quedándome dormida cuando el timbre del departamento comenzó a sonar, de la
nada se me fue todo el sueño, pero no porque pudieran descubrirnos semi
desnudos, sino porque sabía que detrás de la puerta estaban mis hijos.
- Llegaron los niños – Edward saltó de la cama
a arreglar su ropa tan rápido como yo -, tu arréglate mientras yo abro – me
encantaba verlo igual de ansioso que yo.
Para cuando terminé de arreglarme, él ya se
había ido. Llegué a la sala y todos estaban allí, de alguna forma Edward había
conseguido tomar a los dos niños y ahora estaba sentado en el sofá con ellos en
brazos.
- Dame a Serena para que estés más cómodo – le
dije pero ni siquiera me miró -, Edward…
- ¿Eh? – por fin alzó la vista hasta mi -, no,
no te preocupes, yo estoy bien con ellos aquí.
Volví a ignorarme en cosa de segundos, pero se
veían tan lindos juntos que me era imposible separarlos, así que me fui a
sentar junto a mi madre y Eleazar que nos miraban con una sonrisa en el rostro.
- Me siento desplazada – murmuré.
- Eso es normal hija, nosotros sentimos a
nuestros hijos por nueve meses, los padres solo pueden disfrutar de ellos
cuando están afuera así que es obvio que sean más sobreprotectores.
- Sí, tienes razón.
- Además – intervino Eleazar -, creo que
Edward siente el doble de amor por ellos.
No necesitaba que me explicara eso, sabía a
que se refería, al amor de Jasper y de él mismo. Me volví a mirarlos y se veían
tan hermosos que estaba segura que nunca se separarían.
- Por cierto – habló mi madre -, este sofá
está muy cómodo.
Sonreí, el sofá era lo primero que habíamos comprado
en conjunto y solo había llegado hoy.
.
.
.
La primera noche que pasamos juntos fue toda
una odisea, ninguno estaba seguro de dejar a los bebés en su cuarto así que
después de pensarlo, decidimos que era mejor llevarlos a nuestro cuarto, y de
esa forma terminamos durmiendo todos juntos. Bueno, de dormir no dormimos
mucho, por lo menos Edward y yo porque si no era Serena era Marty quien pedía
un poco de atención.
A la mañana siguiente, Edward debía ir a
revisar unas cuantas cosas a la oficina así que se levantó temprano, yo solo
miré vestirse desde la cama, era una escena que me había imaginado muchas veces
y que me hacía muy feliz.
- Me gusta ver cómo te preparas para ir al
trabajo.
- ¿Sí? – me sonrió mientras terminaba de
abrocharse la corbata -, pues a mí me encanta verte acostada en nuestra cama.
Iba a decir algo cuando el llanto de Marty me
interrumpió, quise pararme para tomarlo entre mis brazos pero Edward me ganó.
- Ya te tengo campeón – en cuanto lo tomó, mi
hijo dejó de llorar.
- Parece que ya sé a quien prefiere – bromeé.
Edward solo rió – Sí, es todo un compra
corazones.
- Ven – me puse de pie – dámelo para que
puedas irte.
Edward me lo entregó pero ni bien dejó sus
brazos, comenzó a llorar nuevamente – Parece que hoy solo quiere a su papá – murmuró.
- Edward tienes que ir a trabajar.
- No, solo tengo que ir a firmar unos papeles,
de hecho – me miró sonriendo -, podría llevarme a Marty conmigo.
Iba a negarme pero su carita de nene bueno no
me lo permitió, aunque me costara separarme de mi hijo, en estos momentos él
tenía tanto derecho como yo para sacarlos, por eso puse mi mejor sonrisa y
asentí.
- ¿De verdad? – comenzó a mecerlo con mucho
más animo, se notaba muy bien lo feliz que estaba.
- Sí amor, solo será un momento y puedes
llevarte el relleno por si le da hambre.
- Oh amor – se acercó para besar fugazmente
mis labios -, ten – me pasó a Marty y se alejó -, sostenlo mientras le voy a
preparar sus cosas.
Edward se movió por todos lados preparando las
cosas de nuestro hijo, no demoró mucho en tener todo preparo, cuando vi que ya había
terminado, me puse de pie con mi hijo en brazos, comprobé que Serena seguía dormida,
la acomodé mejor y tomé el monitor antes de salir a la sala para encontrarme
con Edward, él me sonrió cuando me vio y estiró los brazos para que le tendiera
a Marty.
- Me alegro tanto de haber comprado las sillas
para los niños.
- Sí, eso era necesario – me di vuelta y fui
hasta la cocina, él me siguió. En el refrigerador estaba la formula así que la
saque y la envolví -, acá está su comida en caso de que le de hambre.
- Sí, sí sé, aunque no creo que nos demoremos
muchos.
Ya con el bolso colgado en su hombro, tomó a
Marty y se dirigió a la puerta, me dio una mirada antes de irse, sé veía tan
feliz que me contagió.
Esperé parada en la sala hasta que se fueron,
luego de suspirar como toda una madre preocupada me giré, pero no alcancé
siquiera a dar el primer paso cuando el timbre sonó, me apresuré porque estaba
segura que algo le había pasado a Edward, lo más probable es que se le haya
quedado algo.
- ¿Qué se te…?
Abrí la puerta sin mirar y me arrepentí, no
era Edward, era un cartero y yo no estaba con las mejores pintas.
- Oh, perdón – me sonrojé, pero por lo menos
mi piyama era decente -, ¿Qué se le ofrece?
- Tengo una carta certificada para Isabella
Swan.
- Soy yo – no estaba segura como sabían que
ahora vivía acá pero decidí ignorar eso.
El hombre me tendió el sobre blanco, lo miré
pero no tenía nada más aparte de un timbre color naranjo en el medio de la
parte frontal – Necesito que me firme acá.
- Claro – me pasó la típica tabla llena de
hojas, estaba señalado donde firmar así que no tuve problemas -. Ahí está – se lo
devolví.
- Buenas tardes señora.
Cerré la puerta y me fui a la cocina, me hice
un café porque ya no me iba a volver a quedar dormida, el sobre parecía mirarme,
que fuera una carta certifica y que no
dijera nada, me tenía un poco nerviosa, por eso me senté en la cocina y
mientras tomaba el café me comencé a dar un par de vueltas, no sabía si abrirlo
o no.
Cuando terminé, fui a vestirme y a llevar a
Serena a su cuarto, en su cuna estaba mucho más cómoda que en la mía, mi hija,
era todo un angelito y se veía hermosa durmiendo, le di un beso en su cabecita
y acaricié sus insípidos cabellos, estos niños me tenían enamorada por completo.
Volví a la sala y me senté en el sofá, dejé el
sobre en la mesa de centro, pero por más que traté de ignorarlo, el maldito parecía
llamarme a gritos.
Cuando ya sentí que había pasado suficiente
tiempo, tomé una profunda respiración y me preparé para abrirlo, pero como si
el destino estuviera en nuestra contra, sonó el timbre captando mi atención por
completo. Tomándolo como una salida corrí a abrir la puerta, mi estado emo por el sobre se había esfumado un
poco, pero así como se fue, volvió en cuando vi quien me estaba buscando.
- Bueno… por lo menos esta vez estas vestida.
Esme me hizo a un lado y entró, creo que mi
shock inicial fue suficiente para que se tomara esa confianza. Cuando reaccioné
corrí detrás de ella pero ya era muy tarde, estaba instalada en medio del sofá
nuevo.
- Veo que ya comenzaste a cambiar cosas por
acá.
- Esme – suspiré tomándome la cabeza -, estoy
segura que tienes mucho para decirme pero ahora no puedo ni quiero pelear.
- No me vengas con eso mocosa – se puso de pie
de un salto -, no estoy para tus malditos juegos y si vine es solo para decirte
que no creas nada de lo que dice ese testamento porque pienso hacer hasta lo
imposible por impugnarlo.
- ¿Qué testamento?
Los ojos verdes de Esme se entrecerraron en mi
dirección – No te hagas la estúpida… el testamento de Jasper.
Inmediatamente pensé en el sobre blanco que
descansaba ahora en la mesa de centro pero rápidamente desvié mis pensamientos
cuando un llanto irrumpió en la sala.
- ¿Qué…? – ella quiso dar un paso pero usando
mis mejores reflejos me interpuse en su camino -. Son mis nietos – habló entre
dientes -, y si quiero verlos puedo hacerlo… tengo todo el derecho del mundo,
por lo menos para comprobar si de verdad son unos Cullen.
Creo que sus palabras habían surgido el efecto
deseado porque me quedé de piedra cuando me hizo a un lado y se encamino al
cuarto de los mellizos.
Por más que corrí, ella ya estaba de pie
frente a la cuna de Serena quien lloraba a mares, no sé porque pero lo primero
que pensé fue que lloraba porque no estaba su hermano. No me importó Esme, la
hice a un lado y tomé a mi hija en mis brazos, la acurruqué y conseguí que se
calmara un poco pero aún así hipaba.
- Yo pensé que eran dos – la mujer miró las
dos cunas y frunció más el ceño -, ¿Dónde está el otro niño?
- Salió con Edward, fueron a la oficina.
Apreté a Serena más sobre mi pecho, no me
gustaba que Esme la estuviera mirado – Se parece a Jasper – comentó, pero no
estoy segura de que quisiera que la escuchara.
- Sí – mi niña se parecía mucho a su padre -. Señora,
creo que es mejor que se vaya.
- ¿Cómo se llaman? – me ignoró.
Lo pensé por un momento, no le haría daño
saber los nombres, suspiré para darme ánimos – Ella se llama Serena y mi niño…
- Marty – terminó ella por mí.
- Sí – asentí y fruncí el ceño -, ¿Cómo lo
supo?
- Ese es el nombre que Jasper quería para su
hijo, y sabía que tu le harías el honor, además – cuando pensé que todo iba
bien, sus ojos volvieron a ponerse fríos -, si quieres sacarnos dinero era
obvio que ibas a usar hasta el mas mínimo detalle para hacerlo.
Serena no había vuelto a quedarse dormida pero
ahora estaba tranquila, le besé la
cabecita y sin preocuparme por Esme, la volví a dejar en su cuna – Espérame
un segundo amor.
Cuando me erguí, tomé una mano de Esme y
comencé a arrastrarla hasta la sala, ella gritó y quiso soltarse pero no la
dejé hasta que estuvimos donde yo quería.
- ¿Qué mierda te pasa, mocosa?
Se sobó la muñeca casi como si le hubiera
hecho daño - ¡Me tiene harta! – grité sin alzar mucho la voz -, no la quiero
acá, no la quiero cerca de nada, sí, tuve los hijos de Jasper y estoy con
Edward, pero eso no es su problema – le sonreí -, a Jasper lo amé y lo amaré de
alguna forma por siempre, pero ahora amo a Edward y él es mi futuro, y no
pienso dejar que nada nos separe – me acerqué un paso hacia ella -, ni siquiera
usted.
- Eres una…
- ¿Perra? ¿Zorra? ¿Mala mujer? – me adelanté
-, no me importa lo que piense pero váyase de mi casa – apunté hacia la puerta.
- Esta no es tu casa – habló entre dientes.
- Sí, lo es y quiero que se vaya ahora.
No alcé siquiera la voz, estaba tranquila y no
pensaba exaltarme más por ella.
- Por favor – fui hacía la puerta y la abrí
para ella.
Esme pasó por mi lado empujándome un poco, no
la vi, solo me concentré en cerrar la puerta y correr a la mesa de centro, el
sobre blanco seguía allí, ahora ni siquiera lo pensé, lo tomé y abrí en un
segundo, aún tiritando saqué dos hojas, tomé primero la que tenía la letra de
Jasper.
Amor.
Lo siento, diste a luz y yo no estuve contigo,
me odio por eso, pero si estás leyendo esto es porque no lo logré. Sé que
nuestro bebé debe ser hermoso, ¡Dios!, solo sé que estas embarazada desde hace
unas horas y aún no puedo contener la emoción, pero sé que debo hacer estas
cosas con rapidez, mi corazón puede fallar en cualquier momento y quiero
preocuparme de dejar todo en orden.
Bella, te amo y de ninguna forma quiero que
pienses que no confío en que puedas mantener a nuestro hijo, pero si no alcanzo
a cambiar esta carta por otra es porque no nos casamos, así que no es mucho lo
que puedo hacer en tu nombre, algo me
dice que mis padres impugnarían cualquier testamento, por eso me remito
a nuestro pequeño, esa hermosa criatura es sangre de mi sangre y merece tener
esto.
El señor Bronte te explicará todo con mayor
detalle, pero quiero ser precavido y dejar una carta para cada uno, no sé si
Edward ya te dio la otra pero si no es así, búscalo y pídesela, en ella hay
cosas que necesitas saber.
En fin, amor, acepta esto, todo mi dinero y
mis bienes son tuyos y de nuestro bebé.
Dios, creo que si escribir sobre nuestro hijo
me tiene en un estado de completa emoción, escribir su carta será una tortura,
por cierto, el mismo abogado la tendrá y te la pasara cuando firmes la sesión de
todo. Espero que se la pases cuando pregunte por mí.
No estés mal, aunque no los puedo ver, sé que
existen y eso me basta, no conoceré a mi hijo pero por lo menos sé que tengo
uno, tengo un hijo y una hermosa mujer, mucho más de lo que alguna vez soñé.
Los amo Bella, sean felices.
Mis ojos llenos de lágrimas me impedían un poco
la visión, por eso solo pude ver a medias la hora, la fecha y el lugar de la
cita con el abogado de Jasper.
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Besos, Joha!!
pues esperemos que si reaccione por que ya estuvo suave de que esme la trate asi es hora de defenderse y eso del testamento de jasper que sera lo que dira. ya quiero leer el capitulo entero
ResponderEliminarughhhhhh perraaaaaaaaaaa que no la deje verlos a ver si se los quire quitar despues u.u
ResponderEliminarDios de verdad es que Bella no tiene sangre en las venas que le plante cara a la desgraciada de Esme y que le demuestre que con ella y sus hijos nadie se mete, o que nos deje a nosotras que le hagamos la cara nueva al estilo mafia siciliana
ResponderEliminarojalá que sí, ella no debe dejarse de esme porque ahora no se trata sólo de ella también están los gemelos y debe ser fuerte por ellos
ResponderEliminarhola k tal??
ResponderEliminarespero que si... ya quiero leer el capitulo entero.
un besito y cuidate
Ojala reaccione quisas la otra que querra hacer con los bebes, que salga la madre luchadora que deberia ser bella :D
ResponderEliminarodio a esme como todo mi ser ke mendiga es dios ke no puede dejar empas a la pobre bella
ResponderEliminarDIOS QUE BRUJA ESTA MUJER....
ResponderEliminarHolaaa Ahhh como odio a esa esme es una bruja ...vamos bella reacciona y saca a esa mujer de tu hogar!!! Me gusti mucho el adelanto!
ResponderEliminarOh... Bella debe poner a esa mujer en su lugar!
ResponderEliminarhola por fin bella puso en su lugar a esme y esta q no se aguanto , mi duda es respetaron la cuarentena , bueno me gusto el capitulo hasta el proximo byeee
ResponderEliminarHASTA QUE POR FIN PUSO EN SU LUGAR A ESME NO SE DEJE BELLA YA ESTUVO BIEN QUE SIEMPRE LA TRATE MAL TIENE QUE DEFENDERSE Y SUS HIJOS PERO TMB LE TIENE QUE CONTAR A EDWARD ES SU MAMA PARA QUE LA DEJE EN PAZ BUENO EN FIN ES TU HISTORIA Y COMO TU LA ESCRIBES ME ENCANTA SALUDOS CUIDATE SUBE PRONTO POR FAVOR
ResponderEliminarUn capítulo muy emotivo, espero con ansias el otro
ResponderEliminarGracias por el CAP
Meji Vélez
Me pregunto porque Esme no queire a Bella es algo que no logro comprender digamos que fue primero novia de jasper y hasta tuvo hijos y ahora es novia de su otro hijo que es Edward eso no se ve muy bien pero xq no la tolera o hay algo que no deja en paz a Esme y por eso actua asi con Bella creo que en algun momento rendran que hablar en la historia Esme y Carlisle son los abuelos y padre de Edward las cosas no pueden seguir asi.. me encnato el cap y nos dejas con ancias de leer ya el sig que dira la carta que le dejo a Edward jasper jejeje
ResponderEliminarooo es ke el padre adoptivo de esme es el padre de bella y le dejo una parte de la herencia ke era solo pa esme hasta ke se entere ke rene esperaba a bella y por eso la odia xk esme dice ke le kito lo ke era de ella y ke ahora le kito un hijo y luego el otro
Eliminarohhhhhhhhhhh jasper!!!! u.u me mato la cartaaaaaa y berenice la odia por que es su mediqa hermana por que bella si es hija del papa adoptivo de esme y por que su papap iba a dejar todo por renee y ella no leiste?
ResponderEliminarHolaa Joha!!! Que lindos edward y bella con sus hijos son una muy bonita muy familia!!! Y esa esmeee es insoportableee por dios que molesta!!! Me encantoo el capituloo!!! Y me gusta como es edward con los bebes!!! Besos y buen fin de semana!!!
ResponderEliminaraah joa lo ame genial ke lindo jasper deveras ke esme es toda un vivora
ResponderEliminarPobre Bella! estaba que moría con la cuarentena! ajjajaja. Y que bueno que Bella hechó a la yegua de Esme pff , hace rato que se lo merecía. Lindo capi , me encanta Edward papacito ajaja. Cuídate Joha :).Feña.
ResponderEliminarwow!!bella y sus hormonas revolucionadas!! y edward preocupado por ello me encanta!! y mas me encantó cuando bella encaró a esme y le dejo bien claro ke edwrad era su futuro, gran capitulo joha!!
ResponderEliminarAy Joha.... me dejaste super melancólica y triste y muerta de pena por Jasper.... era divino en verdad.... espero q algún día Esme y toda esa familia recapacite... besosssss
ResponderEliminarOhhhhh un capitulo con muchas emociones, hot por lo que hicieron Ed y Bell y al final melancolia por la carta de Jasper... Buen capitulo :D
ResponderEliminarhola k tal??
ResponderEliminarexelente el capitulo... me encanto.. fue muy emotivo tener de nuevo noticias de jasper... me encanto la parte en q le planto cara a esa bruja la verdad esq ya hiba siendo hora jajaja...
un besito y cuidate
buenísima la reacción de bells!!!!! echo a esme!! se lo merecía!!! es una bruja!!!!!, solo esta para entorpecer la vida de sus propios nietos y su hijo!!!!!, pero bells no se dejo manipular ni lastimar!!! me encanto!!!!!!!, todo esta tomando su curso, espero q esta bella pareja disfrute la vida con sus hijos!!!! se lo merecen!!!
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