martes, 14 de diciembre de 2010

Rescátame - Capitulo 8


Hola!! No se si alcanzo a subir ahora un nuevo cap de MOV o mañana, pero tratare de subirlo ahora en un ratito. Besos!!

Summary: Vivo un infierno y ruego porque algún día llegue un ángel a rescatarme, pero se que es imposible, así que es mejor escapar a mi lugar. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.

Capitulo 8


Desperté desnuda y sola, como hace mucho tiempo no lo hacia, por inercia quise acomodarme mejor pero mi cuerpo inmediatamente resintió la acción, no necesitaba mirar mi cuerpo para saber que estaba amoratado.

Cerré los ojos y puse un brazo sobre ellos, el sol que se colaba por la venta no me hacia mucho mejor.

Pensé en Edward y en como me había estado engañando todo este tiempo, solo había sido uno mas que me vio la cara de estúpida y aprovecho de pasar un buen momento.

Después de no se cuenta tiempo me decidí y me levante, estaba en mi cuarto, a Emmett no le gustaba que “ensuciara” su cama, pero mejor para mi, no tenia ganas de pegarme alguna enfermedad venérea de las que deben tener las putas de mi esposo.

Llegue a la ducho y abrí el agua helada necesita poner mis ideas en claro, ya me habían roto el corazón dos veces, no podía seguir a así.

¿Qué iba a esperar?

¿A embarazarme y que mi hijo sufriera lo mismo que yo?

No, esto se terminaba aquí, aunque sea escondida pero me iba a escapar de esta casa.

Ya no era por Edward o alguien mas, ahora era única y exclusivamente por mi.

Me vestí con un vestido rosa pálido, seguían los días de calor, y hoy parecía que la temperatura estaba es su pick.

Baje a desayunar y Esme ya se encontraba ahí.

- ¡Dios mi niña! – corrió a abrazarme y por su voz supe que estaba llorando

- ¿Por qué lloras Esme?

- Ese animal – se separo de mi y toco mi pómulo, ardió como los mil demonios – volvió a golpearte

- No me había dado cuenta – lleve mis dedos al lugar y busque reflejo en una ventana

Ahí, en mi pómulo derecho había un enorme morado, no era necesario adivinar como me lo había hecho, aunque eso si, no sabia cuando, porque la verdad es que la noche anterior puse el encendido automático y yo me fui a mi lugar feliz.

- No importa – le reste importancia – un día seré yo la que le entierre un cuchillo o le de un balazo a Emmett… y nadie podrá culparme de nada… tengo suficientes pruebas de lo que sufrido en estos años

- ¿De que hablas mi niña? – me miro con el rostro asustado

- Hablo de que he tomado fotografías de los peores morados que me ha dejado y se que cuento con tu testimonio y quizás de algún otro empleado – respire y sonreí un poco – algún día mi esposo pagara por todo esto

- Lo entiendo – hablo cautelosa – créeme que te entiendo… de hecho yi misma te he alentado a denunciarlo pero… tu forma de hablar es como si…

- ¿No fuera yo? – fruncí el ceño y la mire – quizás – me encogí de hombros – Isabella Swan ya murió hace mucho

- Pero Edward…

- Nada – negué fervientemente – él también solo jugo conmigo

- ¿Por qué dices eso? – se sentó en una silla de la mesa de cocina y acerco una para mi

- Porque es verdad – me senté a su lado

- No lo creo – comenzó a negar – él de verdad se ve que te quiere

- Todos son igual – hable con los dientes apretados

- No – volvió a negar

- Ya no importa Esme

- ¡Claro que importa! – se paro de golpe

- No… él solo busco encamarse con la señora de la casa

- ¿Te acostaste con él? – pregunto en un tono notablemente mas bajo

- No – cerré los ojos – pero estuve a punto de hacerlo

- A ver – volvió a tomar asiento y respito hondo - … ¿De donde sacaste que te engaño?... ¿Él te dijo algo?

- No… pero Emmett…

- ¡Claro! – volvió a levantarse pero ahora mas bruscamente - ¿Cuándo Emmett dice algo que sea verdad?

- Pero…

La mire y se veía tan segura, solo me falto rememorar un poco de eventos junto a Emmett para dudar de cualquier cosa que saliera de sus labios.

Si todo lo que había dicho Emmett era mentira…

¡NO!

Era verdad, Edward no podía estar interesado de verdad en mi.

- ¡NO! – comencé a negar con la cabeza – Edward tiene a otra

- Mi niña…

- ¡NO! – grite mas fuerte

Lo único que alcance a sentir fue un ardor en mi mejilla, muchas veces en lo que llevaba de casada había sentido ese mismo ardor y quizás hasta mas fuerte pero ahora era distinto, era casi con amor, pero a la vez con reproche.

- Lo siento – se tiro a mis brazos y me apretó fuertemente a ella – de verdad lo siento mi niña

- Lo se – le devolví el abrazo – pero de verdad no puedo sufrir mas… necesito pensar en mi y no hay lugar para Edward ni ningún otro hombre

- Pero…

- No – comencé a mover la cabeza – no puedo – una lagrima mas gruesa rodó por mi mejilla

- Bien… ¿Quieres comer?

Asentí y dejemos el tema a un lado

.
.
.

Los siguientes dos días me los pase pensando y pensando en como iba a hacer para escapar de aquí, hoy Emmett no iba a volver porque tenia un viaje de negocios y por lo que sabia era de verdad.

No le pregunte nada pero escuche una conversación con mi padre y se que había problemas con la sucursal de Alemania, además que mi madre cuando la llame ayer también algo había querido comentarme, pero por supuesto que para ella los negocios era solo cosas de hombre y una como mujer no tenia porque opinar mientras el dinero siguiera llegando a casa.

Ahora que lo pienso… quizás mucho de mi estúpida forma de ver la vida tenia que ver en la forma en que me habían educado.

¡No!

Nada justifica que mee deje golpear por mi marido hace tanto tiempo.

La noche ya había caído y como el calor parecía ir en aumento me decidí y entre a darme un baño, no me demore casi nada porque solo quería refrescarme, me envolví en una diminuta toalla y salí a mi cuarto.

En cuanto puse un pie en el me quede congelada, ahí, al lado de la cama estaba Edward, vestido en un elegante traje y con un ramo de dos rosas en sus manos.

- ¿Qué…? – por instinto me cubrí como pude con la pequeña toalla que tenia

- Yo… lo siento – bajo la mirada al suelo

- ¿Qué haces aquí?... no puedes estar acá – me apresure a llagar al closet a buscar algo que ponerme

- Yo… quería disculparme… tuve que salir de la ciudad por unos días y…

- ¡Claro! – le di la espalda para que no viera mi dolor – supongo que tu novia es mas importante que yo

- ¿Qué novia?

Sentí unos pasos acercarse a mi pero trate de que su cercanía no me afectara.

- Tu novia – mande al carajo la ropa que estaba buscando y me gire para encararlo – esa que tienes escondida en no se donde

- Pero – se veía realmente confundido – yo no tengo novia… bueno… yo pensé que tu y yo…

- Tu y yo nada – aclare de forma fría

- Pero…

- No – me acerque un paso hacia él – olvídate de mi – cuando lo vi mirándome fijamente al rostro por instinto baje la mirada

No se si se había percatado de mi morado o no pero no me iba a arriesgar.

Una mano tomo mi mentón y me levanto el rostro.

Cerré los ojos, no tenia nada de ganas de verlo mirándome con pena y lastima.

- ¿Él te pega cierto?

Su voz sonó tan segura que hizo que un frío recorriera mi espalda

- Yo…

Nuevamente las lágrimas llegaron a mí y comenzaron a caer sin permiso por mi rostro.

- Suéltame por favor – rogué cuando me tomo por los brazos

- Es eso – abrí los ojos para mirarlo y los suyos también estaban brillantes – tu esposo te golpea

- Edward…

- Shuuu – me tomo mas cerca y me apego a su pecho – no te dejare… nunca te dejare sola nuevamente

Me separo solo unos centímetros y unió sus labios a los míos de manera tan dulce que solo hicieron que mas lagrimas salieran de mis ojos.

El beso fue calmado y con muchos sentimientos de por medio, por lo menos de mi parte trate de expresarle todo lo que quería.

Solo me basto ese roce para que terminara de entender que Edward de verdad me quería.

Sus manos se perdieron por mi espalda hasta que llegaron a mi trasero y volvieron a sentir.

Por primera vez en mucho tiempo estaba sintiendo mucho placer en vez de asco al sentirme tocada por un hombre de esta forma.

Me estaba arriesgando nuevamente y rogué porque no me rompieran el corazón nuevamente.

- Edward – le separe un poco de mi – hazme olvidar – le implore – por favor hazme olvidar este infierno… por favor… hazme el amor

- Siempre – volvió a unir sus labios con los míos y supe que por esta noche olvidaría este infierno

____________

Besos, Joha!!

2 comentarios:

  1. hay que bonito el final, por un momento me senti desfallecer pense que bella no le dariala oportunidad de explicarse a edward....

    pero veo que mas o menos se esta areglando algo de todo este enrrollo....

    estare pendiente para leer el siguiente....

    besos joha

    ResponderEliminar
  2. que lindo final..pero que bronca..ahora quedo con la duda de saber que pasa...
    oajala tengo mucho y lindo sexo!
    besos

    ResponderEliminar

Image and video hosting by TinyPic