Caminos Encontrados - Capitulo 17

Hola!!. Ahhhh por fin capitulo completo. Creo que ahora si que me merezco muchosssssssssss comentarios. Besos!!!

Summary: Dos almas perdidas se encuentran. ¿Será para bien o para mal?. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.

Capitulo 17

Sentí las manos de Edward en mi vientre, paseándose libremente por todo mi cuerpo sin ningún pudor, pegue aun mas mi redondo trasero a su entrepiernas y poco a poco, mientras las mediodías comenzaban a avanzar sentí que esa potente erección comenzaba a despertar. Ya llevaban por lo menos la mitad de las canciones del concierto y estaba toda sudada y caliente, la polla de Edward me presionaba y estaba demasiado sensible así que si quería que algo pasara necesita que pasara luego.

- Edward – deje caer mi cabeza hacia atrás y sentí como los húmedos labios de él se paseaban libremente por mi cuello – necesito… - no sé en qué momento pasó, pero de pronto sentí como su polla estaba libre y frotándose sobre mis muslos, sentí su humedad mezclarse con la mía y fue el puto cielo - ¡OHHH! – gemí sin ningún pudor ya que el concierto seguía y la música era ensordecedora – esto…

- Si cariño – mordió mi cuello y lejos de dolerme me éxito aun mas – ahora se buena, abre las piernas y aprieta tu coñito porque te voy a follar como nunca

- Yo…

Cualquier coso que fuera a decir murió en mi garganta cuando Edward tiro de mis bragas haciendo que estas se incrustaran en mi tan sensible intimidad, grite más fuerte que antes y sentí como mi orgasmo empezaba a formarse. Quise buscar apoyo en algo pero no tenía nada cerca, solo un par de personas estaban a nuestros lados y no me iba a afirmar en ellos así que apreté las manos en puños y espere el momento en que la enorme verga de Edward me penetro desde atrás, rozo mi clítoris y al tener las piernas un poco juntas la fricción fue mayor.

- Estas putamente apretada – tomo mis caderas y me apego aun mas a él mientras entraba y salía de mi cuerpo

- ¡Edward! – grite su nombre solo por decir algo ya que quería que no dejara de embestirme nunca

- Eso nena… Edward… solo yo te follo así recuérdalo

- Oh ¡MIERDAAAA!

No sé cómo pero de pronto mis manos ya no estaban en puños y de pronto estaba afirmada de alguien, era un chico demasiado guapo, quizás en otro momento hubiera hecho algo pero ahora sentía como la polla de Edward me estaba penetrando sin compasión haciendo que mi orgasmo se acercara mucho mas, así que solo pude abrir la boca pero sin pronunciar sonido alguno, mantuve contacto con el chico de ojos azules y de pronto, al darme cuenta que quizás descubrió lo que estábamos haciendo hizo que me corriera como nunca.

El lugar estaba lleno y la mayoría estaba demasiado apegados, además de que todos estaban disfrutando de Jimmy Eat World como para ponernos atención y si siquiera nos movimos mucho, solo este chico frente a mí pudo darse cuenta y fue porque yo misma llame su atención, si no hubiera sido así nadie se hubiera enterado.

- Lo siento amigo – el chico saco su vista de mi y la puso detrás donde estaba Edward - pero hoy este coñito solo me lo follo yo

El chico que quizás tenia nuestra edad se giro sin decir nada, la risa de Edward se amortiguo un poco en mi cuello pero la situación aun era tan caliente que eso solo me encendió un poco mas.

- Eres un exhibicionista – lo mire hacia atrás y le sonreí

- Lo somos quería… y sinceramente – corrió algunos cabellos que cayeron sobre mi rostro – creo que ha sido la mejor follada

- En eso tengo que darte la palabra

Gire mi vista al frente y estaba soñando “Hear you me”, una canción lenta pero potente, también era una de mis favoritas y escucharla abrazada a Edward después de haber follado tan rico era algo único, todo el mundo estaba concentrado y vi a mas de una pareja besándose pero sin segundas intenciones, eran esas clases de besos que demuestran sentimientos. No sé porque pero gire mi cabeza como pidiendo mi beso, pensé que no me lo iba a dar pero cuando sus labios rozaron los míos fue suficiente para mi, ni siquiera me metió la lengua, fue solo un roce que dejaba en claro que pasara lo pasara íbamos a estar juntos. Podría follarme a todo hombre que tuviera una verga decente pero nadie me aseguraba que alguno de ellos perdurara en mi vida, en cambio si estaba segura que Edward Cullen estaría por mucho tiempo en ella.

Pensé que íbamos a quedar más calientes después del concierto pero tal parece ser que agotamos nuestra cuota de lujuria por el día porque en cuanto llegamos al colegio ninguno hizo amago de algo mas, mañana era sábado y el domingo estábamos invitados a comer junto a Esme así que ambos quedamos de acuerdo que nos veríamos ese día. Yo le debía tiempo a las chicas así que mañana seria día solo de chicas.

- Muchas gracias – hable antes de encaminarme a mi cuarto – muchas gracias por llevarme a un concierto que me gusta y por haberme follado tan rico – rei ante lo último, es que no podía evitar mencionarlo

- Gracias a ti… es lindo compartir con alguien mas… me gusta que seas me amiga

No sé porque pero corrí y me colgué de su cuello para dejar un beso en su mejilla.

- Eres mi mejor amigo Edward Cullen – lo dije con sinceridad

- Eres mi mejor amiga Isabella Swan

Me solté de cuello y corrí por el pasillo antes que uno de los dos arruinar el momento porque sabía que si no era él seria yo y así estaba perfecto.

Cuando llegue al cuarto me sorprendió de sobre manera no ver a Alice, suponía que las cosas le había salido bien así que mañana la interrogaría y si Mike se había sobrepasado con ella ya buscaría la forma de dejarlo sin pelotas.

No soñé, solo me dedique a dormir y descansar, esta había sido una semana intensa entre el colegio y las cosas que me había enterado de Edward, el lunes iba a comenzar mi plan contra Aro así que por ahora solo me iba a dedicar a hacer pendejadas como cualquier chica de 17 años. Cuando abrí los ojos Alice estaba dormida sobre la cama con la misma ropa, un instinto protector que no conocía me salió a flote.

- Alice – la removí y me inquiete mas al ver como todo su poco maquillaje que llevaba en el rostro estaba corrido – despierta por favor

- Mmm – se removió pero no abrió los ojos

Estaba prácticamente inconsciente y el pánico comenzó a invadirme, no podía pensar con claridad y a lo único que atine fue a tomar mi teléfono y marcarle a Rose, no sé bien que le dije pero solo sé que le gruñí que viniera. Antes de que me diera cuenta que paso el tiempo, la puerta del cuarto estaba siendo aporreada.

- ¿Qué paso?

- Alice – la apunte y cuando sentí mi voz me di cuenta que estaba gimoteando – esta inconsciente, seguramente el malparido de Mike la drogo para violarla

- Bella – Rose se levanto de donde estaba luego de revisar a Alice y me quedo viendo

Un momento…

¿Se estaba riendo?

- ¿Por qué mierda te ríes? – gruñí

- Porque solo está un poco borracha… creo que nuestra Alice por fin tomo su primer trago

Me senté derrotada y algo avergonzada en mi cama, había pensado lo peor y no era nada, o sea que podía decir con orgullo que había hecho el ridículo exagerando, bueno, por lo menos nadie mi vio y tampoco es que me puse a gritar como loca.

- Está bien que te preocupes – Rose se sentó a mi lado – se que no estás acostumbrada a tener a amigas y esto habla muy bien de ti

Con mi amiga rubia nos quedamos un buen tiempo hablando mientras Alice despertaba, me conto que estaba en relación abierta con una chica de otro colegio que se llamaba Emily y que aunque se conocían poco por lo menos la estaban pasando bien. Mientras Rose me contaba de sus aventuras sexuales lésbicas, algo que nunca pensé se comenzó a despertar en mi, o sea, estoy cien por ciento segura de que me gustan los hombre pero… ¿Cómo será estar con una mujer?

Cuando Alice despertó nos conto que estaba tan nerviosa en la cena que se tomo la copa de vino que le dejaron de un solo trago, claro, por un momento no se sintió mal pero cuando venían de camino hacia acá no pudo mas, según ella Mike se comporto como todo un caballero y no se percato de su estado así que creo que se salvaba por haberla dejado en ese estado.

- Mike toco mis senos por sobre la ropa – hace mucho rato que la había visto con intenciones de hablar

Mire a Rose y ninguna de nosotras dijo nada, no sabía que tanto quería hablar del tema Alice así que solo la dejamos hablar, tal parecía ser que cuando se estaban besando Mike se había aventurado un poco mas pero Alice era demasiado inocente aun y no sabía que sentía. Ni Rose ni yo quisimos decirle mucho porque era más probable que la confundiéramos más de lo que ya estaba, solo le dimos algunos de los típicos consejos y cuando la visto mas conforme y clara en que eso no era nada malo seguimos con otro tema.

El resto de la tarde la pasamos hablando de todo y de nada, no quise decirle a las chicas que iba a salir con Edward nuevamente mañana así que solo omití comentarios, para la otra semana habíamos quedado de acuerdo en salir a alguna disco, desde que llegue a Chicago no lo había hecho y ya estaba extrañando el ambiente.

El domingo llego y como nunca había buen tiempo, casi y no había viento así que opte por un cómodo y lindo vestido, me veía como toda una niña buena y elegante para un almuerzo de día domingo. Procure estar lista temprano, no había quedado en ninguna hora especial con Edward pero estaba segura que vendría a eso de la una, y claro, como soy toda una síquica, a eso de la una sonó mi puerta para dejarme ver a un Edward listo y hermoso como siempre. Alice se había ido con sus padres por hoy así que cerré la puerta con llave y nos encaminamos a la salida del colegio.

- Tan sexy como siempre – apoyado en el volvo de Edward y con los brazos cruzados sobre el pecho estaba James - ¿Por qué no me has ido a ver cariño?

- Porque te follaste a la señorita Spencer y no quiero que me contagies de gonorrea – Edward se rio mientras que James ponía cara de asco

- Solo lo hice porque me encontró un porro y además porque o si no me iba a reprobar lengua… así que – se encogió de hombros – tuve que demostrarle que tan diestro soy con la lengua – saco su rosada lengua como queriéndome lamer así que por instinto lo esquive

- ¡Asco! – me queje

- Bien… mejor nos vamos – Edward aun riendo me abrió la puerta de copiloto y cuando entre la cerro

- ¡Yo siempre me voy a delante! – se subió al auto quejándose James - ¿Por qué ahora se va ella adelante?

- Cariño – le rio Edward mirándolo por el espejo retrovisor – porque aunque creas que eres diestro con la lengua… Bella me la chupa mejor – le guiño un ojo y arranco

Estaba segura que era solo una broma, porque por muy pervertida que fuera mi pobre cabecita creo que no podría ver a ninguno de los dos con los mismos ojos si supiera que se la chupan entre ellos.

Cuando llegamos a la casa de Edward, que debo agregar, se veía mucho más hermosa de día, Esme ya estaba afuera esperándonos, quizás es igual de síquica que yo o quizás solo es una condición mas producto de ser mujer, es que es obvio, somos las únicas que parimos asi que somos la raza superior, tan simple como eso.

- Compórtense – gruño Edward antes de bajarse

Ya había cambiado su actitud, siempre lo hacía cuando estaba cerca de su madre, pero creo que eso es normal, yo también cambio mucho cuando tengo cerca a la mía.

- ¡Llegaron! – una Esme mucho más recompuesta que la del jueves salió a encontrarnos

Primero me abrazo a mí, luego a James y por último a Edward quien gruño por lo bajo cuando su madre le apretó las mejillas pero aun así no dijo nada, entramos a la casa y el maldito olor a comida fresca y rica inundo mis fosas nasales, apostaba mis poderes síquicos a que Esme nos había cocinado todo un festín.

- Menos mal que llegaron… la comida ya esta lista – entramos al comedor y por supuesto que había mucha comida, eso ya me lo habían dicho mis poderes

¿Quizás podría poner una banquita en el parque y leer el futuro de las persona?

- Bella – mire a Edward y me miraba sonriendo - ¿Dónde estabas?

- Pensando en mi negocio – frunció el ceño y solo negó con la cabeza

- Vamos a sentarnos – paso uno de sus brazos por mis hombros y me guio – por cierto – me miro hacia abajo – estas muy linda hoy – pensé que me iba a besar pero solo me sonrió

Cuando llegamos note que Esme aun estaba en la cocina así que me apresure a ayudarla, en cuanto entre note que trataba de sacar unos platos pero que estaban demasiado altos para ella.

- ¿Te ayudo?

- No cariño – se rindió – están demasiado altos… iré a pedirle ayuda a uno de los chicos

Paso por mi lado y yo solo me quede ahí parada, a los segundos entro alguien y note que era James.

- ¿Cuales son los platos? – remango sus puños como si fuera una gran tarea, estúpido, le rodé los ojos y le apunte el estante

- Solo están un poco altos… si tuviera una silla los hubiera sacado yo misma – aclare

- Claro – se rio cuando los alcanzo sin mayor esfuerzo, estúpido jirafón – acá están – sonrió con orgullo y yo volví a rodarle los ojos - ¡Ey! – chillo – no me ruedes los ojos

- Te los ruedo por presumido

- Cariño… – se me acerco – recuerda que yo solo presumo lo cierto – se me acerco mucho, lo mire y estábamos a un centímetro de distancia – si quieres más tarde te muestro mi mayor talento – alzo las caderas y me dio a entender a que se refería

- Ya veremos – reí ante su acto tan estúpido

Iba a decir algo mas pero sus labios mi silenciaron, me besó pero sin profundizar mucho, le respondí casi por instinto pero no duro ni un segundo más cuando una voz nos interrumpió.

- Gracias James… – Esme quito los platos de las manos de James y nos sonrió – no sabía que eran novios… hacen muy linda pareja – sin más se giro y salió de la cocina dejándonos totalmente en el limbo

- Tranquila… Esme es así – James negó con la cabeza y siguió a la dueña de casa, yo los seguí cuando encontré la movilidad de mis piernas

No era gracia que Esme me viera besando a James por muy inocente que haya sido el beso, ella tenía demasiada buena imagen sobre mi y no quería que la cambiara, mis propios padres me consideraban una perra, creo que Esme es la única persona adulta que no lo hacía… bueno, por ahora.

Cuando llegue ya todos estaban sentados, así que solo tome asiento. Por unos momentos estuvimos comiendo sin hablar mucho, o todos estábamos muertos de hambres, o nadie tenía nada bueno que decir.

- Entonces… ¿Hace cuanto que son novios?

- No lo somos – conteste automáticamente

- Pero yo los vi besándose – Edward inmediatamente alzo la vista y la fijo en nosotros dos

- Lo siento Esme pero somos amigos… nada más

- Deberían ser algo mas – cuando sentí que la mirada de Edward me estaba penetrando baje la cabeza y solo lo escuche bufar

- Es que de verdad que no podríamos… somos los tres amigos – alce solo un poco para ver a mi otro amigo ahora concentrado en su comida – creo que solo fue algo del momento y de todos modos nunca resultaría algo entre Bella y yo – no sé porque per vi una fugaz mirada de James hacia Edward

- Deberías pensarlo James – volvió a insistir Esme

- No creo que debas seguir con esto madre – mi amigo bufo por enésima vez

- Pero… - fije mi vista en mi plato y me trate de concentrar solo en él ya que Edward no se veía muy a gusto, James iba a decir algo pero supuse que no sabía que decir

- Bella es una chica muy linda y tú también… deberían pensarlo – nos miro a ambos sonriendo

Ante el gruñido de Edward tuve que levantar la vista, esto se estaba saliendo un poco de control.

- De verdad Esme – hablo algo nervioso James – fue solo un beso… nada mas

- Pero uno no debería besar a otra persona cuando no siente cosas por ella – ahora yo me estaba poniendo roja, la inocencia de Esme para algunas cosas me sorprendía demasiado

- ¡ESME! – hasta yo llegue a saltar por el grito y golpe en la mesa que dio Edward – ya está bien… aunque no lo creas hay gente que folla aunque no sienta nada por la otra persona… así que ya deja de molestar a mis amigos

- Eso lo entiendo… pero no es correcto

- ¿Entonces que es correcto?

O no, esa mirada maldita de Edward no me gustaba nada, hasta podía escuchar a su estúpido cerebro pensando en decirle alguna idiotez a Esme de la cual se arrepentiría por toda la vista.

- Edward – lo tome de la mano y le di una sola mirada – piensa bien lo que vas a decir – hablé con los dientes apretados – hay cosas que una vez dichas no tienen vuelta atrás

La mirada maldita de Edward se relajo y dio paso a una de melancolía que creo yo refleja muy bien que su estúpido cerebro si había procesado las barbaridades que estaba a punto de soltar y ahora se arrepentía.

- Lo siento madre – murmuro demasiado apenado para ser Edward Cullen

- Tranquilo hijo – no me gusto el relajo de Esme, de hecho ahora que la veía bien pienso que esto era justo lo que quería – es normal que reacciones así – se encogió de hombros – después de todo es lo que hace un hombre celoso

- No estoy celoso – creo que solo porque estaba cerca de él lo escuche porque a penas y lo modulo

- Esme – preferí intervenir ahora – te lo juro, nosotros tres – nos apunte – somos solo amigos y lo que paso con James fue solo eso… ellos saben cómo soy yo y yo sé como son ellos… algo entre nosotros nunca funcionaria… somos muy iguales

- Bueno – se encogió de hombros pero sin perder su sonrisa – ya veremos en un tiempo si siguen insistiendo en eso – se puso de pie dejándonos a todos impactados por su parsimonia - ¿Quién quiere postre? – demasiado sonriente aun, se giro y se encamino hacia la cocina

Pasaron solo un par de segundos antes de que uno de nosotros rompiera el silencio.

- De verdad lo siento hermano – se disculpo James – te juro que solo fue un besito, nada mas

- Esta bien – ahora Edward se veía mucho más relajado – después de todo Bella – me miro pero algo en él no estaba igual que siempre – puede acostarse con quien quiera

Por mucho tiempo había soportado que me dijeran de todo pero eran las palabras de Edward ahora las que me herían de verdad. Me estaba debatiendo entre sí ponerle un buen derechazo en su mandíbula o ponerme a llorar porque mi amigo pensara eso de mí cuando mi teléfono celular sonó rompiendo el ambiente.

Había dejado el bolso en la sala así que sin mirar a nadie me puse de pie y corrí antes de que cortaran la llamada, agradecía que tuviera volumen tan alto, corrí los últimos metros que me separaban de mi bolso y aun mas rápido saque el celular, ni siquiera vi quien llamaba solo descolgué y me lo puse en el oído.

- ¿Hola? – mi voz sonó un tanto agitada por mi corta carrera

- Cariño – me pare en seco y creo que mi corazón dejo de latir cuando escuche esa voz – estoy en Chicago y quiero verte – pasaron otro par de segundos antes de que pudiera reaccionar, bueno, aun así, por más que abrí la boca nada salía de ella, no tenía nada que decir - ¿Bella estas ahí?... mi amor se que estas ahí… mira, solo estaré en Chicago unos días y de verdad quiero verte… te extraño

Deje caer el teléfono y sentí como el llanto se comenzaba a formar en mi pecho, hace mucho tiempo que no lloraba y no quería hacerlo ahora por él. Lleve mis manos a mi rostro y lo apreté queriendo contener las lagrimas, por un momento estuve sola pero muy pronto los brazos de Edward me consolaron, ahora no me importaba que tan imbécil había sido hace unos momentos, me aferre a él como si mi vida dependiera de eso.

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Besos, Joha!!!