jueves, 16 de diciembre de 2010

Princesita - Capitulo 6

Nuevo cap!!!. Como los quiero mucho les estoy preparando un muy buen ONE de Navidad. Besos!!!

Summary: Isabella Swan es una princesa baste fuera de lo normal... generalmente son los hombres los que tienen muchas amantes, por eso ella no se quiso quedar atras. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.

Capitulo 6


Sin darnos cuentas el crepúsculo comenzó a caer sobre nosotros, así que mi prometido se levanto del banco y me extendió su varonil mano para ayudarme, caminos al castillo en completo silencio, ese era algo que me encantaba de mi reciente relación con Edward, que nos entendíamos sin necesidad de palabras, hay veces en que las palabras solo oscurecen cuando deberían aclarar.

Entramos al castillo e inmediatamente dos criadas me saltaron encima.

- Princesita – bajo la mirada para hablarme – príncipe – miro a Edward – el Rey los estaba buscando… vengan – nos guió por los pasillos hasta que estuvimos frente al escritorio de mi padre – entren por favor – abrió la puerta y la sostuvo abierta hasta que entramos

- ¡Hija… Edward! Siéntense por favor – nos invito mi padre – necesito comunicarles algo

- Digámonos padre

- Edward – dirigió su vista a él – mañana llegan tus padre y tu hermana – Edward asintió – y celebraremos el compromiso de ustedes en la noche

- Me parece perfecto… creo que mientras mas rápido mejor – entendía muy bien la prisa de Edward

- Entonces… ¿Cómo se están llevando? – una sonrisa se dibujó en el rostro de mi padre

- Su hija es maravillo Rey Charly – ame la mirada que me dio

- Edward es un joven muy respetuoso y caballeroso – contribuí, sin hacer notar mi doble sentido

- Me parece perfecto… ahora los dejo que se retiren a sus aposentos

Ambos nos levantamos al mismo tiempo, Edward me acompaño hasta la puerta de mis aposentos e ignorando la mirada de Demetri y James entre conmigo.

- Por lo menos veo una ventaja en que te hayas follado a tus guardias… sabes que no hablaran de nada – reí por la forma tan natural que toma todo

- Si… esa es la ventaja de que los guardias sean hombre… pero supongo que tus criadas también te atendían bien – lo mire alzando una ceja

- Supones bien – me miro sonriendo – nuestro acuerdo ¿También se aplica a los besos?... porque me muero por besarte – lentamente se comenzó a acercar a mi

- No… besos están bien – iba a sellas mis labios cuando lo interrumpí – en la boca – aclare para que no hubieran problemas

Me beso de tal manera que me excite como nunca, solo en pensar en como su lengua jugaba con la mía y la noche anterior lo había hecho con mi clítoris hizo que mi temperatura corporal aumentara considerablemente, quise enredar mis piernas por su cintura para sentir algo de su duro miembro que sabia muy bien estaba despertando, pero me contuve, si quería que cumpliéramos nuestro trato sentir su pene rozando mi coño húmedo no era la mejor opción.

Después que deje de lado el pensar en el miembro de Edward y me concentre en besarlo, me sentí realmente bien con demostrar nuestro afecto solo con un beso y auque sentí las manos impacientes de él tratando de tocar mas, se controlaron y supe que también estaba bien con la situación.

- Por mi nos casamos mañana mismo – apego su frente con la mía cuando rompimos el beso

- La idea es que esto no se base en solo sexo – lo regañe

- Lo se… y créeme que no es así… pero… siento esta maldita necesidad de penetrarte tan fuerte que olvides tu nombre y el nombre de todos los que han pasado por tu lecho – lo mire y seguían con los ojos cerrados

- Cariño – le acaricie el rostro y abrió los ojos – cuando me folles disfrutaras tanto mi coño que olvidaras cualquier ramera con la cual te hayas acostado

-Entonces tenemos una promesa – sonrió y beso cortamente mis labios

- ¿Te das cuenta que nos estamos basando en puras promesas? – le pregunte apunto de carcajearme

- Eso es lo bueno de que seamos príncipes – fruncí el ceño y anime a continuar, la verdad es que no lo entendí – tenemos palabra cariño

- Lo se – me puse de puntillas y alcancé sus labios

- Mejor me voy – me aparto bruscamente

- Si… ya es suficiente con que me tenga que hacer cargo de mi misma – bufe bajo

- ¿Qué? - ¡Mierda!... me escucho

- Nada

- Princesita… definitivamente eso es algo que tengo que ver

- Otro día – comencé a arrastrarlo hasta la puerta – adiós – lo bese y di una pequeña e inocente tocadita a su miembro

- Ahora soy yo él que se va a tener que encargar de si mismo… ¿Quieres mirar? – ya estamos en la puerta y él me impedía abrirla

- Otro día – volví a responder y lo saque porque o si no echaría a la mierda el trato

El día siguiente paso de lo mas calmado, había pasado una noche calurosa porque me negué a masturbarme a pesar de lo excitada que estaba así que tuve que recurrir a mojarme el rostro con agua helada, casi no había visto a Edward, como ya estaba tan acostumbra a él pensé que era buena idea un tiempo a solas, así que tome un libro y me dirigí a mi árbol favorito a leer, supongo que se me hizo tarde porque de pronto sentí que se dirigían a mi dos criadas.

- Princesita… se le hace tarde – la cena… ¡mierda! Se me había olvidado

- ¿Ya llegaron los reyes?

- Si… han estado en el estudio con el Rey Charly desde que llegaron

- Ohh… - cerré el libro - vamos

- Esta bien Princesita

Caminamos hacia mis aposentos, una vez ahí vi que el resto de las criadas tenia preparo mi baño y mis vestidos que usaría, así que solo me deje guiar, mientras me bañaban pensé en la ventaja de que mis futuros suegros hubieran llegado de antes en que todo se hubiera adelantado y en la repentina urgencia de mi padre por casarme, eso solo hacia que el tiempo para tener a Edward entre mis piernas fuera menor, después digo que él es el impaciente – bufe – claro que también me preocupo un poco la rapidez de todo, en fin, deje de pensar y me entregue al baño.

Cuando el agua se comenzó a helar las criadas me sacaron y comenzaron a vestirme, cuando me pusieron el vestido fue que note que nunca lo había visto, supuse que mi padre lo mando a encargar para mi, eso siempre lo hacia, aunque note algo distinto, en la tela, el corte, los colores, había algo distinto a mis vestidos de siempre, este era de una seda distinta, con aplicaciones en diamantes en todo el corsé, el tono de la tela era de un azul torneado que se veía de distintos tonos según la luz, el escote dejaba ver solo el borde de mis senos, pero a la vez los hacia mas grandes, en la base de la falda se notaba otra corrida de diamantes, la verdad es que ame el vestido en cuanto lo vi.

Termine yo misma de ponerme algunas joyas mientras las criadas daban los últimos toques a mi cabello y a mi maquillaje, de mi cabello caían suaves ondas por mi espalda, pero aun así estaba amarrado y mi maquillaje era sutil y en un azul a juego con el vestido, cuando por fin estuve lista me admire en el espejo y me encanto lo que vi, supe que mi apariencia volvería loco a Edward y disfrutaría de eso.

Baje hacia el salón y vi que la gente ya esta ahí, era poca pero era así como siempre lo había preferido mi padre, a ninguno de nosotros nos gustaba la gente innecesaria, solo estaban los que verdaderamente tenían que estar, mientras bajaba las escaleras vi que todo el mundo se paralizó esperando mi llegada, en la base de las escaleras vislumbre a mi flamante prometido esperando por mi, si antes me mojaba con verlo, ahora temí que mis jugos cayeran al suelo y todos lo notaran, se veía simplemente follable, por un segundo me arrepentí de mi trato, pero después recordé el porque y volví a mi compostura, tal vez tendría que encargarme de mi misma mas tarde.

- Princesita – tomo mi mano en cuanto mis zapatillas tocaron el suelo del salón – esta radiante – me dio mucha gracia su formalismo

- Gracias – baje la mirada y algo de sonrojo natural se agolpo en mis mejillas – usted también príncipe

- ¡Hija! – llego mi padre a mi lado y tomo mis manos – ven… quiero que conozcas a tus futuros suegros

- Princesita – llamo mi atención Edward – mis padres están deseosos por conocer a la que será la reina de Volterra – el brazo que tenia tomado mi padre se tenso, gesto que deje pasar solo por el hecho de que mi prometido tomo mi otro brazo

Así con ellos, uno a cada lado nos encaminamos por el salón entre las venias de todos los invitados, hasta que por fin llegamos a un grupo de hermosos seres que estaban esperando nuestra llegada con una radiante sonrisa en sus pálidos rostros, en el grupo estaban una mujer y un hombre que a las claras denotaban ser los reyes, por su porte y la importancia que infligían, la mujer con sus cabellos rubios y los ojos del mismo tono de mi futuro esposo, el hombre tenia el color de pelo de Edward y los ojos eran de un profundo mar azul, a la derecha de la mujer distinguí a una hermosa mujer, tenia el cabello rubio y los mismos ojos del hombre, así que supuse que era la hermana de Edward.

- Isabella – odie la formalidad de Edward pero sabia que era necesario - te presento a mi padre Edward Cullen – el hombre me dio un asentimiento de cabeza – Rey de Volterra – yo le hice una venia a modo de saludos – mi madre Elizabeth Cullen Reina de Volterra – repetí el gesto, y la mujer añadió una sincera sonrisa a su rostro – y mi hermana Rosalie Cullen – la chica me saludo y a la misma vez que yo con una venia – cuando la vi mas de cerca note que era mucho menor que Edward, quizás unos 15 años, no mas

- Mucho gusto sus altezas… Rosalie – volví a hacer una venia a cada uno, odiaba el maldito protocolo, mi espalda ya me dolía

- Necesitamos hablar con ustedes – por fin escuche la voz del hombre y me sorprendió lo parecida que era a la de Edward, solo que algo mas ronca, por la edad supongo

- Si… necesitamos informarles algo muy importante – lo secundo mi padre

- ¿Qué sucede padre? – lo mire fijamente, ya hace un tiempo que algo me venia oliendo mal aquí

- Es sobre los tronos – siguió Edward padre

- No entiendo… seremos los reyes de Volterra – argumento mi prometido

- No… Hijo… serán los reyes de Forks

- Yo… - Note la sorpresa de Edward, la verdad es que yo nunca me había detenido a pensar en eso, pero ahora que lo pienso, es lógico, yo soy la única heredera al trono, en cambio Edward tiene una hermana

- Acompáñennos al estudio por favor – nos guió mi padre

Todos seguimos a mi padre en completo silencio, una vez que entramos, mi padre tomo su sitio y los padres de Edward también se sentaron, dejándonos a nosotros tres de pie.

- Ahora si – hablo Edward – no entiendo…

- Edward – interrumpió mi padre – tu tienes una hermana – miro a Rosalie y ella abrió la boca pero la cerro enseguida, mire a mi prometido y supe que comenzó a entender lo que yo había supuesto – yo no tengo mas descendientes y me niego a dejar el trono a su suerte… ya lo hable con tus padres y están de acuerdo pero quieren darte la ultima palabra – entrecerré un poco los ojos sin comprender mucho

- Sigo sin entender – Edward acomodo su postura

- Si te casas con mi hija deberás renunciar al trono de Volterra y aceptar el de Forks – siguió mi padre y yo note por donde iba

- Hijo – Edward miró a su padre - ¿Aceptas casarte con Isabella aunque eso signifique que renuncias al trono de tu pueblo?

Edward mi dirigió una mirada y hubo algo en ella que no pude descifrar.



3 comentarios:

  1. y ahora¿ jaja quieero saber como sigue!
    siempre terminas en la mejor parte!
    me gustan muchoss todas tus historias..
    actualiza rapido
    beso!

    ResponderEliminar
  2. ahoraaa siii que va a hacer edward, no creo que le sea muy facil renunciar a volterra, y por el modo "lo estoy pensando" lo dudo, si estubiera siquiera encariñado diria "todo con estar al lado de mi futura esposa " pero es hombre ¬¬ puffff, de todos modos me gusta esta historia y haaaa!!!! ya quiero leer mas, cuidate joha que estes bien.

    ResponderEliminar
  3. Solcy_15@hotmail.es2 de febrero de 2012, 15:32

    NOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!! QUE HARA EDWARD?LA DAJRA O SEGUIRA AUN PARA NO SEPARASE DE ELLA?ME ENCANTA ESTE FIC

    ResponderEliminar

Image and video hosting by TinyPic