jueves, 6 de septiembre de 2012

Lounder - Capítulo 10

Capítulo completo :)

Summary: Una fría noche en Forks lleva a la despreocupada e inmadura Bella Swan directo a un destino que no eligió, una búsqueda que no quiere realizar y a un chico mucho peor que ella. Solo juntos podrán luchar contra los Lounders. ADVERTENCIA, contiene material para mayores de edad.

Capítulo 10


- ¿Por qué hacen esto? – me abracé lo más que pude a Edward, sentirlo cerca me recordaba que no estaba sola -, yo… no entiendo.

Los malditos solo se rieron igual que cuando los vi por primera vez, ahora entiendo, en ese momento yo pensé que solo eran dos Lounders más y que iba a acabar con ellos en nada pero me equivoqué. La fuerza de esos cabrones era incluso mayor que la de Edward y la mía juntas.

- Isabella Marie Swan, no me digas que no sospechas siquiera de que va todo esto. Sé que estuviste en la biblioteca y que encontraste algo… vamos pequeña… pregunta lo que quieras.

- ¿Está el gobierno involucrado?

- Sí, creo que eso ya lo sabes… pregunta algo más… - el rostro del rubio se desfiguró como si estuviera pensando en algo de suma importancia -, ¿difícil?

- ¿Qué es lo quieren de nosotros?

Miré a Edward pero él estaba concentrado en el rubio – Solo queremos protegerlos, ustedes son algo así como nuestros hijos… nuestra creación.

- ¡Vaya manera de tratar a sus hijos que tienen!

Me abracé a mi novio para calmarlo, sentí como su corazón se aceleraba porque el mío también estaba a full. El callejón estaba tan oscuro y desolado que llegaba a verse irreal, era extraño que ni siquiera un alma pasara por acá, pero en mi vida últimamente habían tantas cosas extrañas que una más no suponía mucha diferencia.

- Ustedes lo ven de esa manera pero la verdad es que cuando comprendan la verdadera envergadura de su destino entenderán mucho mejor que lo que estamos haciendo no es más que para protegerlos.

- ¿Y si a nosotros no nos interesa? – casi supliqué en mi pregunta -, está bien, con Edward queremos matar Lounders pero no nos interesa es resto… ¿eso es suficiente para ustedes?

- ¡No tienes ni idea de los que estás diciendo!

El rubio tomó el brazo del otro cuando lo vio con intenciones de querer acercársenos – Eso no es algo que esté en discusión Isabella Swan, Bella.

Traté de que no viera mi desconcierto al escucharlo llamarme por mi apodo - ¿Dónde van a parar los cuerpos?... luego de que los matamos.

- Eso no se los podemos decir, que les baste con saber que todas sus huellas siempre son cubiertas.

- Sin importar lo estúpido y descuidados que sean – agregó el que no era rubio.

Nos miramos con Edward tratando de descubrir que hacer, no podíamos comunicarnos muy bien pero los dos sabíamos lo que queríamos. Nos afirmamos el uno en el otro para no perder el equilibrio.

- Vamos a seguir matando Lounders pero no queremos tener nada que ver con ustedes.

- No queremos su dinero ni su protección ni nada. Solo queremos que nos dejen en paz… ¿es posible?

- ¿Es lo que quieren?

No fue necesario que nos miráramos para que los dos afirmáramos, el rubio y el otro asintieron con demasiada facilidad para mi gusto. No me agradó ver sus miradas tan tranquilas.

- Bien, entonces ustedes serán los encargados de limpiar sus mierdas… si la policía los descubre…

- Eso ya no es su problema – lo interrumpió Edward -, ya veremos que hacemos después, por ahora nos basta con saber que dejaran de estar detrás de nosotros.

- Está bien – asintió el rubio, ahora estaba más que segura de que era el jefe -, debo suponer que no tienen más preguntas.

- Solo una – avancé un paso a él -, aunque es más bien un favor – entrecerré los ojos. Quizás esta no era la mejor idea -. Ya que dicen ser el Gobierno, son capaces de crear armas nucleares, manipular genéticamente a las personas y quizás cuantas mierdas más, podrían tratar ustedes mismos de limpiar sus mierdas y no seguir involucrando gente en el proceso… para ustedes debe ser muy fácil mutar cazadores cuando en un principio mutaron la raza que buscan exterminar… quizás los Lounders no son los únicos infelices que andan sueltos por el mundo.

- Que tengas una buena vida cazadores.

Esperé una réplica de cualquier tipo de parte de ellos pero no obtuve nada, solo el “placer” de ver sus espaldas alejarse de nosotros.

- No nos van a dejar tranquilos.

- Sí lo harán – Edward me rodeó con sus brazos y me apretó bastante a él pero aunque no quiso hacerlo muy fuerte gimió con ganas.

Me giré para poder verlo mejor - ¿Estás bien? – tenía un corte profundo en su ceja derecha del que no me había percatado -, no te ves bien.

- Estoy bien, es solo que…

- No lo estas – lo tomé del brazo para que se apoyara si lo necesitaba -, vamos a casa.

El trayecto no era mucho, solo me quedan dos cuadras para llegar a casa cuando esos malditos me interceptaron. No quise decirle a Edward pero estaba segura de que ellos no sabían que me podía comunicar mentalmente con mi novio y eso se me hacia extraño ya que por lo que me di cuenta estaban enterados hasta de lo que desayuné en la mañana.

Sus rostros no se me iban a olvidar nunca, sobre todo cuando pensé que podría con ellos. Ellos eran distintos y luego de darme cuenta de que las cosas extrañas estaban a la orden del día y que yo misma era una especie de manipulación genética, no se me hacía muy loco el pensar que ellos podían ser otro estilo de cazadores, quizás algo así como unos matones más bien.

Para cuando llegamos a la casa ya estábamos mejor, mucho más relajados y tratando de dejar en el callejón lo que había pasado. Ayudé a Edward a sentarse en el sofá y fue por hielo a la cocina, no tenía mucho para curarlo pero por lo menos podía conseguir que se deshinchara un poco. Al estirarme para sacar los hielos sentí mi propio dolor, era muy probable que en el cuello me quedan marcas.

¡Putos cabrones!

Dejando de lado mi propio dolor, llegué al lado de mi novio y con el mayor cuidado que pude, puse el paño con hielo sobre su ceja.

- ¡Auch! – hice una mueca, Edward no era muy de quejarse así que si lo estaba haciendo era por algo -, lo siento amor.

Me acarició el rostro pero ahora fue mi turno de chillar – Cuidado -, hice una mueca que no mostrara todo el dolor que sentía.

- Esos malditos.

Quería decir algo también pero ya no tenía sentido, era mejor olvidar lo que acaba de pasar aunque eso era completamente imposible, debíamos hablar el tema con Edward y tomar una decisión.

- Nos están vigilando Edward, nos pueden matar cuando quieran.

- No, no lo harán, si fuera así no habríamos salido con vida de ese callejón – los ojos de Edward se fijaron en un punto lejano de la habitación, no sentí curiosidad porque sabía más o menos que estaba pensando.

- No podemos ser especiales Edward, somos iguales al resto.

- Puede ser, pero también puede que haya algo más detrás de nosotros y creo saber lo que es.

Lo miré tratando de descifrar lo que pensaba pero lo único que veía en su mente era a mí, busqué un poco más profundo y aún así no encontré nada, era mi imagen la que una y otra vez que repetía en su retina.

- ¿No lo ves? – negué sintiéndome algo tonta ante su seguridad -, somos nosotros Bella - se estiró lo justo para que sus manos se apoyaran en mis mejillas -, junto… estamos junto de verdad, como pareja y somos invencibles.

- Edward…

- Es porque lo que sentimos es más fuerte que cualquier cosa, más fuerte que los Lounders incluso… es amor.

- Edward…

Un dedo sobre mis labios volvió a trancar mis palabras – No es necesario que digas nada amor.

- Pero yo quiero – me quejé.

- Yo también quiero escucharlo y decirlo, pero siento que no es el momento, creo que antes de nada deberíamos tener una cita por lo menos.

- ¿Una cita? – yo nunca había tenido una, siempre me pareció algo tonto y sin mayor importancia, pero ahora, la sola idea hacia que mi corazón latiera más rápido.

- Sí, una cita. Mañana es sábado y saldremos a celebrar nuestro noviazgo y el que ya nadie nos perseguirá más, que somos libres.

Lo último lo dudaba un poco pero no quise admitirlo en voz alta, sobre todo porque sabía que Edward tenia las mismas dudas. Creo que lo mejor por ahora era cerrar los ojos y creer fervientemente que no iba a pasar nada más, que éramos libres.

Con un beso de mi novio comprobé que el mundo era un buen lugar en donde merecía la pena vivir, bueno, y es que los labios de Edward eran capaces de convencerme de cualquier cosa.

.
.
.

-  No estoy muy segura… - pasé mis manos por mi vestido pero las quité en cuanto me di cuenta que estaban un poco transpiradas -, estoy como… - me giré hacia un lado para verme mejor. Mi trasero se veía enorme -. Parezco una puta.

- Parecer una puta no siempre es malo cariño – Emmett me hizo saltar dándole una palmadita a mi trasero.

- Sí, pero…

Me giré hacia el otro lado y solo conseguí verme de un peor ángulo – Deja de moverte Bella.

- No estoy segura, quizás será mejor que vuelva a probar con un jeans.

Llevé mis manos a mi espalda para bajar el cierre pero no pude alcanzarlo porque Emmett me lo impidió. Lo miré a través de espejo suplicante pero el movió la cabeza de un lado a otro con tal decisión que solo pude dejar caer los brazos a mis costados.

- Me veo fea.

- Te ves hermosa – con un poco más de fuerza, mi amigo puso sus manos en mis hombros y me obligó a sentarme en el borde de la cama. Luego se agachó frente a mí y tomó mis manos entre las suyas -. No estés nerviosa, solo es Edward, y si no disfrutas esto no tiene caso hacerlo.

Lo miré fijamente por un par de segundos – Soy la peor amiga del mundo – me tuve que morder los labios para no soltarme a llorar. No merecía a Emmett de ninguna forma.

- No digas eso, si no fuera por ti seguiría pensando que Edward es el único hombre del mundo y a pesar de que lo quiero mucho, y quizás hasta aun me gusta un poco, sé por fin que no es para mí – lo miré fijamente tratando de encontrar el punto en donde me estaba mintiendo -. Necesitaba sacarme la duda y fuiste tú quien me dio el ánimo para hacerlo, si no fuera por ti aún estaría atrapado en el “y si…”

- Entonces… ¿estás bien con esto?

- ¡Claro que lo estoy!

Relajé los hombros al verlo sonreír – Y si no fuera así…

- Te lo diría, pero la verdad es que dudo que sea así… ¿te cuento un secreto? – se acercó más a mí y yo asentí -. No me había dado cuenta que hay hombres mucho más guapos que Edward… quizás no tiene la polla tan grande como él pero…

- ¡Ey!

Le di un golpe en la cabeza y lo empujé lejos – Es broma – se rió a carcajadas -, bueno lo último solamente eso sí.

- Aún no me gusta mucho la idea de saber que hasta tú has tenido más contacto sexual con él que yo.

- Pero hoy puede ser tu noche querida – me puse de pie ayudándome en la mano que él me extendió -, así que será mejor que te termines de arreglar, yo iré a ver si Edward ya está listo.

Hice un par de respiraciones y me puse los zapatos, no estaba muy acostumbrada a vestirme como una señorita pero había hecho el esfuerzo porque las palabras de Edward fueron muy precisas; “ponte más linda de lo que eres porque haré de nuestra primera cita una noche inolvidable”.

Sus palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, no podía evitar estar nerviosa, esta noche significaba mucho para mí, primero porque era mi primera cita y segundo porque habían muchas probabilidades de que perdiera mi virginidad, cosa que no pensaba hacer en mucho tiempo, bueno, hasta ahora.

Cuando sentí que ya no podía seguir alargando el momento me di el ánimo y salí de mi habitación, me fui directo a sala antes de arrepentirme. Ahí primero vi a Emmett sentado en el sofá y sonriéndome, luego me fijé en Edward, perfectamente vestido y con una margarita en la mano, era la imagen perfecta del romanticismo, y del pecado porque su maldita sonrisa prometía mucho más que solo un par de caricias furtivas.

- Hola.

- Ho…la.

Me hizo sonreír ver a Edward nervioso y con las mejillas sonrojadas.

- Bueno – de reojo vi a Emmett ponerse de pie –, yo ya me voy o llegaré tarde. Suerte chicos.

Escuché la puerta cerrarse pero no la vi porque mis ojos aún estaban pegados en mi novio - ¿Nos vamos?

- Claro.

Avancé un paso y él también lo hizo consiguiendo que ambos chocáramos. Nos reímos por un momento para luego quedarnos mirando fijamente. Desde esa noche en Forks que sentí que era una adulta, me comenzaron a pasar tantas cosas extrañas y fuertes que me era difícil seguir viéndome como a una chica de dieciocho años, pero hoy, con todas estas cosquillitas en el estomago recordé mi verdadera edad, que más allá de las responsabilidades que tenía, era bueno sentirme hoy solo como una adolecente más.

- Hola.

- Hola.

- Te traje una flor.

Acepté la margarita y la olí, podía apostar que la había cortado en algún jardín o parque. Hermoso – Es hermosa, muchas gracias.

- No más hermosa que tú.

Sonreí, se veía tan hermoso mi novio – Eso sonó como a una frase hecha.

- Es que lo es – me regaló una sonrisa mucho más hermosa, sobre todo porque después me dejó sentir por fin sus labios sobre los míos -, pero contigo tiene otro significado, uno verdadero.

- Gracias entonces.

- De nada – me guiñó un ojo. Tuve que toser para probar que mis palabras no se trabaron en mi garganta con su gesto malditamente sexy -. ¿Nos vamos?

Hizo con su brazo el típico gesto de jarra para que yo lo enredara con el mío. No dudé en hacerlo y así nos volteamos a la puerta.

Como nunca el tiempo en Nueva York era agradable así que le ofrecí a Edward que camináramos cuando lo vi con intenciones de hacer parar un taxi. Él nos guió hasta un elegante restaurant cerca del Central Park, no necesita ver la carta para saber que sus precios estaban muy lejos de nuestro bolsillo. Me detuve en la entrada antes de que fuera más tarde.

- Sé que quieres hacer de esta noche algo especial pero…

- Tranquila, Fred, un amigo del trabajo, trabaja aquí como camarero, varias veces me ha ofrecido venir a comer aquí con mi chica, tranquila, nos hará una buena rebaja, solo debemos ponernos en su sector.

- Amor, de verdad – tironeé de su brazo cuando quiso entrar -, no es necesario que entremos, yo me conformo con un hot dog en el parque, de verdad… lo único que de verdad me importa es que estés conmigo.

- Bells – se acercó a mí y me tomó de las mejillas –, si no quieres entrar por mi está bien, yo solo quiero que te sientas cómoda, pero es bueno que sepas que  si quieres entrar aún tendremos dinero para pagar la renta a fin de mes.

Me lo pensé por un momento, el lugar se veía lujoso y podía apostar a que la comida era de alto nivel, pero no estaba entre mis preferencias comer en un lugar tan lujoso en donde un plato costaba más que mi sueldo. No, con Edward no éramos así.

- Preferiría el hot dog en el parque… lo siento.

- No lo sientas – me rodeó con sus brazos e hizo que nos giráramos –, pero déjame por lo menos comprarte una fajita, un hot dog es muy poco.

Abrazados y riendo caminamos hacia un pequeño pero bonito restaurant al otro lado del Central Park, no era ni de lejos parecido al otro, empezando porque este era un lugar en donde estaba segura que nadie me miraría.

- Bueno, creo que al final una hamburguesa fue la ganadora – comentó mi novio ni bien la mesara nos trajo nuestros platos.

Un enorme plato con una hamburguesa en el centro rodeada de papas fritas. ¡Exquisito!

Esto sí que era como nosotros. Comimos con la mano y charlamos relajadamente, quizás en otra ocasión podíamos ir a un lujoso restaurant, por ahora eso quedaba pendiente.

- Voy al baño amor.

Antes de iré, Edward me dio un beso en la frente.

Mientras estaba sola saqué mi celular y le mandé un mensaje a mi mamá.

Estoy en mi primera cita. Es mejor de lo que pensaba.

Los quiero. Bella.

Guardé el celular justo cuando alguien se me acercaba.

- Lo siento linda, te vi aquí y…

- Aléjate – Edward apareció a mi lado de la nada -, hoy no estoy trabajando pero no me molestaría hacerte un favor.

Los ojos verdes de Edward se clavaron en él. No era un Lounder, era solo un chico coqueteando conmigo por lo que me dio un poco de risa ver a mi novio en plan “matón”.

- Eso no era necesario – le sonreí.

- Sí lo era – me guiñó un ojo -, no es un verdadera cita si no amenazo a los buitres que van detrás de ti.

- ¿Nos vamos? – me extendió la mano y la tomé -, ya cancelé la cuenta.

- Bien.

Tomé mis cosas y lo seguí. Volvimos a introducirnos al Central Park y a caminar abrazados, quizás esta era la mejor parte de cita. Solo estar así con Edward, abrazos y caminando sin rumbo fijo. Era muy probable que ante los ojos de los curiosos solo fuéramos dos adolecentes disfrutando de nuestro amor, y mierda que lo éramos.

Me apegué más al cuerpo de mi novio cuando sentí una helada brisa, él me rodeó con más fuerza sin ningún problema. Caminamos y caminamos más hablando de todo y de nada al mismo tiempo, era como estar con un mejor amigo al que solo quieres besar y un poco más. Pesé que ya íbamos rumbo al departamento, por eso mi corazón se había acelerado un poco pero no, esta vez Edward paró un taxi antes de que yo me diera cuenta.

Me mordí los labios cuando le dijo; “Al Marriott”, iba a esperar hasta que llegáramos. El camino fue muy largo, era solo unas cuantas cuadras y las calles estaban bastante despejadas, además, mi chico listo supo a qué lado del parque tomar el taxi.

- Edward…

- No – esta vez sonó firme -, el restaurant estuvo en discusión porque quería que te sintieras cómoda pero esto no lo está, ya hice la reserva así que no nos vamos a ir de aquí. Tengo todo listo.

Sonó tan decidido que me fue imposible negarme. Asentí y me dejé arrastrar por él. Sí, tenía reserva y la chica encantada con sus ojos verdes llamó al botones quien se encantó con mis ojos verdes.

¡Tomate esa Cullen!

Solo subimos hasta el tercer piso, pero aunque supuse que esta habitación no era de las más costosas de todas formas me pareció estupenda, era grande y en el medio había un carrito con champaña y freses. El ambiente típico que precede a una noche de sexo… de hacer el amor más bien.

- Ten.

Edward me dio una copa que sostuve con cuidado, mis manos temblaban y no quería estropear el momento.

- Brindemos, por nosotros, por nuestra primera cita… por todo.

- Por todo – choqué mi copa con la de él ansiosa de poder terminarme el contenido.

Solo cuando el vino burbujeante pasó por mi garganta me sentí un poco mejor, alcohol era lo que necesitaba para dejar los nervios atrás.

- Sé que es una estupidez decirte que no te traje para hacer el amor pero…

Me tiré sobre sus labios antes de que siguiera hablando, él se veía incluso más nervioso que yo pero se relajó ni bien nuestras lenguas se encontraron. Parece que habíamos encontrado nuestro antídoto ante el estrés.



______________________

Besos, Joha!!

21 comentarios:

  1. Awwww Ed :3 Que hermoso!!!
    Al menos salieron bien de ese callejón!! Ahora quiero saber que respuestas les dieron!! :)

    ResponderEliminar
  2. ahh cosas!! Ed se vuelvo muy cursi cuando esta junto a Bella pero me encanta!!! será q esa sea su gran noche? jajaja

    ResponderEliminar
  3. um, que Bella le diga que también lo ama y que tengan sexo desenfrenado por días ajajaj
    no, en serio, no me esperaba que estuvieran tan adoloridos por golpes o algo así, es obvio que pasa algo especial con ellos y necesito saber que es! c:
    Chivy

    ResponderEliminar
  4. Holaa ahhh sii adelantoo je hoy me mal acostumbre con dos capis de las historias y con el adelantoo jaajaj gracias por este excelentee lunes Johaa!! bueno salieron aa salvo del callejon ese! y bueno edward esta siendo toodo un amor con bella ahhhhhhh!! que lindoss!! gracias por el adelantoo!! besos!!

    ResponderEliminar
  5. Ojalá y puedan luchar juntos con todos los obstáculos que se les presenten en el camino y con amor todo se puede....me encantó el adelanto GRACIAS JOHA..

    ResponderEliminar
  6. con ansias de saber massssss....Gracias nena....

    ResponderEliminar
  7. si son especiales, en ellos hay mas q atracción y eso los hace especiales y como bien se dieran cuenta mucho mas poderosos!!!!!!, buen adelanto!!!!besos!

    ResponderEliminar
  8. Si al menos salieron bien del callejon.. ahora a ver que les dijeron y que pasa con ellos, que lindo eso si el amor es mas fuerte que cualquier cosa :D

    ResponderEliminar
  9. MORIIIIIIIIII X_X !! Que Ternuraaaaaaaaaaaa <3 <3

    miri

    ResponderEliminar
  10. Son tan tiernos!!! su primera cita y estan todos nerviosos, me encantan!!!
    todavia no entiendo eso lo del gobierno, como que son commo sus hijos?? hay mas poderosos que ellos?? No creo que los dejen de vijilar..

    ResponderEliminar
  11. qué romántico resultó nuestro edward, quién lo diría??

    ResponderEliminar
  12. Lo mejor para su novia ahhhh mi vida!! jajajaja

    ResponderEliminar
  13. Hola joha!! Edward es todo un romántico y un amor que lindo estuvo el capitulo me encanto!#!! No creo igual que los dejen en paz tan pronto pero bueno veremos que pasa ...y bueno la primera cita fue hermosa a ver que pasa en el próximo si hacen el amor je!!! Besoss nos leemos!!

    ResponderEliminar
  14. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  15. Ahhhhh que cap!! Me gustó que les dejaran claro que no necesitan la ayuda del gobierno, aunque me da miedo lo que pueda suceder con la policía y demás..
    Y en cuanto a la cita :3 Me fascino que Emm le ayudara y que le explicara que ya Ed es casi-agua pasada! :)
    Hermosa la cita, y Ed espantando a los pretendientes de Bella!! XS
    Fue tan normal, sin problemas ni Lounders rondando!!
    Ya quiero leer el próximo cap!!! :3 Ahhhhhhhh Lemmon!! Wohooo \O/

    ResponderEliminar
  16. Me gustó mucho el capi pero nos dejastes picadas jajsja pero el próximo promete mucho....gracias johita

    ResponderEliminar
  17. awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww q me encantaaaa hahaa necesito el prox hehe

    ResponderEliminar
  18. please quiero la noche de bells y ed completa!!!!! me dejaste en la vía!! besos bella JO!!!!!

    ResponderEliminar
  19. Ahhhhhh... simplemente me encantó.... un cap un tanto diferente.... y fue fantástico... ahora, nos dejaste con la ansiedad!!!!

    ResponderEliminar
  20. Huuuy resultaron ser de lo mas románticos estos dos, son re tiernitos :)
    Que lindo cap y nadie tuvo que matar a nadie :D jajaja
    Nos dejaste con toda las ganas par seguir leyendo :D Espero el proximo

    ResponderEliminar

Image and video hosting by TinyPic